Top Cine

Los peores jefes de la pantalla

Por: Frida Rosales V.

¿Cómo va ese reporte Ramírez?, Ya vámonos, que aquí espantan, o poner la tinga en el envase de crema, son parte esencial del espíritu laboral; es así, que este Top Cine honraremos el Día del Trabajo desde la pesadilla de todo godín, tener un jefe cruel. Seguramente habrá casos – probablemente más de los que uno pensaría – que superan cualquier historia de ficción; sin embargo, a falta de testimonios – simplemente porque no nos dimos a la tarea de ello – rendiremos tributo a aquellos que han resuelto la duda, ¿Cómo es trabajar para un monstruo?

Ellas y ellos tienen la habilidad de destruir a quien sea sin la necesidad de tocarle, y en su camino, han dejado una huella en la pantalla chica y grande con ilustres historias dignas de recordar; así que prepara las palomitas, las bebidas, y alístate para un día de oficina con los peores jefes de la pantalla.



Miranda Priestley, (The Devil Wears Prada)



Miranda es una narcisista que cree que merece un trato especial, es inmune a las emociones y necesidades de otras personas y ve al resto como un medio para gratificar sus caprichos. La moda es sólo una bonita envoltura que oculta la verdadera narrativa: presiones sociales, capitalismo y conflictos morales.

Andy es un personaje basado en alguien común y corriente, una persona agradable, con los pies sobre la tierra, con un círculo de amigos y una pareja igual de discretos.

Cuando Runway, la revista para la que Andy comienza a trabajar como asistente del mismísimo Satanás, le abre las puertas, podemos ver el alcance de esto llamado gaslighting, o lo que es lo mismo, manipular a otra persona para que dude de su propia percepción, de sus experiencias o de su entendimiento sobre la vida. Por otro lado, también tenemos una especie de relación paradójica de vinculación afectiva, una especie de Síndrome de Estocolmo, en la que Andy (rehén) mantiene un cierto aprecio y admiración a Miranda (captor).

Además de todo esto, también vale la pena reconocer que es en realidad una visión mucho más feminista de lo que aparenta y probablemente de las primeras – y mejores – historias en tratar el tema. Aquí no se abordan a las mujeres como un grupo sociocultural; la mayoría del cast es mujer, sí, pero la narrativa y los conflictos en ella no están centralizados en las mujeres, sino simplemente en personas lidiando con el estrés y el conflicto mental y laboral como cualquier otro.


Ted Hendricks, (La increíble vida de Walter Mitty)



To see the world, things dangerous to come to, to see behind walls, to draw closer, to find each other and to feel. That is the Purpose of LIFE.

Nunca he hecho nada que valga la pena mencionar. Walter Mitty es esto que llamaríamos un daydreamer; su vida oscila entre la realidad y la fantasía heroica. Sus días son siempre de la misma forma, esperando que llegue un salario, viviendo con lo que su sueldo le permite y dejando de lado sus grandes aspiraciones.

Pero todo cambia una vez que Ted Hendricks llega a su vida. Si bien no es precisamente su jefe, en realidad es el nuevo Gerente General de la llamada transición, en donde la revista LIFE se traslada a la era digital para dejar la imprenta; sí es alguien quien pasados ni dos minutos en pantalla, comprendemos por qué conforma esta lista que hoy nos convoca.

Es un solo fotograma, el 25, capturado por el afamado Sean O’Connell, el que da inicio al camino del héroe en el que Mitty finalmente es el protagonista de su propia aventura, misma que está únicamente guiada por tres fotografías: un pulgar, un cuerpo de agua y algo amorfo.

En realidad, es gracias a Ted que comienza la gran aventura de su vida, a la que Walter salta – literal- sin saber todo lo que viene - como pelear a golpes con un tiburón -, pero listo para ver el mundo, vivir los peligros, ver detrás de las barreras y tal vez por vez primera, sentir. El final es más que memorable, así que, si no la han visto, este es el momento de emprender su propia aventura.


Buddy, (Swimming with Sharks)



The system dictates that one must first be a slave before you can become a success.

Buddy es un afamado productor cinematográfico; Guy, un joven soñador que quiere forjar su camino en la industria. El secreto, según suponen los primeros minutos de esta cinta, es ser el segundo del más poderoso, así, el siguiente en el pódium serás tú. El crimen y la comedia unen sus fuerzas para dar vida a este filme incómodamente cómico y cruel.

¿Cuántas veces no hemos escuchado que, para lograr un ascenso o un lugar en alguna empresa, es necesario bancarse ciertas cosas? La cultura mexicana está fuertemente basada en este principio y Guy es el resultado de cómo no marcar nuestros propios límites puede ser realmente peligroso. Sin duda es un límite muy extremo y esperanzadoramente, bastante ficticio, pero ya sea que te sientas identificado con cualquiera de los personajes o que simplemente agradezcas el buen ambiente laboral de tu empresa, Buddy es otro terrible jefe que no puedes dejar de ver.


Michael Scott, (The Office)



No podíamos pasar por alto a uno de los jefes más emblemáticos de todos los tiempos; el único de la pantalla chica en este listado, pero el gerente regional de Dunder Mifflin lo ameritaba.

Sí, tiene buenos momentos en donde demuestra que su desempeño como líder no equivale a su calidad como persona, pero su ética se ve fuertemente truncada cada cinco escenas – o menos – a lo largo de la serie. La vida godín y la rutina son la esencia de esta historia que en más de una ocasión te hará reír por lo ridículo y a la vez, probable, de cada situación.

Muchas otras figuras han encarnado el papel del líder/instructor/caudillo; ahí tenemos a Dr. House, Cersei Lannister, Margaret Tate o J.K Simmons, ya sea interpretando a uno de los mejores profesores de jazz de un Conservatorio, o al jefe del amigable vecino El Hombre Araña; pero sin duda, es de agradecer que, aunque no todo nos guste todo el tiempo de nuestros trabajos, no debemos toparnos con ninguno de estos terribles personajes a la hora del café en la oficina.



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