Al poniente de la CDMX, dentro de uno de los pocos pulmones verdes que prevalecen en la capital, se encuentra un nuevo complejo cultural, la Cineteca Nacional Chapultepec, que abre sus puertas en un edificio reconvertido que fungía como ensambladora de armas del Ejército Mexicano y en este Para dar la vuelta, te contamos algunos detalles de este proyecto.
Con ocho salas de proyección, el enfoque permanece en acercar el cine a nuevas audiencias y fomentar el acceso a obras tanto nacionales como internacionales. Y cuenta, al igual que la sede de Xoco, con un foro al aire libre rodeado del imponente entorno natural con capacidad para 280 personas que se valió de manufactura coreana.
Además de las proyecciones, el recinto también ofrece talleres, exposiciones y enseñanza de apreciación del cine, así como la Bodega Nacional de Arte, a cargo del INBAL, otro complejo que funcionará sí como acervo artístico, pero que también tendrá espacios con acceso al público general como galería, museo de sitio y mediateca. Otra de las extensiones que ofrecerá será el Centro de Formación y Producción Artística El Arsenal, un espacio educativo para la creciente industria audiovisual en México.
Esta fase que conforma parte del megaproyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura estuvo bajo las manos del arquitecto Mauricio Rocha, quien tuvo por objetivo la reutilización de espacios y la democratización de la arquitectura. La estructura se configura de acero con sistemas acústicos a base de madera y recubrimientos transparentes que privilegian la vista circundante, así como naves exteriores de ladrillo. Parte también del objetivo es cambiar ese imaginario colectivo que la gente tiene respecto a la zona, aunque es cercana a Santa Fe y las Lomas, es también un lugar cercano a colonias marginadas al borde del Río Tacubaya, quienes tienen nulo acceso a espacios públicos y con esta apertura, se abre su oferta cultural y natural. Bajo este mismo emblema, las estrategias fueron pensadas desde un sentido urbanístico y estructural, por ello, facilitaron la línea 3 del cablebús – hay que bajarse en la estación Cineteca Chapultepec – o bien, en la estación Vasco de Quiroga del Tren Interurbano, aunque también cuenta con estacionamiento disponible.
Quentin Tarantino tiene varios fetiches: hombres y mujeres trajeados, pies, sangre, mucha sangre, por supuesto, ciertos actores y comida, reconfortante, sustanciosa y deliciosa comida para acompañar las altas dosis de violencia que forman su cine, uno que ya con sus primeras cintas hijas de los años 90 se considera de culto. En este Cultura para el paladar -a propósito de que este 2024 se cumplen 30 años del estreno de Pulp Fiction y 20 de Kill Bill Vol. II-, enlistamos de menos a más relevante las puestas en escena de comida a lo largo de su filmografía.