Por: Mariana Casasola

Charles Mingus: vivir entre el jazz y la furia

“En otras palabras, soy tres. Un hombre permanece para siempre en el medio, indiferente, impasible, mirando, esperando que le permitan expresar lo que ve a los otros dos. El segundo hombre es como un animal asustado que ataca por miedo a ser atacado. Luego hay una persona amable y cariñosa que deja entrar a la gente en el templo más sagrado de su ser y acepta los insultos y se confía y firma contratos sin leerlos y le convencen de trabajar barato o por nada, y cuando se da cuenta de lo que le han hecho, tiene ganas de matar y destruir todo lo que le rodea, incluido él mismo por ser tan estúpido. Pero no puede, vuelve a su interior.

¿Cuál es real? Todos son reales".

Charles Mingus, Beneath the Underdog (autobiografía)


Hablemos de un genio volcánicamente activo, de una impetuosidad creativa, ocasionalmente autodestructiva, que durante tres décadas se mantuvo a la vanguardia de la música estadounidense del siglo XX. Uno de los líderes más contundentes y de los personajes más insólitos del jazz, además de uno de los mayores virtuosos del contrabajo en la historia. Hablemos de la mezcla incendiaria que fue la obra del gran Charles Mingus.

Aunque fue un pianista consumado que podría haber hecho una carrera tocando ese instrumento, a Mingus se le reconoce —quizá junto al contrabajista de Duke Ellington, Jimmy Blanton— como el responsable de la liberación y expansión del papel del contrabajo en el jazz. Antes de él, este instrumento de cuerda era utilizado sobre todo como un apoyo rítmico; una sustitución de la tuba cuando las bandas de música de Nueva Orleans salieron de las calles.

La mayoría de los bajistas estaban tan inmersos en sus roles como cronómetros de la banda, que durante sus solos simplemente continuaban marcando el tiempo, aunque con una voz de notas más interesante. Lo que hizo Mingus fue combinar la línea de bajo tradicional, proporcionando la base armónica, con complejas armonías de bop y contra melodías improvisadas, armando una especie de conversación entre el contrabajo y el resto de los instrumentos. Esta apertura de posibilidades dio paso al surgimiento de muchísimos más talentos del contrabajo.

De niño aprendió a tocar el trombón y el violonchelo, y a los dieciséis años empezó a tocar el contrabajo. Mingus desarrolló su técnica de leyenda a partir de su aprendizaje de adolescente como estudiante de Red Callender, uno de los primeros bajistas negros en conseguir un trabajo regular como músico de sesiones de estudio, y aprendió también con el bajista principal de la Filarmónica de Nueva York. Además, recibió lecciones formales de composición.

Su experiencia musical fue extraordinariamente variada. A pesar de su vida relativamente corta (murió a los 56 años), su carrera se cruzó con algunos de los momentos más importantes de la historia del jazz, desde el tradicional con Louis Armstrong y el bebop con Dizzy Gillespie, hasta los movimientos de free jazz y Third Stream de los que fue parte fundamental. Tocó en varios grupos con Charlie Parker, Bud Powel, Stan Getz y el pianista Art Tatum, y luego desapareció de la música durante un tiempo considerable, para reaparecer alrededor de 1956 con un concepto nuevo y más poderoso.

Mingus falleció un 5 de enero de 1979 en Cuernavaca, Morelos, tratando de reponerse y curar la esclerosis lateral amiotrófica que ya le impedía tocar, aunque nunca paró de componer. Su música, como él mismo, aún se encuentra impredecible, apasionada y, en ocasiones, explosiva. Aunque sus composiciones también pueden ser suaves, conmovedoras, reflexivas o tremendamente alegres. Es esa la mezcla incendiaria de su obra, a la que dedicamos esta Pantalla Sonora, donde seleccionamos cinco de los discos representativos del explosivo viaje que hizo en toda su furia Charles Mingus.

Mingus at the Bohemia (1956)

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Este álbum fue grabado en vivo en el Café Bohemia de Nueva York y es el que se considera el primero en el cual se puede identificar un verdadero sonido de Mingus. Después de su llegada a Nueva York a principios de los 50, Mingus se unió al baterista Max Roach para fundar su propio sello discográfico: Debut Records. Así se dio el comienzo de su carrera como líder de banda. Mingus at the Bohemia es posiblemente uno de sus álbumes más influyentes durante esa época. Aquí ya tiene el carácter de un "jazz workshop"; un término usado por Mingus para describir a su banda como un grupo de trabajo que experimentaría con canciones en vivo en el escenario. Aquí se encuentran también sus primeros intentos de técnicas futuras como la de combinar dos canciones en una. La pieza que compartimos a continuación, All the Things you C#, es una mezcla improbable de la canción All the things you are, con el Preludio en do sostenido menor de Rajmáninov.

Pithecanthropus Erectus (1956)

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Pithecanthropus Erectus es ampliamente considerado como el álbum revolucionario de Mingus, el primero en el que enseñó todas sus composiciones de oído a sus músicos en lugar de dárselas por escrito, una idea que surge directamente de sus jazz workshop, que también se basan en gran medida en improvisaciones libres. La primera pieza, y que le da título al disco, se refiere al primer ser humano y se divide en cuatro secciones: evolución, complejo de superioridad, rechazo y destrucción. La que compartimos aquí abajo es A Foggy Day, que está basada en la melodía del mismo nombre de George Gershwin, pero está inspirada también en una descripción de los sonidos caóticos de un día brumoso en la ciudad de San Francisco, con los músicos imitando el ruido de la calle, los bocinazos de los autos, las bocinas de los barcos y hasta silbidos de la policía.

The Clown (1957)

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Segunda obra maestra consecutiva, que eleva el ya intenso compromiso emocional de Pithecanthropus Erectus y arde con justa ira y frustración. En lugar de simplemente escribir espacios que brinden puntos de lanzamiento para los solos de los músicos, Mingus intenta evocar algo específico con cada pieza y hasta las más impresionistas tienen una fuerte calidad narrativa. De hecho, la pieza que da título a The Clown lo hace a partir de una narración improvisada por Jean Shepherd (un popular cuentacuentos y presentador de radio estadounidense).

Pocas composiciones se construyen con tanto poder como la que abre este disco. En Haitian Fight Song la estructura armónica es bastante simple, pero la profundidad y fuerza del arreglo proviene de las capas temáticas que se agregan una sobre otra. Los primeros segundos, con Mingus marcando la cadencia, de lo que después se transformará en una polirritmia genial. Mingus dijo haber escrito esta pieza mientras pensaba en las injusticias en el mundo, y debido al éxito de la Revolución Haitiana para acabar con la esclavitud y el colonialismo francés, usó a Haití como símbolo de resistencia al racismo, el colonialismo y todo tipo de injusticia.

Mingus Ah-Um (1959)

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Mingus Ah-Um bien puede ser el álbum más popular de Mingus ya que incluye varias composiciones que ahora se consideran clásicos del jazz. Aquí el contrabajista honra a muchos de sus ídolos musicales. Open letter to Duke es, por supuesto, para el gran compositor y pianista Duke Ellington. Goodbye Pork Pie Hat, para el saxofonista Lester Young, quien falleció poco antes de la grabación del álbum. Para el pianista Jelly Roll Morton escribió Jelly Roll. Pero Better Git It In Your Soul, está inspirada en el canto y la predicación del gospel del tipo que Mingus creció escuchando durante su infancia en Watts, Los Ángeles, California.

The Black Saint and the Sinner Lady (1963)

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En una ocasión Mingus sentenció: "Tira todos mis discos con esta excepción". También es ampliamente considerada su gran obra maestra, quizá porque aquí aborda lo inimaginable, desde música clásica, jazz, blues, flamenco y música latin, conviviendo perfectamente. Las primeras tres son piezas más cortas que repiten el mismo tema con variaciones adicionales, pero cuentan con increíbles solos —como el saxo alto de Charlie Mariano y las partes de guitarra de Jay Berliner—, en parte inspirados en las tradiciones del blues y el jazz, en parte inspirados en la música de vanguardia y latina. Originalmente, Mingus quería escribir un álbum completo de música de ballet, lo que se refleja en sus títulos. Las melodías son todas muy orquestales y completamente compuestas con una gran influencia clásica. Podría verse en la gran variedad de emociones contenidas en un disco como este un atisbo al alma profundamente atribulada de Charles Mingus, quien demostró signos de enfermedad mental y no pudo controlar su temperamento a costa de muchas pérdidas profesionales y personales.