Por: Rebeca Avila

La violencia de género retratada en cinco filmes contemporáneos

“Con las mujeres ya se sabe” o “con las mujeres no se sabe”. Cualquiera que sea la sentencia entre estas bifurcaciones, termina apuntando al mismo lugar: una violencia casi congénita del hombre hacia la mujer. Por un lado, en el primer caso el hombre es el poseedor de la sabiduría y respecto a las mujeres son ellos los que tienen la última palabra sobre su esencia y comportamiento. La escritora y filósofa Celia Amorós habla acerca de esta violencia que “necesita enfatizar la inferencia de las cosas, afirmar unilateralmente el ser en sus aspectos más monolíticos y resistentes a toda transformación”. La violencia es una constitución negada al cambio o la perturbación de lo que deber ser, en este caso -probablemente en todo caso- en los parámetros patriarcales y heteronormativos.

En el segundo caso, la expresión es preventiva. Como sinónimo de demasía, a la mujer se le podría venerar, pero también controlar. Sea donde sea que terminemos, el machismo y la misoginia operan por y en función de la violencia sistemática para continuar un dominio del hombre sobre las mujeres. Y pese a que se considera que hoy en día, en pleno siglo XXI, existe el empoderamiento femenino y que las mujeres hemos logrado grandes avances en cuanto materia de derechos, lo cierto es que la violencia de género permea y viene en todas formas y tamaños, aún en las sociedades más progresistas. Ni que hablar de países en sub y desarrollo, o las naciones en conflictos bélicos, lugares donde la violencia es cometida por la inherencia entre religión y política.

Tomando en cuenta estas sociedades vulnerables como aquellas donde las cifras continúan siendo alarmantes y normalizadas respecto a la violencia que sufren las mujeres, este Top #CineSinCortes lo dedicamos a cinco filmes donde cualquier parecido con la realidad que enmarcan estas ficciones es todo menos coincidencia.


Nudo mixteco (Ángeles Cruz | México, 2021)

Si de temas tabú se habla, los derechos reproductivos y la sexualidad de la mujer son el eje central de esta cinta que, muy en específico, voltea la mirada a uno de los sectores triplemente marginados: mujeres, indígenas y de comunidades pobres. Nudo mixteco, por la que Ángeles Cruz resultó ganadora del premio Ariel de este año por Mejor Ópera Prima, entrelaza las vidas de tres mujeres de la región mixtequeña. Durante las fiestas de San Mateo, María, Esteban y Toña regresan al pueblo en que nacieron y del cual se fueron, entre otras cosas, en busca de un futuro mejor. María vuelve para el sepelio de su madre y con ello se reencuentra con su primer amor, una mujer, pero también con el desprecio de su padre por sus preferencias sexuales. Esteban, luego de tres años en el gabacho, se encuentra con que su mujer, Chavela, ahora está con otro hombre. Esteban se siente traicionado y exige un juicio en el que todo el pueblo participa, opina y escruta sobre la vida de Chavela. Por último, Toña vuelve para llevarse a su hija pequeña, a quien dejó con su mamá mientras trabaja en la ciudad. La aberración que Toña siente al tener que volver es la misma razón por la que debe hacerlo: en su familia ha sucedido de forma sistemática el abuso sexual a lo largo de tres generaciones.


Las elegidas (David Pablos | México, 2015)

Basada en la novela homónima de Jorge Volpi, que retrata el crudo mundo de la prostitución y trata de mujeres en la fronteriza Tijuana, donde familias y grupos delictivos incautan, con la vieja treta del falso amor, a cientos de adolescentes. En esta ciudad al norte de México, vive Sofía con su madre y su hermano pequeño. Un día, su reciente novio, Ulises la lleva a conocer a su familia, personas amables y hogareñas, en apariencia. Lo que la protagonista de 14 años no sabe, es que esta familia se dedica a reclutar adolescentes para trata de blancas y que ella es la primera víctima de Ulises.

En su labor de conquista y engaño, Ulises se enamora de Sofía e intentará rescatarla de la casa de prostitución donde ha sido llevada a la fuerza. Pero salir no será gratis ni aun cuando Ulises dice quererla, y para que una salga otra tiene que entrar. Mientras espera, ella tendrá que acostumbrarse a los horrores que a diario vive junto con sus demás compañeras.


Noche de fuego (Tatiana Huezo | México, 2021)

El crimen organizado, además de dejar miles de civiles muertos, ha cobrado también la tranquilidad y seguridad de las mujeres en las comunidades más recónditas del país. En ese contexto sucede la multipremiada Noche de fuego, en la que a Ana, aun siendo una niña, le tocará vivir un injusto proceso para poder salvaguardar su vida. En la región rural donde vive, los grupos delictivos cultivan la amapola y contratan a los mismos locales para hacer el trabajo, mientras estos aceptan por la paga y para sentirse seguros. Sin embargo, las garras del narcotráfico, coludido con la policía y el ejército mismo, no sólo se dedican al negocio de la droga, sino que coartan el derecho a la educación básica en las zonas apartadas y raptan a las adolescentes del pueblo. La primera vez que Ana presencia la violencia de estos grupos contra las mujeres, es cuando de niña visita el establo de una vecina; después, en un paseo con su madre, encontrarán el cuerpo de una joven que ha sido violada y asesinada en los campos de cultivo. Por estos hechos, la madre de Ana, junto con otras señoras, deciden cortar el cabello a sus hijas, para evitar que llamen la atención ahora que su cuerpo está por cambiar; lo siguiente que harán será enseñar a sus hijas a esconderse bajo tierra, como gusanos, para que, el día que los hombres lleguen a buscarlas, ellas ganen tiempo ocultándose. La pubertad le llega a estas niñas y con ello el inminente momento de tener que abandonar su hogar.


Persépolis (Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud | Francia, 2007)

En el año 2000, Marjane Satrapi publicó la novela gráfica autobiográfica Persépolis, en la que daba cuenta, a través de sus vivencias, de cómo el régimen musulmán iraní había atentado contra su pueblo; pero muy específicamente hablaba de cómo han vivido estos cambios políticos y sociales las mujeres de su país y lo que conlleva ser una mujer refugiada en otros lugares del mundo, incluso los más progresistas. Después de huir por segunda vez de Irán y afincarse en Francia (donde reside hasta la fecha), realizó esta publicación, la cual en 2007 se convirtió en una cinta de animación que obtuvo el Premio del Jurado en Cannes. A través del filme, se conoce la cercana relación que Marjane tenía con su abuela, una mujer liberal que supo arreglárselas con el régimen y de quien aprendió las palabras “sé siempre digna e íntegra contigo misma”; también narra los cambios que vivió su familia, de pensamiento progresista, en el Teherán de los años 70 y los cambios radicales después de la revolución islámica, desde la ejecución de cientos de rebeldes, el uso obligatorio del hiyab para las mujeres, la violencia ejercida por parte de la autoridad hacia ellas, el machismo que sufrió a manos de su primer esposo; además de la coacción de la que fue víctima como mujer inmigrante en Viena, donde vivió sola durante su adolescencia. Los hechos que denuncia Satrapi hace más de 20 años, resuenan dolorosamente en la actualidad, ahora que las mujeres iraníes se ven reprimidas, violentadas y asesinadas por algo tan burdo como dejar ver su cabello en público.


Me llamo Nojoom, tengo 10 años y quiero el divorcio (Khadija al-Salami | Yemen, Emiratos Árabes, 2014)

En 2008 en Yemen sucedió un hecho sin precedentes en el mundo musulmán ortodoxo: Noojod Alí, una niña de 10 años, logró la separación legal de su marido 20 años mayor que ella. Su situación logró dar notoriedad a una tradición común de Medio Oriente que en pleno siglo XXI violenta los derechos humanos de mujeres y niñas en aquella región del planeta: el matrimonio legal infantil.

A modo de docuficción, se muestra la situación de Nojoom, quien vive en Yemen y es parte de una familia numerosa que tiene que dejar el campo para mudarse a la ciudad después de que un conocido viola a su hermana mayor. Ahora que viven en la capital, Sana, el patriarca se enfrenta al desempleo y con ello vienen los problemas a la hora de alimentar tantas bocas: dos esposas y cinco hijos. Como pronta y momentánea solución a sus problemas económicos, su padre decide dar a Nojoom en matrimonio a un hombre desconocido de 30 años por unas cuantas monedas. A pesar de que es obligada desde su noche de bodas y en repetidas ocasiones a tener relaciones sexuales con su esposo, su tenacidad y rebeldía la devuelven a casa de sus padres para ser corregida. En ese camino y culpada por deshonrar el nombre de la familia, Nojoom tendrá una firme decisión que cambiará su vida y posiblemente la de muchas mujeres de su país en el futuro: irá a la corte a solicitar el divorcio.