Pintora, grabadora y muralista, la guatemalteca Rina Lazo arribó a México en 1949, gracias a una beca que ganó en la Academia de Bellas Artes de Guatemala para estudiar en la Escuela de Artes Plásticas “La Esmeralda”, en la Ciudad de México; en nuestro país tuvo la oportunidad de trabajar como asistente del muralista mexicano Diego Rivera y también se vio influida por la pintora Frida Kahlo. Consolidada artista, Rina se desempeñó como docente y junto con su esposo, el también pintor Arturo García Bustos, perteneció a algunas de las agrupaciones más trascendentes de la escena artística del país, como el Taller de Gráfica Popular, el Frente Nacional de Artes Plásticas y el Salón de la Plástica Mexicana.
La poética pictórica de Lazo, que se inscribe dentro del llamado Muralismo mexicano, está fuertemente influenciada por la cultura maya, a cuya cosmovisión dedicó gran parte de su obra desde 1965, cuando reprodujo a escala natural las pinturas mayas del Templo de Bonampak en el Museo Nacional de Antropología y que cristalizó en la que es considerada su obra cumbre, el mural Venerable abuelo maíz de 1995, realizado para el mismo museo. La pintora, además, fue una mujer comprometida socialmente con su época, como da muestra su militancia en el Partido Comunista Mexicano, la cual asoció con su obra creativa, dejando su nombre relacionado a la defensa del patrimonio cultural.
Rina Lazo es una de las figuras más destacadas del Muralismo mexicano y su obra es tan valiosa como la de sus exponentes más renombrados, como Rivera. Destaca asimismo que la pintora produjo hasta los últimos días de su vida, precisamente su última obra, el mural Xibalbá, el inframundo de los mayas, que fue terminada dos días antes de su deceso el 1 de noviembre del 2019. Esta obra, cuyas circunstancias hacen eco del motivo que se plasma en ella, contiene además un autorretrato de la artista, quien aparece guiada por Ah puch, dios de la muerte, hacia la entrada del inframundo. Otro dato interesante es que, además de la influencia innegable del Popol Vuh en esta obra mural, Lazo se inspiró en un viaje que hizo en su infancia a las cuevas de la Candelaria, cerca de Cobán, en Guatemala, para crear la geografía inframundana, lugar al que en la cosmovisión maya se accede a través de las cavidades de la tierra, como las grutas, los cenotes o las cuevas.
Xibalbá, el inframundo de los mayas se exhibe en el Museo del Palacio de Bellas Artes desde el 27 de abril y hasta el próximo 24 de julio. Esta exposición es una ocasión excepcional para acercase al arte de Rina Lazo, quien a raíz de ésta se ha convertido en la primera mujer muralista en exponer en el máximo recinto de las artes en nuestro país, un gesto con el que se busca reivindicar el papel preponderante de las mujeres dentro del muralismo en este 2022, en el que se celebran 100 años de este movimiento artístico.