Para dar la vuelta

Museo Vivo del Muralismo, el lugar donde el arte y la historia conviven

Ricardo Javier Correa Herrejón
Gaceta Nº 249 - 16 de diciembre, 2025


Entre las empedradas calles del Centro Histórico se erige un recinto de la época colonial, que desde su edificación en 1639, ha sido utilizado con diferentes propósitos que van desde espacio religioso y vivienda particular, hasta una escuela de diferentes ramas como el arte, la jurisprudencia y la enseñanza pública.

Sin embargo, desde hace más de 100 años, el edificio ubicado entre las calles de República de Venezuela al norte, Luis González Obregón al sur, República de Argentina al este y República de Brasil al oeste, ha funcionado como sede de la Secretaría de Educación Pública y, recientemente, también como un espacio destinado a la cultura, por lo que en esta edición de Para dar la vuelta, te contamos sobre el Museo Vivo del Muralismo, un sitio que promueve el valor del movimiento muralista en nuestro país.

Inaugurado el 25 de septiembre del 2024, el Museo Vivo del Muralismo funge, entre otras cosas, como un lugar en el que el arte y la historia conviven para fortalecer los saberes, conocimientos y experiencias transmitidas por los murales, propiciando el reconocimiento del patrimonio artístico y simbólico, desde una perspectiva diversa.

El museo cuenta con diferentes salas, entre las cuales se encuentran La pintura a tus sentidos, un espacio multisensorial con cuatro estaciones inspiradas en los murales del edificio que brinda una aproximación visual, olfativa, sonora y táctil; la sala Murales y su interpretación ofrece una introducción que permite identificar y conocer los materiales y las herramientas aplicadas en las pinturas que forman parte del patrimonio artístico del Museo Vivo del Muralismo.

Además de las salas con temática referente a los murales, el recinto cuenta con espacios llenos de historia y cultura, como los antiguos Salones Históricos, donde se brinda un recorrido que comienza con el Salón Benito Juárez, continúa con Emiliano Zapata, Simón Bolívar, Justo Sierra y termina en el despacho de José Vasconcelos. La sala de lectura Luz Jimenez, en honor a la escritora de origen náhuatl, y la biblioteca Aurora Reyes, en reconocimiento a una de las pioneras del muralismo en México, son un espacio para la promoción de la lectura con actividades como charlas literarias. Asimismo, el museo cuenta con talleres de diferentes actividades que van desde escultura, pintura y música, hasta danza y teatro.

Sin embargo, el principal atractivo del museo son sus paredes decoradas con murales pintados por Diego Rivera, quien por invitación de José Vasconcelos, primer Secretario de Educación Pública, inició los trabajos en 1923 y los concluyó en 1928. Los murales plasman distintas escenas de la vida nacional mediante la técnica del fresco y están conformados por 117 páneles a lo largo de más de 3,000 metros cuadrados. Están distribuidos en dos patios con murales que representan diferentes paisajes, figuras, fiestas populares, tradiciones y momentos históricos de México como las relacionadas a la explotación que se suscitaba en el campo, talleres, fundidoras y las minas antes de la Revolución Mexicana y el cambio social que prometía la Posrevolución. Destacan murales como La liberación del peón, La maestra rural, Los frutos, Distribución de armas, El que quiera comer que trabaje, Día de muertos, Las danzas y La quema de los judas.

Los dos patios que conforman el museo están comunicados por una escalera decorada con el mural Patricios y Patricidas de David Alfaro Siqueiros, que junto con otros 15 artistas, entre los que se encuentran Jean Charlot, Amado de la Cueva, Federico Canessi, Manuel Centurión, Roberto Montenegro, por mencionar algunos, se encargaron de pintar los murales.

Además de lo ya mencionado, el museo ofrece recorridos relacionados a alguna efeméride especial del mes, y durante los viernes y domingos de diciembre, se concentrará en el Día Mundial del Migrante, conmemorado el día 18 con la intención de promover el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas que se trasladan a otros países. Entre las obras que conforman el itinerario, se encuentra una reedición del Mural de Taniperla, una pieza colectiva creada a finales de los años 90 por la comunidad homónima en Chiapas con la participación de hombres y mujeres de 12 comunidades aledañas. El recorrido comienza a las 16:00 horas y, así como las otras actividades que ofrece el museo, no tiene ningún costo.

Su innegable valor histórico, cultural y la implementación de diversas formas de aproximarse al contenido del museo, tales como la incorporación de experiencias sensoriales que incluyen el tacto, el olfato y el oído, al igual que la realización de actividades interactivas, permiten a los visitantes una relación más cercana con las obras, lo cual convierte al Museo Vivo del Muralismo en una visita obligada en la que coexisten el arte, la historia y el diálogo.



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