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Mario Pani: el hombre que modernizó México

Emiliano Echavarri
Gaceta Nº 246 - 31 de octubre, 2025



Influenciado por Le Corbusier y con una formación como arquitecto en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, mejor conocida como la École de Beaux Arts, Mario Pani trabajó en más de 130 proyectos enfocados principalmente al bienestar social, que resultarían en la modernización de la Ciudad de México.

El trabajo de Mario Pani fue tan revolucionario que sus obras abarcan desde edificios públicos y condominios, hasta el Hotel Reforma, una de las primeras construcciones modernas de la ciudad, construida en 1939. Este hotel fue de las primeras obras de Pani, que, además, le valió una disputa y rivalidad en su época con el arquitecto Obregón Santacilia, teniendo ambos una clara disparidad por las influencias de Pani que le ayudaron a asumir la titularidad de la obra.

Sus primeros trabajos ya destacaban por una propuesta marcada por la distribución axial, la monumentalidad y la constante incorporación de las artes visuales y materiales modernos. Para 1945 y 1947, en la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, utilizó combinaciones geométricas, materiales de bajo mantenimiento como piedra y concreto armado, incluyendo también un foro al aire libre con un mural de José Clemente Orozco y relieves de Luis Ortiz Monasterio.

En el Conservatorio Nacional de Música en 1946-1947, Mario Pani, que como dato curioso tocaba el violonchelo, incorporó curvas de manera protagónica, creando un espacio fluido con jardines y grandes ventanales, decorado con grupos escultóricos de Armando Quezada.

Construido en 1947 e inaugurado dos años después, el Centro Urbano Presidente Alemán, es uno de los conjuntos urbanos más logrados del siglo XX en México y un símbolo del triunfo de la modernización de la vivienda colectiva. Mario Pani, a sus 36 años, anticipó la problemática del crecimiento acelerado sin planeación, proponiendo la dualidad de desarrollo: la ciudad desde adentro (CUPA, Unidad Habitacional Santa Fe, Nonoalco-Tlatelolco) y la ciudad desde afuera (Ciudad Universitaria, Ciudad Satélite).

Replicando los postulados del Movimiento Moderno, el proyecto solo ocupó el 20 por ciento del predio, ubicado en la colonia Del Valle, priorizando las áreas abiertas y liberando el espacio común para áreas verdes y servicios. Esta estrategia aumentó la densidad a mil habitantes por hectárea. La idea de centro urbano integró servicios y equipamiento en un mismo sitio, enfatizando la condición vertical del proyecto para construir un modelo más preciso y eficaz para la ciudad descentralizada. El CUPA se convirtió en un modelo replicable por la idea de supermanzana, marcando la transición de la vecindad a la unidad habitacional.

Para 1950 Pani tuvo un rol fundamental en el proyecto de la Ciudad Universitaria de la UNAM, el esfuerzo arquitectónico-educativo más ambicioso de Latinoamérica, colaborando como director del proyecto en conjunto con Enrique del Moral, y con Carlos Lazo en la Gerencia General; contribuyendo de manera directa en la creación de la icónica Torre de Rectoría, cuyo diseño alberga los impresionantes murales de David Alfaro Siqueiros. El proyecto involucró a más de 150 arquitectos, incluyendo a Juan O'Gorman, José Villagrán, Enrique Yáñez, Pedro Ramírez Vázquez y Luis Barragán. Este edificio es una fiel representación del modernismo en México, haciendo gala de la estricta modulación vertical y horizontal, con un gran bloque de concreto para resguardar los servicios, y una interrupción de planta libre a mitad de la torre.


Conjunto Habitacional Nonoalco Tlatelolco


Pani fusionó magistralmente su rigurosa preparación europea con las necesidades y propuestas arquitectónicas mexicanas, por lo que la culminación de su obra habitacional llegó en 1964 con el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco. Con una inversión titánica, se construyeron 102 edificios para albergar 12,000 departamentos en la primera etapa, bajo el concepto de una miniciudad, liberando el 75 por ciento del terreno para jardines y servicios, nombrándolos con nombres de héroes y estados.

Esta Unidad Habitacional está dividida en tres secciones que conectan con algunos de los ejes viales más importantes de la ciudad: Insurgentes Norte, Eje Central y Paseo de la Reforma. Siguiendo modelos de Le Corbusier, la idea era articular la zona para que funcionara como un organismo independiente de la ciudad, ofreciendo una amplia gama de usos y servicios: 19 escuelas, 13 guarderías, una secundaria técnica, una preparatoria, tres clínicas médicas, tres clubes sociales, una zona arqueológica, una iglesia y la estación de metro construida en 1970.

Después de todos estos grandes logros arquitectónicos, llegaron los días negros para Pani con el terremoto de septiembre de 1985, que provocó el colapso de varios edificios diseñados por Mario, especialmente en zonas lacustres, por lo que las acusaciones recayeron sobre él y la calidad de sus obras.

A 32 años de su muerte a Mario Pani no solamente se le puede reconocer por transformar el contexto urbano de su país, sino también por ser uno de los referentes más importantes para su gremio, divulgando, difundiendo y modernizando sus instituciones.

Mario Pani no solo construyó edificios; construyó el ideal de la modernidad mexicana, dejando un legado físico y social que sigue siendo fundamental para comprender el urbanismo y la historia de la capital.

Un ejemplo de todo esto es Tlatelolco, que hoy en día es todo un acontecimiento histórico. Sus espacios narran la historia de México, desde la Plaza de las Tres Culturas que evoca el movimiento estudiantil de 1968, hasta el reloj solar en la tercera sección, que marca la hora en que el Edificio Nuevo León colapsó durante el terremoto de 1985. A más de 50 años, la unidad conserva su carácter moderno y acumula una nueva identidad que parece estar suspendida en el tiempo, un tiempo en el que escribían Paz, Pacheco y Fuentes.


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