Por: Rebeca Avila

Color, sonido, luz, vibraciones e IA: el MUFO regresa con nuevas experiencias

En la esquina de la calle París con Paseo de la Reforma, en la colonia Tabacalera, se alza un edificio que junto a las altísimas construcciones corporativas parece una rareza sin estilo definido, que oscila entre impresiones del Art Déco y el funcionalismo: el Antiguo Hotel Reforma, que en su tiempo fue el primer hotel lujoso de la capital mexicana durante la década de los 30. Años después de su cierre y de su largo abandono, desde el 2022 en su interior se alberga una nueva idea del arte, donde lo digital, la tecnología y las instalaciones conceptuales tienen un lugar especial para ser más que objeto de admiración, de interacción: el Museo del Futuro (MUFO).

A partir del 21 de junio llega a este recinto arquitectónico la segunda edición del MUFO, que trae siete salas con nuevas propuestas artísticas que nos muestran otras formas de expandir la creatividad, con obras no sólo nacionales, sino de España, Islandia, Alemania e Italia.

La primera sala nombrada Galaxia fue creada por la artista contemporánea Shoplifter, una de las más importantes exponentes plásticas en Islandia. Su obra, característica por usar cabello sintético y humano, explora temas como la belleza, la vanidad, la moda, la autoimagen y los mitos populares. En esta ocasión su propuesta es una caverna a modo de pintura paisajística tridimensional repleta de piso a techo y en cada esquina con fibras sintéticas de colores brillantes que crean una textura exuberante que recuerda a las marionetas y mundos imaginarios.

En la sala dos encontrarás Can Play This del estudio Playtronica, una instalación interactiva en la que un pasillo de arcos entre tonos anaranjado y purpura será el camino por unas consolas musicales en las que se explora la materialidad del sonido, permitiendo combinarlo con el color y el tacto. Por medio de imanes de colores que se adhieren a discos giratorios con un sistema de órbitas se generan secuencias de sonido únicas a partir de notas y sampleos de sonidos cotidianos de la ciudad como cláxones, organilleros, timbres, el silbido del afilador o los populares carritos de tamales. Así cada ficha en cada órbita y a diferentes distancias entre sí, crean innumerables posibilidades de mezclas musicales que el mismo espectador realiza.

La tercera sala es una pintura gráfica en tiempo real que plasma un sistema de audio generado por bioseñales e inteligencia artificial. Interspecifics es un colectivo creado en 2013 por Leslie García y Paloma López, a través del cual usan el sonido y la IA para explorar patrones a partir de bioseñales, considerándolos una potencial forma de comunicación no humana. Su exposición Microritmos V. 2 es una instalación de bioarte que a partir de la generación de voltaje dentro de celdas microbianas genera patrones de luz y a su vez un algoritmo de reconocimiento de estos patrones detecta secuencias y las convierte en sonidos. El sistema audiovisual creado en este espacio en el que la oscuridad permite ver estas secuencias de sonido hechas luz, evoca los orígenes de los lenguajes codificados.

Desde Italia llega Eco Riflesso de Massimiliano Moro, quien recurre a la luz y las sombras para crear equilibrios visuales con la finalidad de diferenciar lo que sabemos de los que vemos. Eco Riflesso es una escultura analógica giratoria con reflejos turquesa y rojo que se proyectan como movimientos que cambian su expansión y terminan mostrando diversas líneas y caminos de color.

Por su parte, Neuralia es una artista de inteligencia artificial cuya obra experimental pretende mostrar la unión de la mente y la tecnología en esta instalación interactiva: Minds in Fusion. Aquí podrás presenciar los procesos de pensamiento de Neuralia y por ende sus procesos creativos, teniendo la oportunidad de interactuar con la artista y su obra.

Además, está Esferas Cromáticas de Light Node Cult, a cargo del mexicano Gil Castro, artista multimedia conocido por crear instalaciones interactivas e inmersivas. En esta ocasión su obra explora la relación entre el color, la forma y el movimiento inspirado en la teoría del color de Goethe. Así, en esta sala, la más amplia del recorrido, estarás entre cuatro paredes con proyecciones llenas de color y sonido que fluctúan según la presencia y movimiento de los mismos espectadores.

Esta edición del MUFO es, además de visual, sonora, pues junto con las vibraciones de luz y color también vienen los elementos auditivos como fuente de creación, así que también podrás descubrir los sonidos del MUFO a través de una lista de reproducción oficial en Spotify.

Como ves, el MUFO siempre tiene algo que mostrar para crear un diálogo sobre lo que es el porvenir del arte y sus otras experimentales y posibles manifestaciones. Adéntrate en el Museo del Futuro a partir del 21 de junio.