Por: Rebeca Avila

Bandas sonoras de terror: del oído a agitar tu corazón

Apariciones espectrales, demonios que acechan, brujas perversas, asesinos seriales, payasos, seres de otro planeta, monstruos de otra dimensión, zombies, vampiros y otros especímenes, son los protagonistas del tan taquillero cine de terror.

Desde que el séptimo arte es industria, uno de sus propósitos es abarrotar las salas de proyección y una de las fórmulas infalibles para lograrlo es el sensacionalismo del que están dotados los filmes de terror.

Llamémoslos impulsos recónditos de nuestro cerebro o asociación cultural propia del lugar donde habitamos, pero la satisfacción que ofrece el tensionarse y estremecerse frente a la pantalla, es algo inevitable la mayoría de las veces, aun cuando los elementos argumentativos de la cinta hagan predecible lo que acontecerá a continuación. Uno de estos elementos claves son la música y el sonido, que gracias a las notas disonantes que señalan tensión, estruendos abruptos posteriores a un silencio inquietante, bullicios suaves y espectrales, logran provocar ese efecto atemorizante que sustituye a los mal afamados trucos baratos jump scares.

¿Te gusta oír el terror? En esta ocasión nos aventuramos a escuchar la banda sonora de algunas de las cintas de miedo más famosas (y una que otra independiente) para hacer un conteo de aquellas que más nos enchinaron la piel. Si te atreves, escucha nuestra breve selección sin ver las películas.


El Exorcista

El arqueólogo y también sacerdote Lankester Merrin descubre, en una excavación en Irak, una reliquia de Pazuzu, un demonio de la mitología sumeria. Desde estas primeras escenas con cánticos en legua iraní hasta la ya reconocida Tubular bells, son parte de esta cinta parteaguas del cine de terror. Tubular bells no fue una pieza compuesta para el filme, sin embargo, se volvió parte esencial para la promoción del mismo, dejando de lado otra composición realizada por el argentino Lalo Schifrin, la cual fue eliminada por considerarse aterradora en demasía.





Halloween

Cuando a principios de los 2000 comenzaron de moda los tonos de llamada para el teléfono móvil, más de un conocido tenía como ringtone el tema principal de Halloween, el filme de finales de los 70 en el que el protagonista, Michael Myers, encarna al mal más real: el del frío e inescrupuloso psicópata. El filme independiente, de bajo presupuesto que alcanzó ganancias extraordinarias, sobre el mítico asesino serial con la máscara blanca, comenzó la moda de una serie de cintas en las que el villano gozaba de perseguir y acuchillar a sus víctimas.



La profecía

Se dice que el mismo Richard Donner, director de La profecía, otorga gran parte del exitoso resultado de la cinta acerca del hijo del diablo, al compositor de la música, Jerry Goldsmith. En el filme en ningún momento aparece una presencia sobrenatural o demoniaca explícita, pero todo está sugerido por el acompañamiento musical que precede que lo que viene, será obra del mal.



La bruja

El completo aislamiento, el fanatismo religioso y por ende, el miedo a no ser salvados en el juicio final, crean la perfecta atmosfera paranormal para presentar la historia de una familia de principios de siglo XVII en Nueva Inglaterra, que después de ser expulsados por el resto de los colonos, se aíslan en el perímetro de un bosque donde se cree que habita un ente maligno. Los graznidos de cuervos, el balar de una cabra y los constantes sonidos distorsionados, sustituyen la imagen de una bruja que nunca sale a cuadro.



Suspiria

La primera y original versión de esta historia, es la italiana de 1977 dirigida por Dario Argento, basado en el poema Levana y Nuestras Señoras del Dolor, que es parte del libro Suspiria de Profundis, de Thomas de Quincey. La cinta es un cuento tétrico de hadas en su estado más puro: brujas de mala calaña, de las que se apoderan del mundo de la manera más perversa, usando como fachada para sus actos satánicos, una prestigiosa academia de ballet en Friburgo, Alemania. Parte elemental de esta atmosfera que nos hace sentir dentro de un mundo onírico espeluznante y siniestro, es la música compuesta por la banda italiana Goblin. La adaptación está por estrenarse en 2018 bajo el mismo título, dirigida por Luca Guanadino y con banda sonora compuesta por el británico Tom Yorke.