La imagen del Holocausto ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, que persiste en el inconsciente colectivo, es la de unos cuerpos rotos, desnudos y abandonados, con la mirada perdida en el horizonte ante la aceptación de un cruel final obligado y la impotencia de no poder cambiar la realidad cimbrada por las cercas de alambre y las ballestas, la realidad de la Shoah, de la catástrofe. Pero esos cuerpos, esas voces acalladas, ¿a quiénes pertenecieron?, ¿cuáles eran sus nombres?, ¿quiénes fueron?
En la región del este de Europa y tras la Revolución rusa de 1917, se llevaron a acabo profundas transformaciones políticas, sociales y culturales, con el fin de edificarse como "el país más libre del mundo". En este sentido, Lenin lanzó un decreto para la integración de los diferentes actores sociales, en el cual los integrantes de la comunidad judía pasaron a ser ciudadanos soviéticos, apartándose tanto de su herencia cultural y religiosa, ubicándose principalmente entre Ucrania, Lituania y Polonia y que, paulatinamente recuperaron, en alguna medida, su identidad.
Sin embrago, su lamentable pasado no era nada en comparación con lo que vendría: la invasión alemana del 22 de junio de 1941, la cual comenzó en territorio soviético y además de la conquista de los territorios y el derrocamiento del comunismo, la finalidad era a su vez, la aniquilación de los eslavos y así también, la de los judíos de Europa.
Ante la traición del pacto germano-soviético, Stalin recurrió a la fuerza de los medios de comunicación, principalmente el de la prensa y, por otro lado, a los directores de cine para que realizaran filmaciones a lo largo de los territorios invadidos, esto con el fin de enaltecer el trabajo del ejército soviético y llamar así a la población a apoyar a las fuerzas armadas.
Dicha estrategia había sido empleada con anterioridad con fines de unificación ideológica, ejemplo de ello son las obras de directores como Eisenstein o Vertov, que enaltecieron los diversos acontecimientos políticos y revolucionarios, erigiendo en gran medida, el espíritu nacionalista y constituyendo un fuerte sentido de identidad en la población, por lo que, de nueva cuenta, se emplearía el efecto de las imágenes sobre la conciencia de la población.
Bajo estas instrucciones, diversos camarógrafos soviéticos realizaron la encomienda. Sin embargo, se encontraron con una realidad sumamente distinta, una versión diferente de lo que fue la Shoah -catástrofe en hebreo- y recopilaron situaciones e imágenes que fueron conscientemente censuradas, escondidas, e incluso, destruidas, que saldrían a la luz más de tres décadas después y que son la prueba de una historia condenada: la de tres millones de judíos que perecieron en el olvido.
Para recordar la tragedia y como parte de la Conmemoración del Día del Holocausto -27 de enero- Canal 22 presenta el documental Shoah: los olvidados de la historia este lunes 22 de enero, a las 22:30 horas, a través de Visión periférica.