Por Diana Galán

¿Sueñan los conejos con la Luna?



El día D
Por Diana Galán




1. ¡Hey, tú!, voltea unos instantes al cielo ahora que ha anochecido, ¿puedes verme?, espero que sí porque quiero contarte cómo llegué hasta acá. Me llamo Toch y vivo en la Luna. Quizá ya hayas escuchado algunas cosas sobre mí, pero te revelaré algunos secretos que no conocías acerca de este satélite.

2. Hace muuuuchos años, durante la época prehispánica, en una gran región de lo que hoy es el norte de la Ciudad de México, existió la mítica tierra de Aztlán, en donde habitaba el pueblo azteca. Entre las diferentes deidades en las que creían se encontraba el dios Quetzalcóatl.



3. Un día Quetzalcóatl decidió descender a la Tierra para poder apreciar la creación humana y la naturaleza, para ello, tomó forma humana y recorrió el territorio con el cual quedó asombrado. ¡Imagina todas las plantas, ríos y construcciones que pudo ver en aquel entonces!

4. De tanto caminar, Quetzalcóatl quedó muy agotado y hambriento. Entrada la noche, con la Luna como única luz, se sentó en el campo y entonces salí yo de mi madriguera. Recuerdo que esa noche las estrellas destellaban de una manera fascinante.



5. Quetzalcóatl me preguntó qué comía y yo le respondí que un poco de zacate, le ofrecí, pero me dijo que él no se alimentaba de eso. Con mucho temor, le dije que yo podría ser su comida y de inmediato se sorprendió, acarició mi pelaje y pronunció lo siguiente: “Aunque eres un animal muy pequeño, tienes un corazón enorme y por ello mereces que la humanidad te admire”.

6. Quetzalcóatl me levantó tan alto, por encima de la Tierra y me concedió vivir aquí, por eso, en noches despejadas y cuando la Luna está en la fase llena, todos pueden verme a lo lejos. Eso es impresionante porque la Luna y la Tierra se encuentran muy lejos la una de la otra, a una distancia promedio de 384 mil 400 kilómetros, más o menos son como 30 planetas Tierra juntos.



7. En realidad, la Luna y yo no siempre estamos tan lejos, esto se debe a que la órbita no es un círculo perfecto. Cuando la Luna está más lejos (perigeo), está a 405 mil 696 kilómetros de distancia. Eso es casi 32 Tierras. Cuando está más cerca (apogeo), la Luna está a 363 mil 105 kilómetros de distancia. Eso está entre 28 y 29 Tierras. Parece que estamos más cerca porque no es necesario que uses un telescopio para vernos.

8. ¿Sabías que además la Luna parece que está hecha de queso por todos los cráteres que hay en su superficie?, lo cierto es que todos esos hoyuelos que tiene son resultado de golpes que ha recibido de asteroides o basura espacial durante los 4.5 mil millones de años que tiene. Solo que, a diferencia de la Tierra, la Luna no tiene procesos naturales que le ayuden a borrar esas marcas como la erosión. Incluso las pisadas llenas de polvo de los astronautas que una vez caminaron sobre la luna todavía seguirán aquí y no desaparecerán.



9. A propósito de estas visitas que hemos tenido de humanos, el 20 de julio se celebra el Día Internacional de la Luna, para recordar el aniversario del primer aterrizaje de la humanidad en la Luna como parte de la misión Apolo 11.

10. Me tengo que ir, porque casi amanece y debo dormir, pero cuando lo desees, solo mira al cielo por las noches y seguramente me encontrarás para que charlemos un rato y te siga revelando más misterios de este hermoso satélite y el Universo. Recuerda que hay fases, como la Luna nueva, en las que será difícil verme, ten paciencia, pronto nos veremos de nuevo.




Te lo cuento

Noche antigua

Este libro combina varios relatos de la tradición oral, como el del conejo y el tlacuache, así como una rivalidad inventada entre ambos que sirve para contar lo que sucede en la noche, tras la milpa: las andanzas de un afanoso conejo y un audaz tlacuache que van y vienen por el campo provocando que la Luna cambie de apariencia y que la noche se transforme en día. Este álbum silente está inspirado en el complejo y monumental pensamiento mesoamericano que concibe el origen de las cosas de manera dual; por ello, el también ilustrador de El pozo de los ratones representa múltiples dualidades, como día-noche, vida-muerte, calor-frío, abajo-arriba, oscuridad-luz, entre otros elementos que al oponerse mantienen el equilibrio. Con estas ilustraciones, David Álvarez fue seleccionado para la exposición y el catálogo de la Feria del Libro Infantil de Bolonia en 2015.

Autor: David Álvarez
Editorial: Fondo de Cultura Económica
Año: 2017
Costo: $120




Aventúrate


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