El cine brinda un amplio panorama de posibilidades en su creación, mediante la ficción, nos transmite a lugares que no siempre están alejados de la realidad. La religión católica tiene un buen acervo de cintas que son referentes de distintos momentos que relatan su historia, pero en este Top Cine hablamos de películas que nos muestran una versión distinta de Jesús, quien también es conocido como El Hijo de Dios.
El director Pier Paolo Pasolini, inspirado en El Evangelio de Mateo, retrata la vida de Jesús desde sus inicios hasta el momento de su crucifixión. La película comienza en el momento en que un ángel anuncia a José que su esposa, María, por obra del Espíritu Santo está esperando al Hijo de Dios. Una vez nacido el niño, el rey Herodes teme que Jesús se convierta en el libertador que acabe con el poder de Roma, por ello ordena asesinar a todos los recién nacidos.
Años más tarde, Jesús se acerca a Juan, su primo, quien bautiza a las personas en el río Jordán. Después de haber sido bautizado, los cielos se abren y una voz se oye diciendo «Este es mi hijo tan amado, en quien me complazco». Posteriormente se va al desierto durante cuarenta días y cuarenta noches en donde pasa por ciertas pruebas mientras va evangelizando con algunos discípulos. Recorre Judea y Galilea realizando milagros y anunciando la llegada del Reino de Dios, hasta que es traicionado por Judas y crucificado en el Gólgota, donde resucitó al tercer día.
Esta cinta es considerada una de las más ilustrativas de la vida de Jesucristo, en su momento fue censurada y criticada por la manera en la que se muestra a Jesús, se consideraba que dejaba de lado la santidad y representación que merecía, además de diferir con los ideales y pensamientos de su director, Pier Paolo Pasolini.
Esta película está guiada por los cuatro evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, se encuentra situada en los tiempos del Antiguo Testamento por lo cual se muestra la historia de Jesús desde su antiguo contexto histórico. En ella se anuncia la llegada de El mesías, quien hará justicia, quien traerá el bien, quien salvará a la humanidad; en esta cinta Jesucristo se muestra como rey y como siervo, se enfrenta a una serie de situaciones que lo llevan a la crucifixión, a su sepultura y a su partida del mundo terrenal.
Se muestra a Jesús en su manera más humana, se le acompaña en los distintos procesos que pasó, pero con la particularidad que Roberto Rossellini, su director, quiso mostrar, modificando parte de la historia original. Es una versión alejada de la solemnidad con la que se suele representar a este personaje, sin milagro alguno que interfiriera en alguna situación.
Fue muy criticada en su momento por poner a una deidad al mismo nivel que una persona común, sólo que, sin quitar relevancia a Jesucristo, muestra una versión cercana a la perfección, ahondando en su humanidad. Era una perspectiva muy personal del director, misma que proyectó para con otros personajes.
Inicialmente comenzó siendo un álbum conceptual de ópera rock compuesto por Andrew Lloyd Webber con letras de Tim Rice en 1970, años más tarde, llegó a manos de Norman Jewinson para escenificarla en Broadway y estrenarla como película en 1973.
En ella se retratan los últimos seis días de vida de Jesucristo desde los ojos de Judas Iscariote, discípulo que lo traicionó a cambio de treinta monedas de plata. Fue una cinta controversial no sólo por tratarse de este personaje, sino por la manera en la que se abordan los pasajes bíblicos. Incorpora elementos contemporáneos de la década de los 70 a manera de musical, siendo Jesucristo el protagonista de esta puesta en escena.
Cada película aporta una forma distinta de ver a Jesucristo bajo la perspectiva y argumento de su director, a través de ellas se permite apreciar su vida y cuestionar un poco la manera en la que se tiene presente en la religión actualmente.
Estamos en 1990, no las ni los conozco, pero quiero invitarlas e invitarlos a situarse en esa década, sea que, como yo, la hayan vivido, o sea que hayan llegado a este planeta después. Quiero que nos situemos ahí y miremos las procedencias de un montón de cosas que hoy damos por hecho, como el internet y esta computadora portátil en la que les escribo esto. Quiero que vayamos ahí a conversar con un hombre que aún está entre nosotras y nosotros. Su nombre es Michel Houellebecq. En 1994 publicó su primera novela, Ampliación del campo de batalla, y en 1998 reunió una serie de escritos en los que amplía su premisa: el mundo que habitamos es un supermercado.