En la historia de la humanidad, ciencia y religión han aparentado ser enemigas a muerte. La primera representa progreso y razonamiento, la segunda oscurantismo y estancamiento. Varios hombres de ciencia también fueron creyentes – a su manera– y estudiosos de la fe divina, sin embargo, algunos fueron callados por su casa religiosa, tales como Galileo Galilei y Nicolás Copérnico. Otros tuvieron la fortuna de vivir en épocas con sed de cambios -aunque con años de diferencia-, entre ellos el físico Isaac Newton o el monje y padre de la herencia genética, Gregorio Mendel.
A pesar de los intentos – o no – de conciliar a las viejas contrapartes, en pleno siglo XXI, sólo un hombre ha sido capaz de reparar esa brecha humanística: Pierre Teilhard de Chardin, científico, filosofo, teólogo y jesuita. Este punto de convergencia fue encontrado por Teilhard en la espiritualidad, donde la evolución física del hombre está ligada a la evolución de la conciencia y de lo divino. Asimismo, manifestaba bajo sustentos científicos, que la naturaleza, la propia existencia humana y Dios tenían una correlación vital para ver hacia el futuro.
Sin duda, la vida de un hombre con un pensamiento tan interesante como complejo, es igual de atrayente y una buena oportunidad para conocer parte de ella es la puesta en escena El corazón de la materia, Teilhard el jesuita, que debido al éxito que obtuvo el año pasado, este 2018 renueva temporada en el Teatro de las Artes del CENART.
La obra, escrita por José Ramón Enríquez, José María de Tavira y Luis de Tavira – quien en su juventud perteneció a la orden jesuita –, además de mostrar parte de la vida y pensamiento intelectual del también teólogo, versa sobre su aportación a la actualidad y ofrece una reflexión interna sobre dos cuestiones: la barbarie que se vive hoy en día en México y al mismo tiempo, toca la ética ecológica para hablar de cómo generar un vínculo con la Madre Tierra.
El espectáculo reúne a parte de una de las dinastías artísticas más destacadas de México, con Luis de Tavira, también en la dirección, y con José María de Tavira – Teilhard – y Marina de Tavira como parte del elenco.
En palabras del director, preguntarnos por el futuro es preguntarnos por el tiempo y a su vez, por la esperanza, así que si deseas hacer un viaje hacia el interior del alma misma para comprender cómo hemos llegado hasta aquí y hacia dónde vamos, no te pierdas El corazón de la materia, que se presentará los jueves, viernes, sábados y domingos del 1 de febrero al 4 de marzo.