Por: Redacción Gaceta 22

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Ilustración: Regina Amalinalli Macías Balderas


El día D
Rainer Maria Rilke: la poesía vive en todo

El trabajo de todo y toda poeta es ver en las cosas pequeñas y simples la belleza, aún en aquellas que parecen ser insignificantes para la mayoría. Rainer Maria Rilke sabía que este era un talento indispensable para escribir. Él nació el 4 de diciembre de 1875 en Praga, fue un poeta y novelista considerado como una de las figuras más importantes en la lengua alemana, su nombre de nacimiento fue René Karl Wilhelm Johann Josef Maria Rilke. Destacó por obras como Elegías del Duino, Sonetos a Orfeo, Los cuadernos de Malte Laurids Brigge y la compilación de su correspondencia Cartas a un joven poeta.

Durante su infancia tuvo distintas dificultades, pues la relación con su mamá fue complicada y su papá lo obligó a ingresar a la escuela militar Sankt Pölten, misma que después abandonaría por problemas de salud. Más tarde recibió educación privada para hacer su examen de admisión a la universidad. Quizá para mostrar su inconformidad con la familia cambió su nombre a Rainer Maria Rilke. Estudió literatura, historia del arte y filosofía, primero en Praga y luego en Múnich. Ahí conoció a quien sería su cómplice hasta la muerte: Lou Andreas-Salomé.

Entre 1898 y 1900, Rilke emprendió varios viajes, primero por Italia y después por Rusia y Moscú, en donde conoció a León Tolstoi. Durante este tiempo trabajó en El libro de horas. En 1900 también vivió en la colonia de artistas en Worpswede, cerca de Bremen, en donde conoció a la pintora Paula Modersohn-Becker, autora de un conocido retrato del poeta, y a la escultora Clara Westhoff, con quien se casó. Dos años después se mudaría a París, pero no fueron nada fáciles sus primeros años ahí; sin embargo, la ciudad le permitió conocer a distintos artistas e intelectuales.

Luego de la publicación de Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, Rilke atravesó por una crisis creativa que terminaría con la culminación, una década después, de Elegías del Duino, aunque para afrontar este periodo realizó la traducción de los sonetos de Louise Labé y siguió trabajando en su obra.

El comienzo de la Primera Guerra Mundial tomó por sorpresa a Rilke mientras estaba en Alemania, por eso no pudo regresar a París y perdió sus propiedades. En 1916 fue llamado a las filas del ejército austrohúngaro en Viena, pero sus amigos intercedieron por él para que lo liberaran, así, permaneció en Múnich hasta el final de la batalla, pero los recuerdos de su formación militar por poco matan su espíritu poético.

Las Elegías del Duino aún no estaban terminadas, así que Rilke decidió viajar de Múnich a Suiza en 1919 y cambió de locación hasta que encontró el lugar perfecto pata terminar de escribir: el castillo de Muzot, cerca de Sierre, en Valais, pues uno de sus protectores, Werner Reinhart, compró una torre para él. Luego de días intensamente creativos y dedicados a la escritura logró terminar las Elegías y comenzó Los sonetos a Orfeo.

En 1923 la salud de Rilke empezó a deteriorarse por la leucemia y pasaba largos periodos en sanatorios. A pesar de esto no dejó de escribir, pues la poesía sería aquello que lo acompañara toda su vida y hasta el día de su muerte, el 29 de diciembre de 1926. Rainer dejo importantes lecciones en toda su obra, pero quizá la más importante es afirmar que poesía vive en todo.



Emily Dickinson: contemplar la inmensidad

Ilustración: Regina Amalinalli Macías Balderas

Una joven está sentada en su escritorio, la acompañan algunos libros, su pluma, páginas en blanco como el color de su vestido. En su rostro hay calma, pero su en mente las ideas corren como caballos salvajes y al contemplar el jardín desde la ventana de su habitación escribe: “Para fugarnos de la tierra/ un libro es el mejor bajel;/ y se viaja mejor en el poema/ que en el más brioso y rápido corcel”. Así es como se retrata a Emily Dickinson, una de las escritoras más importante para la poesía estadounidense y la literatura universal.

Emily nació el 10 de diciembre de 1830, en una familia culta, su padre, Edward Dickinson, fue abogado, miembro del Congreso y tesorero del Amherst College. Su mamá, Emily Norcross, se dedicó al cuidado de Emily y sus hermanos: Lavinia y Austin.

Ambos padres buscaron que sus hijos recibieran una buena educación, así que, en 1840, después de que la Academia de Amherst aceptara a mujeres, inscribieron a Emily en el colegio. Durante 7 años, ella se dedicó a estudiar literatura, religión, historia, matemáticas, geografía, biología, griego y latín. También tomaba clases de piano, canto y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. Precisamente esto la llevó a interesarse por la botánica y comenzó a hacer su propio herbario en donde acumuló plantas y flores con su nombre en latín.

Motivada por todo lo que iba conociendo y aprendiendo, Emily profundizó en otras áreas como la astronomía y la localización de plantas salvajes. Todo esto le serviría para elaborar su vasta obra poética conformada por 1,789 poemas, pero durante su vida no sería tan conocida porque Emily se negaba a publicar.

Luego de terminar sus estudios en la Academia de Amherst, ingresó en el Seminario Femenino de Mount Holyoke, donde recibió una rígida educación calvinista, aunque Emily no quiso seguir una vida religiosa. Un problema de salud hizo que Emily regresara con su familia a casa y le impidió seguir con sus estudios, pero el conocimiento que había adquirido era muy profundo.

En casa, su hermana Lavinia y ella se volvieron confidentes, y como Lavinia la admiraba procuró que la casa siempre se mantuviera serena y en silencio para que Emily gozara de la tranquilidad necesaria para escribir. Durante su juventud la poeta disfrutaba de pasar tiempo en reuniones y visitar a su hermano Austin, quien vivía con su amiga de la infancia Susan Huntington Gilbert.

Susan y Emily mantuvieron correspondencia durante toda su vida, pese a que no vivían lejos, lo cual refleja el profundo cariño que sentían una por la otra e incluso Susan le daba algunas sugerencias a Emily sobre su poesía.

A lo largo de su juventud y madurez, Emily pedía consejo a hombres sabios mayores que ella, quienes la instruían para sus estudios y lecturas, uno de ellos fue Thomas Wentworth Higginson. En vida, la poeta solo publicó 6 poemas.

Cuando cumplió 50 años, Emily tomó aún con más exigencia su escritura, así que decidió dejar a un lado su vida social para recluirse en su habitación y dedicarse a crear. Comenzó a vestirse únicamente de blanco y dejó de frecuentar a sus amistades. Ella misma encuadernaba a mano las miles de hojas en donde plasmaba su poesía.

Emily Dickinson falleció el 15 de mayo de 1886 y tras su muerte su hermana menor se adentró en la habitación de Emily en donde encontró más de 40 cuadernos con los poemas en los que su hermana había trabajado a lo largo de su vida. Pese a que Emily le pidió a Lavinia que quemara todos sus papeles, ella consideró que la obra de hermana era necesaria para el mundo y así fue como se comenzaron a publicar de manera arbitraría sus poemas. La edición más completa de su obra fue publicada en 1998.

Aún se desconoce la razón la cual Emily se negó a publicar su obra, pero terminó por convertirse en una de las voces más importantes. En su poesía habla de los cambios de estación, de las flores del campo, de la muerte, el amor, la enfermedad, la pérdida, la esperanza y su enorme admiración por la naturaleza. Emily Dickinson contempló desde su ventana la inmensidad.


Elena Garro: letras que resplandecen

Ilustración: Fernanda Rubio Salgado

Su acercamiento a literatura inició desde niña, su madre tenía como idea que el leer era una virtud, así, con fin de ser virtuosa, convirtió la lectura en un hábito como cualquier actividad cotidiana; su padre y su tío contaban con una inmensa biblioteca y entre tantos autores su favorito era Hans Christian Andersen, retomándolo para sus posteriores escritos, y su libro imprescindible fue Las aventuras de Pinocho, de Carlos Colllodi.

Su pasión por las letras continuó y decidió estudiar Letras Españolas en la UNAM, y mientras cursaba el segundo semestre de la carrera Elena y Octavio Paz contrajeron matrimonio convirtiéndose en “Los Paz Garro” una pareja de escritores.

Elena Garro incursionó en distintos géneros literarios entre los que se encuentran una importante lista de novelas, piezas dramáticas, cuentos y poesía; ejerce también el periodismo y el guionismo cinematográfico.

La trayectoria de la escritora es difícil de resumir, pero entre los más destacado encontramos su paso por la corriente del realismo mágico, un término por el cual no se sentía muy complacida. Un hogar sólido, La semana de colores, y La culpa es de los tlaxcaltecas forman parte de ella.

En el año de 1963, tras publicar Los recuerdos del porvenir, fue galardonada con el Premio Xavier Villaurrutia, el cual la colocó como una de las escritoras más destacadas. Su paso por el feminismo es otro hecho que no podemos olvidar, ya que era de las pocas escritoras que escribían sobre la situación sociocultural de las mujeres, pues ella misma vivió situaciones de violencia académica y emocional, como otras intelectuales de su tiempo.

Por sus diferencias con al ámbito cultural y literario, se autoexilia de 1962 a 1992, por veinte años, en Francia, Japón y suiza. Entre lo más inhóspito de su vida fue la situación marginal a la que llegó, pues no solo fue económica sino también literaria al ser leída solo por estudiantes. Sus últimos años los paso junto a su hija Laura Helena y sus gatos.

Elena Delfina Garro Navarro nació el 11 de diciembre de 1916 en Puebla y murió el 22 de agosto en Cuernavaca. Hoy en día es considerada como una de las mejores escritoras mexicanas.



¡Échale un ojo!
Los días raros

Un día como cualquier otro se convierte en un día raro para un niño que ha experimentado un importante cambio en su vida. Ahora, ni la taza de chocolate de todos los días ni la banca del parque parecen ser los mismos. El tiempo pasa y tiene que desempeñar un cometido personal antes de partir. Sin embargo, "los días raros se aburren y se van".

Autores: Roger Ycaza y María Fernanda Heredia
Editorial: Fondo de Cultura Económica
Año: 2015
Precio: $170


La historia interminable

Vámonos rodando

Las quesadillas de mis pesadillas

Nosferatu es un vampiro ancestral, paso mucho tiempo espantado y mordiendo a las personas, hasta que un día se dio cuenta que no quería hacer más daño. Así que ahora se dedica a escuchar los miedos y pesadillas de sus víctimas. Entre los miles de casos que se le han presentado esta el niño Milk que soñaba con ser ayudante de mago, para un día poder desaparecer a su violento padre. Pero lo que Milk soñaba al meterlo al sombrero en vez de desaparecer aparecía más grande y fuerte. Nosferatu tiene técnicas muy poco comunes para ayudar a sus pacientes a vencer sus miedos. Le da quesadillas para inducirle al sueño y ahí analizar sus pesadillas. ¿Logrará ayudar a Milk?

Presenta: Doctor Misterio
Fecha y horario: Domingo, 4 de diciembre del 2022. 12:00 - 13:00 h.
Precio: Entrada libre
Dirección: Centro Cultural de España en México. Pasaje cultural Guatemala 18 - Donceles 97, Colonia Centro, Alcaldía Cuauhtémoc, 06010 CDMX, México



Nube

A partir de juegos y cantos vamos a contarles la historia de las nubes, de cómo viajan, se forman y se transforman. El ciclo de la vida de las nubes y de todos los que estamos hechos de nubes también. Vamos a encontrar en el cielo imágenes y sensaciones como una provocación al juego con los y las más peques. Una puesta en escena para compartir en familia. Participar de una obra de teatro en donde todos y todas jugamos. Es la oportunidad de las familias de crear lazos de comunicación y disfrute para todas las edades, poniendo énfasis en la relación con los/las más peques.

Presenta: Teatro Express
Fecha y horario: Domingo, 11 de diciembre del 2022. 12:00 – 13:00 h.
Precio: Entrada libre
Dirección: Centro Cultural de España en México. Pasaje cultural Guatemala 18 - Donceles 97, Colonia Centro, Alcaldía Cuauhtémoc, 06010 CDMX, México

Sueños Mazahuas