Entre Francia y México: Romanticismo, democracia y educación

Por: Everth Bolaños

Cambia de opinión, mantén tus principios; cambia tus hojas, mantén intactas tus raíces

Víctor Hugo

Debido a que en febrero cumplirían años dos de los personajes más importantes de la Historia, tanto universal como nacional, hemos decidido retomar un poco de las trayectorias de ambos. Estamos hablando de Víctor Hugo y José Vasconcelos.

Seguramente te preguntarás, ¿qué tiene que ver el uno con el otro?, bueno, te sorprenderías al descubrir la estrecha relación que mantuvo el escritor francés con México y la gran influencia que significó éste para el que fuera el primer secretario de educación pública.

Pocas son las personas que logran trascender y, sin lugar a dudas, Víctor Hugo es una de ellas. Fue un político y escritor francés que luchó en contra del imperialismo, la ignorancia, la misoginia y los conflictos bélicos, además de poseer un estricto sentido de la ética.

Nació el 26 de febrero de 1802 y desde muy joven se interesó por la literatura, hasta convertirse en el principal exponente del romanticismo francés, quien en todo momento quiso involucrar a las clases más bajas dentro de sus textos con el afán de expresar, a través de ellos, sus ideales de justicia social y libertad.

De ahí que todos recordemos sus famosas obras Nuestra señora de París y el libro que se convirtió en un best seller del siglo XIX, Los miserables, ambas novelas con un trasfondo social. Asimismo, a la par de su carrera como literato, estuvo su carrera dentro de la política y, aunque en un primer momento simpatizaba con Napoleón III, terminó por romper con él y con el partido conservador, luego de denunciar las ambiciones dictatoriales del gobernante. A partir de ese momento, comenzaría el exilio derivado de su pensamiento liberal y democrático.

Y es justo en este punto, en el que Víctor Hugo se cruza con la Historia mexicana. Resulta que el escritor estaba en contra de toda forma de gobierno que no tuviera como base el voto, de ahí que para él, la intención de Luis Napoleón de expandir el territorio a través de una invasión en América, específicamente en México, le resultara indignante. Es por ello que, desde su exilio en Reino Unido, decide escribir una carta en donde se opone al régimen napoleónico y apoya al gobierno mexicano: “¡Mexicanos! Tenéis la razón y yo estoy con vosotros. Podéis contar con mi apoyo. Y habéis de saber que no es Francia quien os hace la guerra, es el imperio […] y si creéis que mi nombre vale para algo, servíos de él”.

La segunda ocasión que Víctor Hugo intervino en un problema político en México, fue para pedirle a Benito Juárez que desistiera de fusilar a Maximiliano de Habsburgo, no obstante, dicha misiva llegó un día después de que se cumpliera la condena.

La obra y pensamiento de este representante del romanticismo, sirvió como inspiración para otros grandes en Europa, como Baudelaire, Mallarmé o Rimbaud y en América Latina, desencadenó el movimiento modernista de Rubén Darío y Manuel Gutiérrez Nájera. De igual modo, incidió en gran parte de la filosofía del político y escritor mexicano José Vasconcelos, quien nació ochenta años después que el ilustre francés, un 28 de febrero.

Polémico y controversial, Vasconcelos desempeñó varios cargos dentro de distintos mandatos, entre ellos, fue agente confidencial de Francisco I. Madero, posteriormente, fue el director de la Escuela Nacional Preparatoria, durante el gobierno de Venustiano Carranza fue designado el primer secretario de la Secretaria de Educación Pública, además de ser contendiente a la gubernatura de Oaxaca y a la presidencia de la República.

A lo largo de su vida, escribió sobre distintos temas, siendo la filosofía, la sociología, la política y el periodismo los campos principales en los que se desenvolvió. No obstante, con el paso del tiempo, se ha puesto en entre dicho su ideología, debido a que en diferentes ocasiones dejó a entrever su apoyo a la supremacía racial y al partido Nazi, así como su oposición a las raíces indígenas.

Sin embargo, pese a muchos de los desafortunados comentarios que llegó a hacer, no se puede omitir la gran labor que hizo en México en pro de la educación y la cultura, mucha de esa labor contradictoria inspirada en Víctor Hugo, quien tuvo tal impacto en este país, que un día después de su muerte, el poeta Salvador Díaz Mirón, desde la tribuna de la Cámara de Diputados mencionó “Señores diputados, el mundo civilizado ha sufrido ayer una verdadera decapitación: Víctor Hugo, la más grande y la más pura de cuantas glorias han ilustrado la Tierra, ha muerto”.