Leonora Carrington, la anti musa del arte

Por: Everth Bolaños


Una vez un perro le ladró a una máscara que hice, ha sido el comentario más honorable que he recibido.

Leonora Carrington

Hace casi 10 años conocí a Leonora a través de sus obras, gracias a una exposición a la que tuve la oportunidad de asistir. No necesité de mucho para saber que ella se convertiría, sin duda, en una constante en mi vida. Y es que cómo no serlo, ¿cómo no seguir a una mujer libre?

Este 6 de abril se festeja el centenario del nacimiento de la artista, razón por la que se llevarán a cabo una serie de eventos imperdibles tanto para los amantes de la pintora como para aquellos curiosos que quieren conocer un poco más sobre ella. Éstos finalizarán en 2018 con una magna exhibición en el Museo de Arte Moderno.

La celebración da inicio el día de su cumpleaños en la Biblioteca de México con la muestra Leonora 100 años en la que se reúnen fotografías, esculturas, libros, además de copias de su correspondencia y estará hasta el 9 de julio.

Pero, ¿quién es Leonora Carrington? Pintora, escritora, dramaturga, alquimista, surrealista, junguiana, cocinera, vegetariana y astro-extraña; todo al mismo tiempo. Nació en 1917 en Lancashire, Inglaterra, dentro de una familia acomodada, de la cual se rebeló en numerosas ocasiones al rechazar todas aquellas imposiciones sociales que no le permitían ser realmente quien quería y la alejaban de su gran pasión: el arte.

Pese a que desde muy joven comenzó sus estudios de pintura, sería hasta que conoce a Max Ernst, uno de sus grandes amores y mentor, que descubre una nueva realidad llena de sueños y recovecos por explorar. Desafortunadamente, la relación entre ambos duró muy poco, debido a la Segunda Guerra Mundial que hizo que encarcelaran al artista y que ella tuviera que huir de Francia por la ocupación nazi. Fue justo en este período que la internaron en un psiquiátrico, hecho que dejó una marca que sería reflejada en su trabajo posterior.

En 1941, seis meses después de su encierro en el hospital, escapa y encuentra refugio en México con la ayuda de su amigo Renato Leduc, con quien se casa para poder viajar. A partir de ese momento, este país se convierte en su hogar al brindarle una gama de colores, magia y tradiciones que le permitieron ser finalmente ella misma.

La novia del viento, como Ernst la llamaba, es considerada el último eslabón del surrealismo en México, gracias a su trabajo dentro de esta vanguardia. Cabe destacar que conoció y fue amiga de grandes artistas de la época, como André Bretón, Salvador Dalí, Joan Miró, Pablo Picasso, Octavio Paz, sin olvidar a su mejor amiga y cómplice de aventuras Remedios Varo.

Leonora nunca quiso ser la musa de nadie, ella solo vivía para su mundo, ése que aseguraba la había inventado. Aunque murió el 25 de mayo de 2011 a causa de una pulmonía, yo prefiero pensar que fue por evaporación lenta, como ella siempre quiso que ocurriera y que su esencia continúa habitando en cada una de sus obras.