Existen varios elementos que vuelven icónico a un espacio urbano, como su arquitectura, pero la identidad que adquieren con el paso del tiempo la moldean, sin lugar a duda, las personas que lo habitan y que lo hacen suyo. La iglesia de San Hipólito -que congrega a cientos de feligreses de San Judas Tadeo-, el Mercado 2 de abril, los tacos de birria 24/7 Don Chuy, su calle Violeta -de nombre y de color-, el Salón Los Ángeles y la recientemente remodelada Casa Rivas Mercado son algunos sitios que me remiten a una de las colonias más antiguas y emblemáticas de la Ciudad de México, antes Distrito Federal: la Guerrero.
En el marco de los 150 años de la fundación de esta colonia y como parte del compromiso del Museo Kaluz con el patrimonio cultural de la Ciudad de México, se exhibe La Guerrero en boca de todos. Relatos vecinales, que reúne diversos documentos a través de los cuales se forma una narrativa sobre la historia de la colonia Guerrero, que desde 1874 debe su nombre en honor al insurgente Vicente Guerrero, cuyos restos yacen en el Museo Panteón de San Fernando (también parte de la colonia).
La importancia histórica de resistencia de la colonia Guerrero para la defensa de su territorio frente a la vorágine de la gentrificación capitalina y el desplazamiento, no podría suceder sin entender el sentido de colectividad que se concentra en las fuerzas vecinales. Precisamente es sobre la cooperación de la comunidad vecinal que esta exposición recae, gracias a la cual se recopilaron relatos orales y álbumes fotográficos familiares.
A lo largo de esta concentrada muestra fotográfica, la exposición se desmenuza a través de tres núcleos que rinden homenaje a toda la comunidad que conforma este espacio de la capital mexicana y, pese a que retoma figuras y eventos históricos, su enfoque principal radica en las historias y vivencias de los habitantes que diariamente transitan por sus calles, negocios y parques, construyendo un relato colectivo que refleja la esencia de la colonia.
Esta muestra es un álbum de memorias colectivas que invitan a los visitantes a sumergirse en la historia viva de la colonia. El recorrido recibe al público con el primer núcleo, Reconfiguración urbana: en este se congregan diversas fuentes documentales, desde mapas del siglo XIX, croquis de cómo se fue configurando la zona, notas del periódico, así como algunas de las primeras fotografías que fueron tomadas. Todo este material se recopiló del archivo del Museo de la Ciudad de México, la Mapoteca Manuel Orozco y Berra, la Fundación María y Héctor García, así como del Archivo Histórico de la CDMX, entre otros.
El segundo núcleo, Reconciliación y resistencias, se centra en los desafíos que ha enfrentado la colonia Guerrero, destacando los procesos de despojo que han afectado tanto su estructura urbanística como los vínculos comunitarios. Algunos de estos episodios en su historia fueron la ampliación del Paseo de la Reforma, que resultó en la destrucción de edificios, vecindades y espacios de convivencia.
También lo fue, por supuesto, el devastador sismo de 1985 que dejó a muchos sin hogar y aumentó la necesidad de organización entre los vecinos ante la falta de apoyo gubernamental. La fuerza radicó en los habitantes que se unieron para defender sus hogares y reconstruir su comunidad, dando origen a diversos colectivos.
El tercer núcleo nombrado Cultos y rituales, cierra la exposición mostrando cómo el territorio que hoy ocupa la colonia Guerrero fue fundamental para el proyecto colonial desde 1519, cuando llegaron a existir hasta siete templos y capillas como parte del proceso de evangelización. Hoy en día existe un sincretismo religioso, donde cabe incluso el culto a la Santa Muerte.
Entre uno de los templos más destacados y que aún se conservan, están el de San Hipólito, construido entre 1599 y 1740. También el Panteón de San Fernando, que funcionó entre 1832 y 1872 y que fue convertido en el Museo Panteón de San Fernando en 2006, donde, por cierto, se encuentra el mausoleo de Benito Juárez.
Parte de otro tipo de religiosidad radica en fenómenos sociales como los que enmarcan la dinámica de los salones de baile, recintos de la vida nocturna de la colonia. Muestra de ello es el Salón Los Ángeles, abierto desde 1937 y el cual se ha convertido en un ícono de la cultura popular del danzón y los pachucos, así como la existencia de otros centros nocturnos hoy extintos, como el Salón México.
La Guerrero en boca de todos. Relatos vecinales no sólo se limita a la exhibición, sino a otras actividades que enriquecen esta ventana a la vida e historia de la colonia. Como el podcast Atlas de la Guerrero; el ciclo de cine con el apoyo de la Cineteca Nacional, que proyectará cintas como Del brazo y por la calle (15 de febrero), Los caifanes (16 de febrero), Cayó de la gloria el diablo (22 de febrero), Tívoli (23 de febrero), Rojo amanecer (2 de marzo), Danzón (8 de marzo), Ciudades oscuras (9 de marzo), Temporada de patos (15 de marzo) y Voces de la Guerrero (16 de marzo).
Por otro lado, estarán las Rutas por la Guerrero, que buscan ofrecer una experiencia inmersiva para redescubrir los lugares emblemáticos de la zona, a través de seis recorridos guiados: Santos y Cementerios: La Fe de la Guerrero, Murales que Cuentan Historias: Arte en las Calles de la Guerrero, Luces y Sombras: El Cine en la Guerrero, Íconos y Misterios: Celebridades y Leyendas de la Guerrero, Sabores y Colores: Mercados y Tradición en la Guerrero, así como Ritmo y Cultura: Música, Baile y Museos de la Guerrero.
La exposición y oferta complementaria estarán disponibles hasta el 17 de marzo de 2025. Si eres habitante de la colonia Guerrero tu entrada al museo durante esta muestra será totalmente gratis, solo mostrando tu identificación oficial.
*Para información detallada sobre las actividades, consulta el sitio: museokaluz-apps.com