El librero

¿Conquista o cuento?

Por: Redacción Gaceta Veintidós
Gaceta Nº 203 - 16 de enero, 2024



La historia es una serie de sucesos que el experto rescata de aquellos documentos, libros, ruinas, etc., que quedan al paso de los años. Uno tras otro, estos sucesos se agrupan hasta llegar al presente para darle un sentido determinado. En el caso del libro de historia La batalla por Tenochtitlán hay una intención de cambiar la visión que existe de la Conquista de México. Es un experimento único en 500 años. Juega con los sucesos paradigmáticos: presagios, llegada de Cortés y sus milicias, encuentro con los distintos pueblos originarios, fundación de la Villa Rica de Veracruz, alianza con los tlaxcaltecas, muerte de Moctezuma, Noche Triste y sitio de Tenochtitlán, para demostrar que la Conquista no ocurrió.



A pesar de ser una idea descabellada, la aproximación del experimento usa una metodología sustentada y razonable. Contrasta las fuentes de los llamados cronistas de la Conquista, convirtiéndose en una especie de sumario: una crónica de crónicas. Hay un seguimiento paralelo de Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo, Francisco Aguilar, Francisco López de Gomara o Fray Diego Durán, entre muchos otros, que permite una mirada profundamente crítica a las causas que desencadenaron los hechos.


En el caso de la matanza de Tóxcatl, también conocida como matanza de Templo Mayor, según Antonio de Solís la matanza la desencadenaron los mexicas que estaban escondiendo armas; según Alva Ixtlilxóchitl, los culpables fueron los tlaxcaltecas que incitaron a los españoles a causa de la envidia y el rencor que guardaban contra los mexicas; y, según el Códice Florentino, fueron Alvarado y sus hombres, que decidieron por sí mismos aniquilar con desventaja a sus anfitriones. En conjunto, todas las versiones permiten entender que el objetivo era táctico, pues Alvarado pretendía dejar sin dirigentes a los mexicas, mientras Cortés resolvía la expedición de Grijalva enviada desde Cuba, para apresarlo. ¿Qué ocurre al tener juntos tantos puntos de vista de un mismo hecho? Resaltan las intenciones de quién cuenta la historia. Solís defiende a su grupo. Ixtlilxóchitl alega derechos para su pueblo de Texcoco y el Códice Florentino desenmascara la crueldad. No existe versión absoluta y el conjunto de versiones explica que Alvarado actuó con táctica para someter mediante al pueblo náhuatl.

La batalla por Tenochtitlán agrupa también los testimonios de los informantes de los pueblos originarios y los eclesiásticos y bachilleres que llegaron a América. Ya mencionamos arriba al Códice Florentino y Alva Ixtlilxóchitl, pero también tenemos los Anales de Tlatelolco, Bernardino de Sahagún, Francisco Cervantes de Salazar o Francisco Javier Clavijero, entre muchos otros. Este contraste de fuentes con ideologías religiosas destaca ante el famoso suceso de los llamados presagios, pues resulta que mucha de la literatura medieval, que alimentaba a los eruditos de estas fuentes, estaba llena de presagios, en algunos casos, muy parecidos a los que dejaron estos sobre la supuesta conquista. Además, que esta parte de la historia de México adquirió mucha relevancia a partir de la Visión de los vencidos de Miguel León Portilla, donde los presagios fueron un capítulo de gran resonancia y permitieron al investigador Serge Gruzinski poner en tela de juicio los testimonios que los planteaban.

Como se ve, el libro del historiador Pedro Salmerón Sanginés encuentra en su vasta bibliografía puentes de más de 500 años. Los presagios resultan una pieza clave para replantearse la visión que hemos aprendido y enseñado sobre la llegada de los españoles a América. La batalla por Tenochtitlán es una metáfora del trabajo que el historiador realiza para resignificar unos hechos que justifican el despojo de la nación, a raíz de la supuesta superioridad tecnológica, táctica y civilizatoria de Europa.


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