Detenerse a ver las gotas que se aplastan; seguir minuciosas instrucciones para darle cuerda al reloj, para subir las escaleras o para llorar; la sorpresa de vomitar conejitos o adivinar quién o qué es el nuevo huésped que ha tomado la casa: Julio Cortázar hace posible habitar mundos fantásticos a través de sus palabras.
Cortázar, o el Cronopio Mayor, nació el 26 de agosto de 1914 en Bruselas, Bélgica, fue escritor, traductor y guionista. Como su padre era funcionario de la embajada de Argentina en Bruselas, vivió los primeros años de su infancia en ese país, el cual se encontraba tomado por los alemanes; posteriormente, hacia finales de la Primera Guerra Mundial, su familia logró regresar a Argentina, pasando primero por Suiza y luego por Barcelona. Desde muy temprana edad Cortázar se convirtió en un ávido lector: le encantaba leer a Julio Verne, Victor Hugo y Edgar Allan Poe. Fue gracias a su gran pasión por la lectura que, poco a poco, fue formándose también como escritor de distintos géneros como poesía, ensayo y cuento.
Después de pasar tiempo de su juventud en Argentina se trasladó a París, Francia, lugar que adoptó como su hogar; sin embargo, siguió viajando por Europa y Latinoamérica, en donde conoció a grandes amigas y amigos intelectuales como Alejandra Pizarnik, Cristina Peri Rossi, Luis Seoane, Lezama Lima, Octavio Paz, Pablo Neruda, Carlos Fuentes, entre otros.
Sus primeros estudios le permitieron dar clases de Literatura, luego estudió Filosofía y finalmente obtuvo el título de traductor en inglés y francés. Cortázar sentía una gran pasión por las letras, por ello, a la par de sus empleos, ocupaba sus tiempos libres para escribir, además de esto, él también tenía un gran cariño por sus gatos: Teodoro Adorno y Flanelle; y un gran gusto por la fotografía.
Entre sus obras más reconocidas se encuentra su novela Rayuela, los libros de cuentos Bestiario, Final de juego, Octaedro, Queremos tanto a Glenda y las misceláneas La vuelta al día en ochenta mundos, Último round y Prosa del observatorio.
Hoy en día es común que disfrutemos de nuestra película favorita en distintas plataformas, podemos ponerle pausa cuando queramos o incluso repetir una y otra vez nuestra escena favorita, pero... ¿conoces el origen del cine en México?
El cine llegó a nuestro país en 1896, fue exactamente el 5 de agosto cuando se anunció en los periódicos nacionales que se exhibiría un aparato óptico llamado cinematógrafo Lumière y uno de los primeros espectadores fue Porfirio Díaz, además de un grupo selecto de científicos y reporteros en el Castillo de Chapultepec. Unos días después, se realizó la primera función pública en la calle de Plateros, número 9. Pasaron más de 30 años para que comenzara el cine sonoro en México en 1932, con el cual se dio a conocer mundialmente y desde entonces se formó como uno de los países con mayor producción cinematográfica.
A partir del 2017, el Senado de la República declaró el 15 de agosto como el Día Nacional del Cine Mexicano para celebrar y reconocer su importancia cultural y su aporte mundial.
Si te perdiste la programación especial en ¡Clic Clac! para conmemorar este día, te dejamos la lista de reproducción en donde podrás disfrutar algunos de los cortometrajes animados: ¡asómate!
El mundo de los videojuegos ha avanzado de manera significativa y el crecimiento de su uso durante la pandemia de Covid-19 fue asombrosa. Esto, lejos de ser perjudicial, fue fundamental para el desarrollo y socialización de niñas, niños, jóvenes y adultos, pues durante la temporada de aislamiento las plataformas virtuales fueron un punto de encuentro.
También ha cambiado la percepción que se tenía de ellos, pues antes se les consideraba un peligro, como cualquier novedad, sin embargo, múltiples estudios han demostrado que los videojuegos pueden ser una gran herramienta de aprendizaje, para generar empatía, fomentar la creatividad y contribuir al desarrollo de habilidades sociales.
Al ser tan amplio el mundo gaming, a partir de 2008 surgió una iniciativa en España para celebrar a quienes forman parte de él y así fue como el 29 de agosto se nombró el Día Mundial del Gamer.
Debido al aumento en el uso de juegos en línea y la demanda de plataformas, los cybercriminales se interesaron cada vez más por este universo y crearon diversas formas de robar datos, identidades o cuentas, por lo tanto, es importante conocer los peligros que acechan Internet y que conozcas cómo protegerte ante ellos.
Consulta algunos métodos para mantenerte a salvo en los juegos en línea en nuestro sitio: clicclac.mx
Si te gusta la fotografía o quieres dedicarte a esto, debes conocer a la talentosa Tina Modotti, ella nació en Údine, Italia, el 16 de agosto de 1896, fue actriz, modelo, fotógrafa y activista social, que desarrolló gran parte de su obra en México.
Cuando era aún pequeña, a los 12 años, Modotti tuvo que abandonar la escuela para trabajar y apoyar a su familia, sin embargo, eso y compartir con su padre el interés por causas sociales la llevarían a volverse activista social más adelante. A los diecisiete años emigró a los Estados Unidos en donde comenzó su carrera como actriz, fue entonces que conoció a Edward Weston, su mentor en la fotografía. Entre 1923 y 1930 vivió en México, en donde se despertaría su interés por las imágenes cotidianas, no quería captar por el lente de su cámara aquello que ya otros habían retratado, como los paisajes mexicanos; por eso, decidió, junto con Weston, darle mayor importancia a escenas que podían pasar desapercibidas: Tina poseía el arte de ver.
Durante este período se volvió muy cercana a artistas e intelectuales muy importantes como Nahui Ollin, Frida Kahlo, Blanca Luz Brum, Antonieta Rivas Mercado, María Tereza Montoya, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Manuel Álvarez Bravo.
Tina Modotti falleció en la Ciudad de México en 1942. Al ser muy reconocida dentro del medio artístico, ha inspirado a otras y otros artistas, como a la escritora Elena Poniatowska, quien escribió una novela titulada Tinísima.
Autor: Julio Cortázar
Ilustrador: Emilio Urberuaga
Editorial: Libros del zorro rojo
Precio: $325
El discurso del oso es un pequeño cuento escrito por Julio Cortázar, donde narra la vida de un pequeño oso al que le gusta salir a explorar el mundo cuando la gente duerme. Él habita en los tubos de las cañerías de los edificios y cree que lo estiman porque su pelo mantiene limpios los tubos; también camina por todos lados y sube al techo de la chimenea a observar la luna y las estrellas, pero ¿los humanos se darán cuenta de que él vive en las cañerías?
Prepara tus jeans y los tenis que más te gusten porque en estas vacaciones hay distintas actividades para irse a divertir un rato a la Biblioteca de México y la Biblioteca Vasconcelos. Este mes llegan Mis vacaciones en la biblioteca, donde habrá distintos talleres para todas las edades, hasta el 28 de agosto. Aquí te dejamos unas recomendaciones:
Tripulación Armonía
Lunes a viernes, hasta el 19 de agosto, a las 11:00 horas
Ensoñaciones Sonoras
Sábado 20 de agosto, a las 12:00 horas
Animalezas Sonoras
Domingo 21 de agosto, a las 12:00 horas
Para conocer más sobre los talleres y actividades, revisa el link:
https://www.bibliotecademexico.gob.mx/
Disfruta de la película Mi vecino Totoro, gratis en la Biblioteca Vasconcelos
Mi vecino Totoro es una película japonesa realizada por el estudio Ghibli escrita y dirigida por Hayao Miyazaki, considerado como el filme animado más popular en Japón. En ella nos relatan la vida de un padre y sus dos hijas que se acaban de mudar al campo, donde una de ellas descubre la existencia de los totoros, dioses de la selva. Esto desenvolverá toda una aventura para ellas, en la que descubrirán el valor de la amistad y el amor.
Lunes 22 de agosto, a las 16:00 horas
Entrada libre