Como cada año, Guadalajara albergó en sus salas los estrenos de la escena cinematográfica nacional e iberoamericana en el festival de cine más longevo de México. Este escaparate para el séptimo arte es a la vez un intercambio de conocimientos, ideas y culturas; por ello, en esta edición de Top Cine, y de la mano de Marquesina, nos unimos a la difusión de algunas historias que nos esperan próximamente en salas y cuyas narrativas son parteaguas o resultado del camino que nuestro país exige trazar, con vínculos a nuestras raíces, a nuestro arte y a nuestra historia.
Yovegami y el arte de abrirse caminos… Yovegami Ascona Mora es originario de San Juan Guichicovi, un pueblo ubicado en la sierra mixe de Oaxaca, y en su ópera prima, la playa de Boca Vieja, tierra oriunda de su familia materna, es el lienzo que retrata la historia. Al suroeste de Huatulco, esta tierra pródiga para el cultivo en el verano es también una zona de destrucción y renovación cíclica. Cada año, la playa tibia de su mar se contradice con la temporada de lluvias, momento en donde las olas azotan contra el territorio de habitantes que, por tradición, perseverancia o terquedad, reconstruyen sus casas y sus vidas.
Esta playa es parte del poblado de Bajos de Coyula, lugar que sobrevivió a la expropiación del territorio que arrasó con Huatulco, sin embargo, sus habitantes defendieron la tierra que les pertenecía.
No es la primera vez que Yovegami retrata el México contrastante que le rodea, pues en su corto Sones mixes en la ciudad, (2012), Ascona explora el ser migrante en tu propio país, cuando personas provenientes de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, se asientan en las periferias de la ciudad, en Chimalhuacán, y a través de su música recrean su cultura y formas de vida, con las tristezas y alegrías de dejar su tierra para ir tras la promesa del mejor.
Otro resultado de la mirada del director fue Los que están por nacer, (2017) que da voz a la comunidad mixe de ayuuk, una cultura en plena conexión con la Madre Tierra, que provee de protección ante situaciones de alegría o tristeza. Es a ella a quien le entregan el bienestar de quien va a dar a luz y de quien está por llegar.
No le des preocupación en su amanecer, en su atardecer, en su ocupar y en sus andares; dale sosiego en su parto, en sus días y sus noches […]
Con estas palabras, Gláfira Figueroa Pineda, abuela del director, acompaña el ritual que prepara la llegada de su bisnieto a una tierra que está cambiando, en donde el agua ya no brota y los árboles se desparraman sobre los suelos.
El deporte de alto rendimiento y la discapacidad visual hacen mancuerna en este documental que sigue los pasos de tres corredoras, Daniela Velasco, de la CDMX; Adriana Carrillo -quien ahora practica golbol- de Zapotlanejo; y Mónica Rodríguez, originaria de Ciudad Guzmán.
Daniela, de 29 años, ha representado a México en los juegos paralímpicos de Londres 2012, cuando se llevó el bronce, después en Rio 2016, Tokio 2020 y finalmente en la más reciente edición de París 2024. Por su parte, Adriana, de 26 años, representó por primera vez a nuestro país en golbol en los Juegos Parapanamericanos de Santiago en 2023 luego de haber sido la primera en calificar en la rama femenil durante el Campeonato Mundial en 2022. Y finalmente Mónica, de 36 años, quien se consagró campeona de los 1500 metros T11, llevándose la justa dorada durante los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021, que además significó el número 100 en la historia de estos Juegos.
Este documental celebra la fuerza y la resiliencia de los atletas paralímpicos de alto rendimiento, y la realización del material comenzó con el objetivo de narrarse en realidad visual para poder recrear el mundo de la ceguera. Fue, durante el desarrollo de esta primera idea, que el director se acercó a Daniela Velasco y descubrió que la historia tenía mucho más para dar. Adriana, quien fue la última en integrarse a este proyecto cinematográfico, también participó en la postproducción de este documental, pues fue la encargada de la dirección de sonido.
Inspirada en el libro homónimo de Elena Poniatowska, Leonora retrata los pasos de la artista, desde sus orígenes europeos, hasta su llegada a México. Esta coproducción internacional es protagonizada por Olivia Vinall y contó con una cuidadosa selección de los escenarios bajo la promesa de sumergir al espectador en el mundo de Carrington.
Desde el misticismo de Xilitla y el Jardín de Edward James, lugar que guarda una estrecha relación con Leonora, pues a su llegada de Europa encontró refugio en este sitio; pasando por la exuberante Ciudad de México, en donde la pintora se estableció y desarrolló su carrera, y siguiendo sus primeros pasos en París e Inglaterra, lugares que vieron crecer la relación de la también escultora, con Max Ernst y la fuerte influencia – aunque ella nunca se reconocería como tal – del surrealismo en sus obras, esta cinta comienza a finales de los años 40 y aborda la importancia de las relaciones que tuvo Leonora Carrington con personas que fueron clave en su vida, como Remedios Varo, Chiki Weisz, y por supuesto, Edward James.
Cerramos este listado con una cinta que es también el primer largometraje cien por ciento mexicano realizado con la técnica de stop motion. Dirigida por los hermanos Ambriz, Frankelda llegó por primera vez a la pantalla chica con Los sustos ocultos de Frankelda, una serie de cinco capítulos que sigue a una escritora fantasma que narra historias de terror en donde niñas y niños se enfrentan a sus peores miedos.
Esta suerte de precuela para Frankelda, llega ahora a la pantalla grande – convirtiéndose en la ópera prima de los directores - y en esta ocasión, una humana es quien visita el mundo de los sustos, el nombre que recibe en este universo el mundo de los monstruos.
Una técnica artesanal creada con marionetas, dio vida a esta cinta que es una oda a la fantasía, a la imaginación y a las y los escritores. Cada cuadro está pensado para retratar una cultura ancestral, y la majestuosidad de sus escenarios contó con la influencia de Gustave Doré y sus grabados de La divina comedia. La realización tomó más de 60 sets, más de 100 marionetas y dos años de trabajo.
Todas estas cintas están por estrenarse en lo que resta del año; paciencia, porque aún hay algunas que no tienen fecha programada de estreno, pues siguen dando la vuelta al mundo por festivales, pero sin duda, son una gran oportunidad para mirar el panorama general de cómo se está moviendo México en el escenario mundial del séptimo arte y celebrar nuestras múltiples expresiones culturales.