Tan diverso el mundo del cine y tan corto es el tiempo para conocer propuestas más allá de los títulos que invadan las carteleras. Adaptándonos a los nuevos tiempos, donde ir a una sala de cine no es viable (por salud pública), tenemos otras opciones, como el puñado de servicios de streaming que brotan cual margaritas en primavera, últimamente. Sin embargo, los espacios televisivos siempre están ahí, eligiendo por nosotros y ahorrándonos tiempo en la búsqueda del qué ver. En ese sentido Canal 22 es un referente de la programación cinematográfica en televisión, con una cuidada selección de títulos que van de los clásicos de culto y cine de temática LGBT, a cintas multipremiadas y cine mexicano. En este último rubro, se caracteriza por dar cabida a proyectos no comerciales de jóvenes talentos nacionales, como es el caso de la Muestra fílmica del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).
El CCC, fundado en 1975, es una de las grandes instituciones de formación cinematográfica en el país; de ella han emergido nombres tan reconocidos como Elisa Miller (Ver llover), Rodrigo Plá (La zona), Carlos Carrera (La mujer de Benjamín), David Pablos (Las elegidas), Jorge Michel Graú (Somos lo que hay), Tatiana Huezo (El lugar más pequeño) y Juan Carlos Rulfo (En el hoyo).
En esta ocasión, Canal 22 tendrá, en su espacio dedicado al séptimo arte, cinco días consecutivos para poder disfrutar del trabajo de estudiantes de cine, del miércoles 20 al domingo 24 de enero, a las 22:30 horas. En este Top #CineSinCortes, te contamos de qué va esta Muestra fílmica del CCC, que incluye proyectos de corto y largometraje.
El miércoles 20 inicia la Muestra con tres cortometrajes: Lacus, de Ignacio Miguel Ortiz, hace un recorrido por los grandes lagos del Valle de México, como el lago de los Reyes Aztecas, las lagunas de Xico, el lago Nabor Carillo, el lago del Bosque de Tláhuac, los cuales, junto con otros depósitos acuíferos, fueron un sistema natural para regular la temperatura de la capital del país y que, al desaparecerlos, se ha creado un desequilibrio ecológico casi irreversible; Adiós, adiós, adiós, de Ricardo Castro, es la reflexión de una infancia idílica y la pérdida de una madre, a través de una narrativa ágil, divertida, nostálgica y, sobre todo, emotiva; y Crescendo, de Percival Argüero Mendoza, narra la historia de Victoria, una violinista que aspira a un puesto dentro de un prestigioso cuarteto de cuerdas. La noche previa a su audición, Victoria asiste a una fiesta con la única intención de congraciarse con Antonio, líder y profesor. Cuando él intenta seducirla, ella descubre que su talento como violinista no será el único factor decisivo en la contienda por el puesto, por lo cual se ve forzada a participar en un juego de poder que la hace dudar de su propia libertad.
El jueves 21, se presentan: La Isla Galápagos mexicana, de Tania Claudia Castillo, filmado en medio del Desierto Chihuahuense, donde hay pozas de agua en las que habitan los organismos más antiguos que existen en nuestro planeta. Debido a la diversidad biológica que existe en las aguas de Cuatro Ciénegas, los científicos las comparan con las Islas Galápagos, sin embargo, actualmente este lugar se encuentra en riesgo; Sonreír, de Francisco Fernández Andrew, donde un sicario que practica chistes con sus víctimas decide desobedecer a su jefe para hacer su sueño realidad, convertirse en un comediante televisivo; y Del silencio, de Horacio Romo Mercado, donde, inspirado en un hecho real y una reflexión sobre la idealización del amor frente a la construcción cotidiana del mismo, una joven pareja, al borde de la separación, deberá reconsiderar su futuro al enterarse de la llegada próxima de un bebé.
El viernes 22, se transmiten los cortos: En color, de James Lucas. En esta historia, Ulises siente que no puede decirle a nadie que está enamorado de su mejor amigo y su único escape es la música que habita en su mente; Encerrada, de Mateo Miranda Magis, con locaciones en el Parque Nacional Las Estacas y la Roma Sur, muestra a un músico cegado por su ambición, que no se detendrá ante nada, incluso si implica hacerle daño a su musa; y El final del principio, de Tania Claudia Castillo, donde Nadia, una clavadista profesional, solitaria y dedicada, mientras se prepara para la última competencia de su carrera, sufre una desilusión amorosa, lo que afecta su estabilidad emocional; un retrato sobre el doloroso desencanto de la primera relación adulta.
El sábado 23, se estrena el documental Yib, de Ozan Mermer. En una región dividida por la actual frontera entre México y Guatemala, dos niñas de once años, que comparten raíces y tradiciones mayas, intentan cambiar su vida a través de la música. La palabra que da título a la película fue escuchada por el realizador durante el rodaje en múltiples ocasiones y, aunque no encontró nunca un sustento bibliográfico de la misma, intuyó que era una forma de decir “raíz” o “raíces” en maya.
Filmado en La Trinitaria, Chiapas, y Guaxacaná en Huehuetenango, Guatemala, dentro del Coro y Ensamble Comunitario Binacional Maya Chuj, proyecto del Sistema Nacional de Fomento Musical, una de las 104 agrupaciones musicales comunitarias coordinadas por el Sistema Nacional de Fomento Musical, dentro de la línea de acción Semilleros creativos del programa Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, gracias al programa Iberorquestas Juveniles de la Secretaría General Iberoamericana (Segib) en coordinación con el Ministerio de Cultura de Guatemala.
Para concluir este circuito especial, el domingo 24 se emite Oblatos, el vuelo que surcó la noche, de Acelo Ruiz Villanueva. Filmado en Guadalajara, Jalisco, y la Ciudad de México, este largometraje documental presenta a seis guerrilleros que deben fugarse de una prisión de máxima seguridad, en medio de la "guerra sucia" en México (1976, época de suma represión gubernamental en contra de trabajadores y estudiantes). En ese contexto, Toño y Guaymas, miembros de la Liga Comunista 23 de septiembre (uno de los grupos clandestinos de resistencia más importantes del país), son encarcelados por actos subversivos en la sección de máxima seguridad de la penitenciaria de Oblatos en Guadalajara. El enemigo no tiene intenciones de dejarlos salir con vida, sólo hay una opción: fugarse.