Por: Everth Bolaños

Una novela criminal

¿Alguna vez te han contado una gran historia que te hace pensar que sería muy buena como para ser llevada a la pantalla grande o a la literatura? Bueno, pues Jorge Volpi creyó justo eso y lo hizo. El resultado, el libro ganador del Premio Alfaguara 2018: Una novela criminal.

Recuerdas el famoso caso ocurrido a finales del año 2005 en el que estaba involucrada la francesa Florence Cassez y su entonces novio Israel Vallarta. Bien, pues a raíz de esto, una serie de averiguaciones y análisis se han dado al respecto sin lograr esclarecer por completo qué fue lo que ocurrió, ¿realmente eran secuestradores?, ¿hasta qué punto intervino el gobierno?, ¿todo fue un montaje?, ¿y el tan mencionado debido proceso?

Regresemos un poco el tiempo, volvamos a la mañana del 9 de diciembre de hace casi 13 años, cuando el noticiero matutino más importante de la televisión mexicana transmitía en vivo la captura de una pareja de secuestradores, quienes, al parecer, tenían de rehenes a tres personas. De pronto, todo México estaba hablando de esto, acusando y sentenciando a estos “despreciables” sujetos sin siquiera haberse dado a conocer una averiguación previa.

Pronto, lo que inició como un “inocente” montaje por parte de los medios y las autoridades; porque sí, tuvieron que pasar siete años para que Carlos Loret de Mola aceptara que todo lo transmitido aquel día había sido una puesta en escena; se convirtió en un conflicto internacional, en el que estaban involucrados los presidentes Felipe Calderón y Nicolás Sarkozy, quien pidió personalmente, la extradición a Francia de la supuesta criminal.

Ésta es la premisa de Una novela criminal, la cual, en voz de su propio autor es “una novela sin ficción, un género ambiguo, entre la literatura y el periodismo, entre la realidad y los recursos de la literatura”. Y es que ¡claro!, bien lo dijo Dalí, México es aun más surrealista que sus propias pinturas, es decir, en un país como éste, en el que de muchas formas puedes llegarte a sentir dentro de una obra del teatro del absurdo, en el que nunca sabes si reír o llorar con cada noticia que lees en los periódicos, se agradece cuando llega un buen escritor a convertir, o es mejor decir, ¿transcribir?, en literatura un oscuro pasaje.

Es así como Jorge Volpi desmenuza una realidad con la que convivimos todos los días con la intención de llegar a la verdad, una que, a simple vista, podría ser fácil de reconocer, pero que hoy, a varios años de distancia continúa siendo una gran interrogante (como tantos otros casos) que pone en entredicho la legalidad y legitimidad de las autoridades, así como el gran poder de los medios para distorsionar los hechos.