Por: Rebeca Avila

200 años de la historia del arte a través del Prado. Y todo, explicado por Ramón Gener

En 2019 el Museo del Prado (Madrid, España) registró el mayor número de afluencia que ha tenido en los últimos 10 años, con un total de 3 millones 203 mil 417 visitantes (evidentemente el 2020 y 2021 le sentaron fatal). Pese a que el otrora museo más importante de España, el Museo Reina Sofía, le ha hecho sombra en cuanto a visitantes, la importancia del Museo del Prado radica en varias singularidades y pequeñas grandes victorias simbólicas. La que alberga el Prado es la colección privada de los reyes de España a partir de Carlos I, a quien su gusto por las pinturas del mayor representante del Renacimiento, Tiziano, lo llevó a ser el primero de su linaje en demostrar interés en el arte. Con el paso del tiempo y de los distintos regentes, la colección fue enriqueciéndose hasta que, en 1817, la reina Isabel de Braganza, esposa de Fernando VII y mujer poco querida en la corte, propuso crear un espacio para exponer el gusto artístico de la aristocracia española. Pero eso no significó una expropiación de la colección de la corona para el pueblo, sino que este recinto museístico, que abrió sus puertas en 1819, vio la democratización del arte hasta 1869, cuando el régimen progresista separó el museo de los bienes adscritos a la monarquía y lo convirtió en museo nacional.

En el bicentenario del Museo del Prado, la RTVE dedicó una serie documental para celebrar la vida e historia de una de las primeras y más importantes ventanas culturales y artísticas para el pueblo español, y qué mejor guía que Ramón Gener para recorrer los pasillos que albergan obras de maestros como Vicente López, Diego Velázquez, Rubens, el Bosco, Rembrandt, Goya o el Greco. Pero el privilegio será doble, pues lo que permitirá ver a detalle varios icónicos cuadros, será que se podrá disfrutar del Museo del Prado fuera del horario de visita: de noche, con los pasillos vacíos de cuerpos humanos, pero llenos de toda la vida e historia que habita en sus pinturas.

200. Una noche en el Prado, como se titula esta producción de cuatro episodios, llega a la pantalla de Canal 22 los domingos a las 21:00 horas a partir del 24 de julio y aquí te contamos por qué no te lo puedes perder.

A lo largo de los capítulos, la serie hace más que recorrer las obras dentro del museo, sino que estas salen a la calle. Si los museos son relativamente accesibles para todo el mundo, la realidad es que el acercamiento al arte es un poco más complejo, no basta ir a la escuela y el interés por el arte no siempre sucede de manera natural para todos, hay que impulsarlo, y, para ello, Ramón Gener tiene a bien llevar el Prado al exterior. Así, como una galería andante se muestran y explican a los transeúntes de la ciudad, la playa y la provincia, el Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, de Antonio Gisbert; la Artemisa, de Rembrandt; El juicio de Paris, de Rubens; y uno de los bodegones de Clara Peeters. Pero Gener no trata de dar una master class, sino que hace partícipes a los espectadores, precisamente con la intención de mostrar que el arte debe estar al alcance de todos. Además, la producción juega un poco con la narrativa del formato documental, y se vale de una pequeña intervención ficticia para reivindicar la verdad histórica en torno a la creación del Museo del Prado, dando su lugar a María Isabel de Braganza sobre Fernando VII. Además, y no menos importante, se ofrecen valiosísimos datos acerca de las obras y los artistas más destacados del Prado.


Episodio 1. Museo del gusto real
Episodio 1. Museo del gusto real

Hablar de la historia del Prado es hacer un recorrido por la monarquía española. A través de la colección se puede saber el gusto y preferencia de cada regente, sus pintores favoritos y su amistad con ellos; pero también abundan los retratos que mandaban a hacer por encargo, como los cuadros ecuestres de gran simbolismo entre los hombres que han ostentado el poder, así que también podemos conocer sus rostros desde el pincel de los mejores. Pero de entre todos los retratos famosos de aristócratas está el que quizá es también el cuadro más famoso de Velázquez, Las meninas, donde se inmortaliza a la infanta Margarita Teresa de Austria.



Episodio 2. Museo de pintores
Episodio 2. Museo de pintores

Si el Prado es el álbum familiar de la monarquía española, el arte que alberga es también un mapa geopolítico de más de 500 años. ¿De qué pintor abundan más obras en el Prado?, ¿porqué mientras de Rubens hay más de 100 obras en el museo, de Rembrandt sólo hay una?, ¿quién es el artista español más prolífico del Prado? Los nombres más sobresalientes dentro de la historia de la institución son El Greco, Tiziano, Vicente López, Fra Angelico, Rogier van der Weyden, Luca Giordano, Francisco de Goya, Diego Velázquez, Pedro Pablo Rubens y muchos más. Pero acá sólo son nombres de hombres. En este episodio se hace justicia a todas aquellas mujeres pintoras que fueron despreciadas como artistas y que si lograron hacerse un lugar fue a la sombra de sus padres, también pintores, como el caso de Marietta Robusti, hija de Tintoretto; o gracias a que buscaron la manera de romper las reglas, como Angelica Kauffmann, Rosa Bonheur, Anna Maria Mengs o Clara Peeter. No menos importante, se destaca la labor de los expertos en arte que hacen posible que las obras perduren a lo largo del tiempo, el equipo de restauración del Prado.



Episodio 3. Museo de símbolos
Episodio 3. Museo de símbolos

Un paseo por el Prado también lo es por la historia de la cultura occidental. A través de las pinturas podemos echar un vistazo a numerosas historias de la mitología griega y a pasajes bíblicos. Hércules, Saturno, Venus, Atenea, París, las Tres gracias, Aracne, Hermes, Caronte, Lucifer, Santa Cecilia, los Reyes Magos, el paraíso, Isaac, la virgen María y el propio Jesús, por supuesto, son los protagonistas de cientos de cuadros que viven en el recinto. A través de este episodio se diseccionan varias de estas obras para explicar por qué estos simbolismos son tan importantes en el arte y la cultura.



Episodio 4. Museo de reflejos
Episodio 4. Museo de reflejos

Para culminar, la producción muestra cómo la importancia de las obras que alberga el Prado radica en que han sido fuente de inspiración para muchos otros artistas a lo largo de su existencia. Ya sea como inspiración o para romper con lo ya hecho, los artistas suelen recurrir a las obras que los precedieron y para muchos de ellos el Museo del Prado ha sido un punto de partida, un espejo donde mirar ya sea para igualar la grandeza o para alejarse y buscar la suya propia. Ingleses, franceses, alemanes y americanos llegaron a España para buscar nueva iluminación y a partir del siglo XX la influencia del Prado se disparó y volvió la mirada hacia la santísima trinidad del Prado: Velazquez, Goya y el Greco, que, aunque griego -de ahí su sobrenombre- encontró su lugar en España, donde vivió hasta su muerte. En esta última entrega, Gener desmenuza la esencia de algunas de las obras más influyentes del museo, como las pinturas negras, los fusilamientos y las majas de Goya; El lavatorio de Tintoretto, referencia del uso de la perspectiva; o La otra Gioconda, una hermana gemela desconocida -hasta hace poco- de la obra de Da Vinci. Pero también se deja claro que el arte pictórico es capaz de influir en otras artes, como la poesía o la música.