El mezcal, más que una bebida, es un universo. Es historia, fuego, geografía y también herencia viva. Cada trago transporta no sólo el corazón del agave, sino también al pulso del territorio donde nace. Pero ¿qué sucede cuando el sabor viene acompañado de una voz colectiva, de una identidad que ha resistido en silencio y que ahora se sirve en copa con orgullo y belleza?
En esta edición de Cultura para el paladar, te invitamos a sumergirte en la historia de Tejemaneje, una marca de mezcal que no se define por una sola región ni por un solo sabor, sino por una red de mujeres michoacanas que han encontrado en el mezcal una forma de expresión, de oficio y de comunidad. A lo largo de esta nota conocerás a las cinco maestras mezcaleras que le dan cuerpo y alma al proyecto; dando un recorrido por sus procesos artesanales, sus paisajes ilustrados en cada etiqueta, sus propuestas sensoriales y su forma particular de compartir una bebida que es también un acto de memoria y colaboración.
Este recorrido va más allá del gusto, es una celebración de lo que las mujeres son capaces de construir cuando se unen, cuando comparten sus saberes, y cuando lo hacen con la tierra como aliada. Tejemaneje es el punto de cruce entre tradición y transformación.
Tejemaneje no es un nombre cualquiera. Es una palabra que evoca movimiento, conexión y dinámica cotidiana. En el contexto de esta marca, alude al tejido de voluntades, saberes y oficios que convergen para dar forma a una bebida ancestral con rostro femenino. Fundada como una marca colectiva de mezcales artesanales, elaborados por cinco maestras mezcaleras michoacanas, Tejemaneje es también una estrategia de resistencia y visibilidad en una industria históricamente dominada por hombres.
Este proyecto no sólo distribuye bebidas: construye relatos. A través de la colaboración entre las maestras mezcaleras, cada una con su propia vinata, estilo, método y comunidad, se teje una red de producción y apoyo mutuo que permite mantener viva una tradición profundamente enraizada en los cerros, los pueblos y los fogones de Michoacán.
Las protagonistas de esta historia son:
Cada una de ellas no solo produce mezcal: genera una experiencia ligada a su entorno, su linaje, su voz. Su trabajo no comienza al encender el fuego ni termina al sellar la botella, empieza con la elección del agave, el conocimiento del clima, la preparación del horno de pozo, la paciencia para esperar la fermentación y el dominio técnico del alambique.
Este saber, transmitido por generaciones o aprendido en medio de obstáculos, es una forma de afirmación y de reconstrucción. Tejemaneje le da rostro, reconocimiento y nombre propio a cada una de estas maestras, que durante años han trabajado en silencio, sin dejar de sostener con firmeza la esencia del oficio mezcalero.
Cada mezcal de Tejemaneje es fruto de un proceso artesanal profundo, donde no existe el apuro, y donde, en su mayoría, se hace a mano. Todo comienza con la selección de agaves, ya sean cultivados, como el Espadín, o silvestres, como los Cupreata, Barril o Arroqueño, que son cocidos en hornos de tierra con leña, triturados en algunos casos con tahona y en otros con hacha, fermentados con levaduras naturales en tinas de madera o piedra, y destilados en alambiques de cobre rústico.
En Tejemaneje, la experiencia sensorial comienza antes de abrir la botella. La identidad visual del proyecto es una de sus grandes fortalezas. Cada etiqueta es una ilustración basada en los paisajes, hogares, herramientas y animales que forman parte de la vida cotidiana de las maestras mezcaleras. Cerros, hornos, animales de la región, árboles y casas aparecen integrados en una estética que no busca ser exótica, sino establecer familiaridad.
Tejemaneje no es únicamente una marca de bebidas alcohólicas: es un proyecto de desarrollo local, de comercio justo y de divulgación cultural.
La marca no se presenta como una simple proveedora: se entiende como una aliada que comparte saberes, herramientas y experiencias.
Tejemaneje se distribuye directamente en bares, restaurantes y espacios gastronómicos interesados en productos con valor cultural y enfoque sustentable. También se encuentra disponible en experiencias privadas, catas guiadas, ferias de productores y colaboraciones con otras marcas.
En Ciudad de México, San Miguel de Allende, Querétaro, Cancún y Morelia, han comenzado a abrir canales de presencia más constantes. La venta se realiza por contacto directo, a través de redes sociales o por medio de su página oficial www.mezcaltejemaneje.com donde también comparten contenido relacionado con las maestras, sus vinatas y el quehacer mezcalero.