En 2022 y 2023 TikTok se convirtió en la radio del siglo XXI. Si antes buscábamos “pescar” una canción en específico esperando que el locutor en turno nos diera el nombre de tremenda pista y quién la cantaba, lo de hoy es escuchar hitazos ya ni si quiera en aplicaciones musicales, sino en redes sociales, siendo estas el nuevo escaparate para los talentos desconocidos. Hoy no decimos “lo escuché en la radio”, ni siquiera “en Spotify”, decimos “la de TikTok” para hacer referencia a la canción “viral” del momento. Tanto que existe ya un festival musical bien nombrado #SuenaEnTikTok, organizado por la misma red.
Y en ese mundo donde todo tiene que ser viral o no pasa, encontramos no sólo música nueva que suena a pop juvenil como de aquellos lejanos inicios del milenio. También nos encontramos con que las generaciones más jóvenes gustan de algunos clásicos, pero a su manera y así podemos ver cientos por miles de contenidos audiovisuales musicalizados por versiones “ligeramente” modificadas de Angeleyes de Abba o Smooth Operator de Sade; pero estos revival también suelen ser más de este siglo como Boody Mary de Lady Gaga (2011). Y así de pronto vemos a usuarios haciendo coreografías con estas canciones o, sin sentido alguno, produciendo tutoriales de maquillaje, estilismo, recetas de cocina, rutinas de ejercicio, viajes, entre otras, con la pista de fondo para ganar mayor alcance. Todo porque el algoritmo de las apps, como la de origen chino o Instagram, te dan más visibilidad usando los audios en tendencia.
Regresando a los revival de este año, una de esas canciones rescatadas del olvido para su bien o mal fue Makeba de la compositora francesa Jain, sencillo de su álbum Zanaka (2015). Ocho años le llevó tomar al mundo por “sorpresa” con su éxito rotundo, gracias a los más de 4 millones de creaciones y 6 mil millones de visitas en TikTok, y con ello escaló en las listas de las principales plataformas musicales, aunque antes de esto Jain ya había llevado este tema y muchos otros a varias partes del mundo con sus giras e incluso en 2017 Makeba sirvió para un comercial de la marca Levi’s, donde se muestra una mezcla multicultural y racial unida por la música y, por supuesto, los icónicos vaqueros de mezclilla.
La maravilla de esta canción -cuyo estribillo toma el sampleo de Me and the gang de Hamilton Bohannon- no es sólo la composición musical que hace que sea tan pegadiza, y que mezcla reggae, pop, electrónica y los ritmos característicos de la diversa cultura africana que Jain absorbió durante su estancia en el Congo mientras era adolescente, además de la influencia de su madre originaria de Madagascar. La parte invaluable está en el título de la canción y de quién habla: Miriam Makeba.
Miriam Makeba, que falleciera un 10 de noviembre de 2008, fue una cantante y activista sudafricana mundialmente llamada Mama África, por ser desde los años 60 una luchadora por los derechos civiles y la justicia social de su país durante el apartheid, el sistema de segregación racial de Sudáfrica que duró de 1948 y 1992. Este hecho marcó la vida y la carrera de la artista, la crítica que hizo hacia el régimen opresivo a través de su música le valió el exilio de su propio hogar volviéndose una figura icónica de la música africana e inspiración para la resistencia, como fue el caso de Nelson Mandela.
Fue hasta 1990 que Makeba pudo regresar a su país natal e impulsó no sólo a nuevos músicos, sino que apoyó la lucha de las mujeres; pero en ese inter logró hacerse un lugar en el mundo, primero con el éxito rotundo del afropop de Pata Pata, sobre una danza sudafricana, que se internacionalizó cuando Makeba lo grabó en Estados Unidos desde el despojo.
Fue justo Pata Pata el tema con el que Jain tuvo contacto por primera vez con Makeba, cuando de niña escuchaba sin parar el ritmo de una canción de la cual no entendía mucho, pues la mayoría está escrita en idioma xhosa, una de las once lenguas oficiales que se hablan en Sudáfrica. Luego de este descubrimiento vino el resto del arsenal de Makeba y lo que para la compositora francesa resultaba una auténtica revelación ante un mundo nuevo de acordes y melodías, para el resto de sus conocidos resultaba una rara avis de la que nunca habían odio hablar. Para todos aquellos que no conocían ni la música ni la envergadura que representa la figura de Miriam Makeba en la historia contemporánea de la lucha por los derechos humanos, es que Jain escribió la canción que conquistó el verano de este 2023.
Mama África no sólo protestó a través de la música sobre la discriminación que ella misma vivió y observó desde niña en su país; en el 63, cuando ya se erigía como un símbolo mundial contra la segregación racial, se plantó en la Organización de las Naciones Unidas para testificar contra las políticas brutales del apartheid, aquello fue la gota que derramó el vaso con el gobierno sudafricano y con lo que consiguió el castigo del destierro. Esta injusticia social la llevó a obtener reconocimiento en un país al otro lado del mundo que también tenía sus propios problemas de racismo en la misma época -Miriam se casó allá con el activista y líder de las Panteras Negras, Stokely Carmichael-, y fue ahí, en los Estados Unidos donde, además, se convirtió en la primera mujer africana en ganar un premio Grammy en 1965 en la categoría de Mejor Grabación Folklórica, galardón que compartió esa ocasión con Harry Belafonte.
Guardemos la esperanza de que un buen día, canciones como esta de Jain, que alcanzó el número uno del Global Shazam Chart (de la app para identificar música), y que ha reunido 158 millones de reproducciones a escala internacional, sirvan para dar a conocer las causas justas y las tiranías del mundo no sólo del pasado, sino actuales, y que, aunque sea por medio de coreografías, tutoriales y estilo de vida de todo tipo, nos vengamos enterando de algo más.