Por: Rebeca Avila

Nabokov: gloria en la literatura, desilusión en el cine

“No hay nada más atrozmente cruel, que un niño que se sabe adorado”. Una de las frases más significativas de Lolita, la novela, en proporción, más destacada de Vladimir Nabokov, uno de los escritores más notables y transgresores del siglo XX.

Nacido en San Petersburgo, Rusia, el 22 de abril de 1899, el autor tuvo en su haber más de 200 obras, entre las cuales, frecuentemente estuvo presente el deseo sexual y el cruce de línea de las buenas costumbres. Tan importante y disruptiva fue su narrativa, que varias de sus obras se llevaron a la pantalla grande, además de la materialización de Lolita, que Kubrick realizo en 1962, convirtiendo al libro y película, en joyas representativas de su época y de la posteridad.

A 119 años de su nacimiento, en este Top #CineSinCortes retomaremos cuáles son esas novelas de Vladimir Nabokov que se han vuelto - con éxito o sin él por ser historias complejas y complicadas de abordar en la pantalla - parte del celuloide. Curiosamente estas historias siguen el argumento del amor prohibido, el que corrompe y el que destruye y también están repletas de ese crudo humor con el que Nabokov criticaba y se burlaba de la correcta condición humana. Historias, como muchas tantas del escritor ruso, dignas de censura en su tiempo.


El rey, la reina y el caballero

El concepto de nínfula, se traslada al sexo opuesto y esta vez, es un adolescente hombre, quien es objeto de deseo de una mujer mayor que él. Rey, Dama y Valet, es la novela que relata los amoríos de un huérfano con su tía (política), quien en un momento dado intenta convencerlo de deshacerse de su tío. Ambientada en Berlín, la historia fue llevada al cine en modo de comedia negra, con resultados trágicos, en 1972 por Jerzy Skolimowski, bajo el título King, Queen, Knave (Herzbube).


Una mujer infame

La expresión “el amor es ciego”, cobra completo sentido en este filme basado en Risa en la oscuridad, en la que un crítico de arte queda prendado de una joven mujer, por la cual deja a su esposa. Como si fuera un karma a sus impulsos, el hombre sufre un accidente y queda ciego. Lo bueno: se va a vivir con la mujer por la que perdió la cabeza. Lo malo: ella lo engaña con un artista que no tiene recato de burlarse en sus narices, sin que él se percate.


Desesperación

Protagonizada por Dirk Bogarde y dirigida por Rainer Werner Fassbinder, el filme de 1978 es una adaptación de la obra homónima que se mofa de todo sentido humano al presentar al dueño de una chocolatería ahogado en deudas y tan hastiado de su vida, que decide cambiar identidades con un vagabundo. El objetivo: cobrar su propio seguro de vida. El método: matar a su usurpador.


La defensa de Luzhin

Como ya hemos comentado, el mundo de Vladimir no es sencillo de mudar al cine y esta cinta de 2001 realizada por Marleen Gorris, también se quedó corta al dejar de lado la profundidad de la historia y los pesares de su protagonista: un brillante jugador de ajedrez que utilizó este juego como defensa desde su adolescencia. Defensa que durante su vida adulta amenaza con destruirlo. Al final, la cinta se enfoca en un drama que se limita al romance.


Lolita

El argumento: un hombre maduro queda enamorado del encanto de una adolescente de 12 años. Los impulsos sexuales que le provoca su hijastra lo atormentarán hasta lograr desahogarlos. Ni siquiera la obra maestra de Kubrick se salvó de la frustración a la hora de adaptar un libro de Nabokov, a pesar de que él mismo realizó el guion para el filme. La aflicción más grande fue del propio Nabokov, quien no se sintió satisfecho con el resultado al ver la película.