El peyote, la conexión de una cultura

Por: Brenda Pacheco

Allá en las montañas, en las alturas de la Sierra Madre Occidental que atraviesa parte de Nayarit, Jalisco, Durango y Zacatecas vive una comunidad que no se ha dejado permear por la modernidad, una cultura que diariamente mantiene viva su cosmogonía. Allá viven los wixárikas, mejor conocidos como huicholes, quienes se han convertido en un estandarte mexicano.

A través de figuras y colores, han expresado al mundo la manera en que conciben la vida y las tradiciones ancestrales que los mantienen unidos. Sus creaciones hechas con chaquiras han dado la vuelta al globo de diversas formas: murales, collares, aretes, vestimenta, bolsas, tenis, autos y muchos productos más.

Sus figuras representan parte de su historia. En su arte plasman la concepción que tienen del agua, el fuego, el maíz, pero sobre todo, del peyote, que para ellos no se trata de una planta alucinógena, sino de su espiritualidad, del elemento fundamental para transcender en el mundo, porque es un descendiente del Sol.

En busca del peyote, año con año los huicholes emprenden camino hacia Wirikuta, lugar sagrado donde realizan rituales para pedir por la vida y el sustento; es ahí donde emerge la esencia huichola, ahí nació el Sol para ellos. Es ahí donde el peyote los conecta con su tradición y algunas veces les dicta qué plasmar en su arte, así lo aseguran los wixárikas.

Toda esa herencia corre gran riesgo debido a los conflictos contra aquéllos que pretenden expandirse en su territorio, sin considerar las consecuencias culturales. Es por eso que diversos artistas han iniciado proyectos para mantener su identidad.

Si buscas una oportunidad para internarte en la cosmovisión huichola a través de su arte, su música y su gastronomía, no dejes de asistir al Festival Xaveri, cuyo objetivo es apoyar y difundir esta cultura indígena. Desde la colonia Roma Norte te podrás transportar a las montañas wixárikas. El 12 y 13 de agosto en el Foro Indie Rocks! de la Ciudad de México.