El Librero

El reflejo de la historia mexicana en las letras de Luis Spota

Itzel Huerta
Gaceta Nº 239 - 16 de julio, 2025


Lastimosamente, el periodismo se ha convertido en una de las profesiones más peligrosas de ejercer en el mundo; desde hace más de cinco años, México figura como uno de los países más peligrosos para los periodistas - destacando que no es una nación que se encuentre en guerra -, tan solo el año pasado, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) reportó cinco asesinatos, una cifra menor en comparación al 70% que representa Israel, pero con un significado igual de alarmante. Por otro lado, el informe Nadie garantiza mi seguridad (2024) del movimiento global Amnistía Internacional, señala que el CPJ ha registrado 88 asesinatos de periodistas y otro personal de medios de comunicación en México desde 2012 y ha verificado que el asesinato de 37 de esas personas guardaba relación con su trabajo.

Esta situación se ha agudizado en México. Actualmente influyen otros factores sociales, políticos y económicos distintos a los que se vivían el siglo pasado, de eso hace registro el periodismo de investigación, una modalidad de la profesión que revela información sobre casos o situaciones específicas que suelen sacar a luz asuntos relacionados con injusticias, corrupción, delitos o distintas irregularidades. Por ello, las notas y los reportajes han sido, en muchas ocasiones, el motivo que ha condenado a los periodistas a recibir algún tipo de reprimenda que va desde persecución, secuestro o muerte.

Si el periodismo ha encontrado una especie de refugio para contar historias, ha sido a través de la literatura, pues la novela es el género literario en el que distintos escritores han reflejado parte de sus indagaciones, deducciones y averiguaciones, echando mano de una narrativa extensa combinada con la ficción para crear un relato verosímil.

Luis Mario Cayetano Spota Saavedra Ruotti Castañares, mejor conocido como Luis Spota, nació en la Ciudad de México el 13 de julio de 1925. Es uno de los periodistas más relevantes del siglo pasado, pues además de ser novelista, dramaturgo, comentarista de radio y televisión, fue también director, argumentista y guionista de cine. Este 2025 se conmemora el centenario de su natalicio, motivo por el cual dedicamos este Librero a uno de los periodistas más influyentes de la literatura mexicana, quien en sus obras registró los cambios políticos y sociales que atravesaba el país, así como el desarrollo de historias de denuncia social y abuso de poder.

La Enciclopedia de la Literatura en México señala que la formación de Luis Spota fue principalmente autodidacta, ya que sólo cursó la primaria y parte de la secundaria, aunque desde temprana edad mostró interés en las letras y la literatura. Comenzó a escribir cuentos desde muy joven, teniendo contacto con El Universal Gráfico, medio en el que publicó su primer cuento, posteriormente trabajó como fotógrafo y aprendiz de periodista, reportero, asistente de director en la revista Así, hasta convertirse en colaborador del diario Excélsior en 1942; durante su estadía fue enviado a la gira que conformaba la campaña presidencial de Miguel Alemán, estableciendo a partir de ahí relaciones cordiales con la mayoría de los presidentes mexicanos. Entre sus obras más destacadas se encuentran Casi el paraíso (1956), La carcajada del gato (1977) y El coronel fue echado al mar (1984), por mencionar algunas.

Después de esta breve semblanza, me detendré en este punto para enfatizar el vínculo que desarrolló con distintos personajes del ámbito político, principalmente asociados al PRI, uno de los probables motivos por los cuales fue cuestionado por sus textos, pues, aunque no tuvo tanto reconocimiento por parte de la crítica, trascendió en la historia como un buen escritor, uno que fue pionero en el periodismo de investigación. Luis Spota escribió más de 30 novelas en las que retrató la estructura política bajo la que se ha edificado México desde hace más de 75 años. En sus historias se relatan sobornos, manipulaciones, conversaciones y situaciones que muy seguramente se han seguido repitiendo debido a que el sistema bajo el que opera el país sigue respondiendo al mismo sistema hegemónico. Distinguiendo la relevancia de su estilo literario, retomamos algunas de sus obras que destacan momentos trascendentales de la historia mexicana.


Las horas violentas


En esta obra, nos adentramos en el interior de una empacadora de alimentos que se va a huelga tras exigir la reincorporación de cuatro trabajadores cuyo despido se suscitó injustificadamente. El autor nos presenta a Marcos Luquín, un líder sindical y a Mr. Perkins, gerente de la empacadora, dos personajes principales que protagonizarán charlas, decisiones, propuestas, traiciones, sobornos y chantajes sobre un escenario que se disputa entre la justicia sindical y turbios intereses políticos. Esta obra de 1958 desarrolla conversaciones, encuentros y decisiones que sostuvieron los líderes, escuchando a sus gentes y tomando en cuenta los fines que cada uno defendía, demostrando también la existencia de otros intereses disfrazados que se justifican en nombre de la justicia social aplicando el abuso de poder.

Esta obra es un retrato hablado sobre el charrismo sindical, un término que se adjudicó a los líderes sindicales corruptos que eran aliados de empresarios o autoridades gubernamentales que buscaban sus propios intereses en nombre del bien común; uno de los motivos que hace relevante a esta obra es que se publicó durante el movimiento ferrocarrilero de 1958 en México, que tuvo como objetivo expulsar el charrismo sindical y luchar por los derechos de los trabajadores. Dicho movimiento fue un precedente importante en la historia de los derechos laborales, pero, aún parece oportuno preguntar, ¿se han terminado las turbias maniobras en la defensa de los trabajadores?


Días de poder


Las primeras páginas de esta obra de 1985 narran un atentado en contra de una pareja que guarda parentesco con el presidente en turno; conocemos el proceso de averiguaciones, de sospechas, de estimaciones sobre los personajes que se encuentran cerca del poder, quienes apadrinan y los elementos que toman en cuenta para elegir a un candidato. Como parte de la trama se desarrollan asuntos confidenciales que giran alrededor de Ubaldo Real, el presidente de una ficticia República Mexicana y un Comando Nacional de Protesta que alega por sus propios intereses.

Censura, extorsión, manipulación y acusaciones son ejes centrales que denotan en la vida de un presidente mientras se exhiben las influencias que los vínculos personales pueden tener sobre las decisiones de quienes gobiernan, ¿eso habrá cambiado en la actualidad?


La plaza


Siendo testigo del movimiento estudiantil de 1968, no es de extrañar que Luis Spota escribiera sobre tal suceso. Publicada en 1972, esta novela, al igual que las contemporáneas, recupera testimonios, boletines, publicaciones y materiales de conocimiento público, siendo la historia de un padre de familia que busca venganza por la muerte de su hija el eje conductor de esta historia.

La impartición de justicia, los juegos psicológicos y la reconstrucción del ambiente es una mezcla de consignas estudiantiles y noticias de la época narradas con el particular estilo de Spota, aunque tuvo que rehacer esta novela tras acusaciones de plagio.

La relevancia de la obra de Luis Spota se distingue por reflejar en sus novelas la manera en la que se han suscitado ciertos procesos políticos y sociales como los que acabamos de recuperar. Siguiendo este mismo rubro, la serie La costumbre del poder, conformada por Retrato hablado (1975), Palabras mayores (1975), Sobre la marcha (1976), El primer día (1977), El rostro del sueño (1979) y La víspera del trueno (1980) han trascendido como obras que narran de manera particular la política mexicana por medio de la historia de un candidato presidencial y su paso por el poder.

Su legado ha sido estudiado por diversos académicos que han analizado el trabajo periodístico en su obra literaria, la hábil manera en que sus letras reconstruyen atmósferas particulares y la trascendencia que han cobrado sus novelas como reflejo de la historia mexicana.


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