Los hilos entretejen historias, culturas, narrativas y herencias. La bocamanga del sarape y el colorido entrelazado de la bolsa del mandado forman parte de la cultura popular de México, país cuya riqueza cultural es tan megadiversa como la natural.
Los paisajes biodiversos de su arte representan cada uno de los entornos en que estas piezas habitan, así como a los artesanos que están detrás, aquellas manos que transforman la materia prima en objetos de colores y formas caprichosas.
Las prácticas artísticas provienen de tradiciones ancestrales que se han movido dinámicamente a través de la historia y son resultantes de la voluntad colectiva y de la sensibilidad de las diversas comunidades que las realizan. Es por lo anterior que en este Para dar la vuelta te llevamos por dos exposiciones que reflejan la sociedad y la cultura de nuestros pueblos, así como las actividades humanas que atravesaron una metamorfosis desde la subsistencia para transformarse en creación estética.
En esta exposición, Claudia Ponce de León, Caya, explora el significado de tres elementos de nuestra cultura: el rebozo, el maíz y el mandado. Un llévele llévele; de a cinco de a cinco pesos; ¿qué va a llevar joven?, salpican las paredes acentuadas con 22 piezas de vitrofusión que recuerdan nuestra identidad.
Entre colores y frases, la exposición se vuelve una invitación a la reflexión sobre estos elementos y su simbolismo.
¿Qué representa el maíz en nuestra mesa?, ¿Qué culturas se han fusionado con la nuestra para la creación de materiales?, ¿Cómo le hicimos para mantener viva la ancestralidad del mercader?
Esta exposición estará disponible hasta el 27 de abril, y se encuentra en la sala Pieza del Mes del Museo de Arte Popular (Revillagigedo 11, esquina Independencia, Centro Histórico de la CDMX). El costo de la entrada es de $60; sin embargo, los domingos la entrada es gratis.
Este es un recorrido histórico por la riqueza y profundidad del arte textil de los pueblos originarios de México.
153 conjuntos y piezas textiles conforman esta exposición que, a lo largo de sus hilos y colores, se convierten en memoria viva del desarrollo y la evolución del arte textil en México. Estas piezas rigurosamente seleccionadas por Octavio Murillo Álvarez forman parte de la colección Santander-Serfin.
Cuatro ejes guían este recorrido: Legado de nuestras abuelas, que define aquello que se considera textil y, de manera cronológica, se aborda su evolución en México a partir de una tradición mesoamericana; las otras bóvedas describen la conformación de la Colección Santander-Serfin de indumentaria y su relevancia en el acervo nacional e internacional en el que se encuentran piezas de valor incalculable.
El tercer tema Pensamiento y técnicas textiles aborda el brocado de trama, labrado de urdimbre, tejido en curva – una técnica endémica de México – entre otras. Además, explora la tecnología del tejido en telar de cintura y plantea una reflexión sobre el arte y la importancia de reconocer y dignificar las manifestaciones textiles como creaciones artísticas de gran valor.
Esta exposición disponible en el Museo de Historia Mexicana (Dr. José Ma. Coss 445, Centro, 64000 Monterrey, N.L.) se presenta en el marco del Año de la Mujer Indígena, y se podrá disfrutar hasta el 10 de agosto. El costo de entrada es de $40; pero los martes y domingos la entrada es gratuita.
México es un país de contrastes, y cada uno de nuestros territorios y rincones tiene una identidad tan impregnada, que goza de una identidad única y variada. Por supuesto, es gracias al artesano que la riqueza cultural se regenera, germina y despliega sus alas a la vida diaria de los mexicanos, ya sea en enseres domésticos, ornatos o juegos; y es una manifestación que se expresa con igual vigor en los eventos de vida que en los de muerte.