“Aquí, en el Totonacapan, los cerros "lloran sangre", pues se calcula que más de 800 personas están sepultadas bajo toneladas de lodo y escombros y un líquido color púrpura se filtra a través de la tierra amontonada, narran campesinos de las comunidades de la Sierra Alta que caminaron durante tres días para pedir ayuda en la cabecera municipal”. Se leía en el periódico La Jornada en octubre de 1999. Después del desbordamiento del río Tecolutla debido a los huracanes de aquella época, la administración optó por realizar un proyecto sin precedentes que ayudaría a la recuperación económica de zona.
A 20 años de esa iniciativa que parecía pasajera, hoy se sigue celebrando esa apertura de la cultura totonaca al mundo: Cumbre Tajín.
Llamado también el Festival de la Identidad, este es más que noches de conciertos en medio de parques arqueológicos, es acercarse a las raíces, al pasado y al presente del Totonacapan.
“Parece un camino fácil, pero han sido 20 años de trabajo, en los que Cumbre Tajín se ha convertido en una ventana para conocer a los totonacas”, es como el poeta Jun Tiburcio describe esta travesía que en el 2019 viene con el lema 20 años Volando Alto”.
El festival, que se celebrará del 20 al 24 de marzo en el marco del equinoccio de primavera, además de ser un sitio para divertirse y disfrutar de un sinfín de actividades al aire libre y de espectáculos musicales, siempre es una oportunidad para conocer una cultura rica, donde convergen y existe un espacio para el intercambio de ideas.
Durante el festival, llevado a cabo en Papantla, en el corazón de Veracruz, se puede tener acceso a tres patrimonios de la humanidad nombrados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU): la Ciudad Sagrada de El Tajín, que destaca por sus juegos de pelota, su arquitectura astronómica y la Pirámide de los Nichos; la Ceremonia Ritual de Voladores, estandarte del Totonacapan y faro para las prácticas culturales indígenas; y el Centro de las Artes Indígenas.
Al respecto de esto, Salomón Bazbaz, Director General de Cumbre Tajín, menciona la importancia de la labor de las Mujeres de humo, y su preservación del arte culinario ancestral, otro patrimonio cultural de gran importancia: “El trabajo que ha hecho Martha Gómez Atzín ha sido verdaderamente excepcional, no solo por el rescate de las recetas ancestrales, sino por el enorme grupo de mujeres que participan con ella, la enseñanza a través de generaciones, las publicaciones y sobre todo el gran corazón que le pone Martha a esta cocina espiritual totonaca. Hablamos de tres patrimonios, pero también existen otros como la cocina mexicana, los parachicos, la pirueta, el mariachi. Va a ser un gran encuentro de patrimonios”.
A lo largo de estas dos décadas de compartir su cultura, Miguel Juan León, parte del Consejo de Abuelos (Kantiyán en totonaco), hace hincapié en que para el pueblo totonaco es importante crear un diálogo con otras comunidades: “Como comunidad totonaca, platicar con los abuelos, las abuelas, los tíos, tías, sobrinos, sobrinas, pero también platicar con los hermanos de otros pueblos, y conocer su experiencia y sus grandezas como pueblo, nos favorece y nos abre un nuevo horizonte para compartir lo que nosotros somos”.
Además, Juan León también habla de lo qué significa adentrarse a la cosmogonía ancestral del Totonacapan: “Nosotros creamos diálogos sobre nuestras ceremonias y rituales, que nos permiten comunicarnos, por un lado, con las otras personas, pero también con otros mundos. Nos permiten conectarnos con la madre tierra, la naturaleza, el cosmos. A veces cuando escuchamos este tipo de afirmaciones, alcanzamos a visualizar un mundo que quizá no existe, pero para nosotros que somos herederos de una cultura, sabemos que sí existe”.
Igual de importante que difundir esta cultura, lo es el preservarla y conocerla a fondo. Transmitir la sabiduría y costumbres no es tarea sencilla, sin embargo, el Centro de las Artes Indígenas y el Kantiyán —donde abuelos y abuelas, máximas autoridades en la comunidad, dan la apertura para florear la palabra totonaca y otras lenguas maternas— se han convertido en espacios no sólo de difusión sino de preparación de las nuevas generaciones de abuelos.
Espera más contenido especial de Cumbre Tajín para que te enteres de todos los pormenores de la fiesta totonaca.