Hablar de Lilia Carrillo es hablar de una de las artistas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX, cuyas habilidades destacaban no solo con el pincel, sino también en otros ámbitos como la ilustración, escenografía, vestuario, diseño textil, organización de exposiciones y el muralismo.
Con la intención de redescubrir y revalorizar a la artista que revolucionó el panorama de la pintura mexicana en su tiempo, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo del Palacio de Bellas Artes (MPBA) presentan la exposición Lilia Carrillo. Todo es sugerente, y en esta ocasión en Para dar la vuelta, te traemos todos los detalles de esta fascinante exposición.
La pintura no-figurativa en México no se podría comprender de la misma manera sin la figura de Lilia Carrillo, quien a pesar de su prematura muerte, dejó un vasto abanico de obras en las que se encargó de desafiar los límites y definir las concepciones de arte que se tenían en su época. Sus trabajos abordaban temáticas de diversa índole, representando aspectos del mundo natural, sin dejar de lado las diversas problemáticas sociales a las que fue contemporánea, como la condición de las mujeres en el arte y con el autoritarismo en México durante los años sesenta.
Dentro de la exposición podemos encontrar más de 100 piezas provenientes de colecciones de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, así como de Miami y Houston, en las que, además de presentar su obra pictórica, se incluyen sus trabajos en diseño de vestuario y textil, ilustración y escenografía.
A las obras de Lilia Carrillo se le suman piezas de artistas como Kati Horna, Fernando García Ponce, Manuel Felguérez y Vicente Rojo, entre otros. Se incluyen obras bidimensionales, materiales artísticos y documentales, como la película Tajimara. Además, se presentan objetos antiguos de los Andes de la colección del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el mural La ciudad desbordada, contaminación del aire (1970), realizado para la Exposición Universal de Osaka 70.
Lilia Carrillo
La muestra está estructurada en cuatro secciones ordenadas cronológicamente, que narran el desarrollo plástico y la trayectoria de la artista, que comprende un periodo de 26 años de trabajo.
La exposición comienza con la sala Del realismo a la abstracción, en la que destacan sus primeros trabajos bajo la enseñanza de Manuel Rodríguez Lozano, en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda y el tránsito de Lilia Carrillo hacia la abstracción.
Posteriormente se encuentra la sala Pintora abstracta y artista multidisciplinaria, sección que presenta cómo fue que la producción de Carrillo se transformó y entró de lleno al terreno del arte no figurativo. Este espacio también incluye su trabajo con textiles, mismos que utilizó en diferentes obras como Mañana de octubre (1964), que la llevaron a incursionar en el diseño de vestuarios, patrones para telas e incluso a organizar una exposición de textiles preincaicos de Perú en 1962.
La tercera sala, Nuevas imágenes del ser humano y su mundo, muestra varias obras que representan el mundo de la naturaleza, mismas en las que pintó imágenes no convencionales de hombres y representaciones de personajes femeninos. Varias conjuntan referentes de culturas antiguas, como Mujer en blanco (1964). También se incluyen sus trabajos como ilustradora y obras críticas, en las que abordó la contaminación, el deterioro ecológico, el autoritarismo estatal en México y la Guerra Fría.
Por último, la sección Últimas obras presenta piezas realizadas por la artista en un periodo de enfermedad, durante el cual las abordó con un singular dinamismo, movimiento o vibración, que definió a través del collage, del trabajo pictórico en capas, del dibujo, así como de rasgos y gestos, que invitan a imaginar paisajes, seres y situaciones diversas. En esta sala se encuentra su última pintura realizada en 1974.
La variedad de técnicas implementadas en sus obras como el dibujo, el óleo, el acrílico, el collage y la litografía, complementadas con un amplio trabajo documental, hacen que asistir a Lilia Carrillo. Todo es sugerente, sea prácticamente una obligación para aquellos amantes del arte y la cultura en nuestro país. La exposición estará disponible hasta el 8 de febrero de 2026, de martes a domingo de 10 a 18 horas.