Es una señal de su cualidad legendaria que la influencia de John Lennon permanezca intacta. Esta fue la voz y la figura de una generación, posiblemente la estrella de rock más famosa del mundo y que aún ahora ejerce un impacto claro y permanente -y quizá más grande que mientras vivió- en innumerables artistas de todas las variantes de la música popular.
Como compositor, en solitario y como dupla de Paul McCartney, forjó un catálogo que simplemente no tiene rival en la historia del rock. Pero mientras Paul escribió los himnos pop, estableciendo la fórmula de este género musical que todavía se usa hoy en día, John atacó la música pop desde una docena de direcciones diferentes. No sólo condenó la guerra, cualquier guerra, sino que cuestionó y enfrentó los mismos métodos y estructuras que había utilizado en su ataque, empujando el rock & roll contra la pared para probar sus límites y exigir respuestas. Al final, lo que él hizo fue componer la banda sonora de un gran movimiento social.
Además de, posiblemente, Bob Dylan, solo Lennon podría haber escrito canciones tan idealistas como Imagine y All You Need Is Love; tan poderosas como God y Working Class Hero; y tan íntimas como Watching The Wheels e In My Life. Porque el mayor talento de Lennon como compositor fue haber escrito con eficacia tanto desde lo intensamente personal como desde lo fervientemente político y, a menudo, entrelazarlos en uno solo.
Aún es difícil pensar en otro compositor que fuera tan abierto a compartir desde la música sus propios demonios, logrando momentos de vulnerabilidad sorprendentes, y al mismo tiempo involucrar sus letras de lleno en ideales políticos, causas sociales específicas y voluntades revolucionarias.
Este 9 de octubre John Lennon cumpliría 80 años. El absurdo final que pusieron a su vida interrumpió su regreso a los estudios de grabación y la vida pública, así como las exploraciones futuras de su creatividad de leyenda. Pero en este Pantalla Sonora no hablaremos de su incomprensible deceso, sino que celebraremos el genio, la vulnerabilidad y el compromiso personal que John Lennon dejó en sus letras y melodías inmortales.
Seleccionamos las siguientes canciones únicamente de su etapa independiente a The Beatles, porque este fue su período de mayor libertad y ejercicio de esa característica división de su obra en dos claras categorías: los airados, viscerales y políticos gritos que intentaban generar algún cambio en el mundo, y las melodías pop intensamente personales y sentimentales.
Esta fue una de las primeras incursiones en solitario de Lennon, ya dentro de la Plastic Ono Band de Yoko, y un nada sutil llamado a la gente a prestar atención a su mensaje de paz: "¿En qué demonios estás pensando / riéndote en la cara del amor?". "¿Por qué diablos estamos aquí? / Seguramente no para vivir con dolor y miedo". El coro es la combinación perfecta del optimismo de Lennon y su capacidad para hacer que cualquier mensaje se sienta completamente universal.
Antes de que Patti Smith escribiera Rock 'n' Roll Nigger y los raperos afroamericanos afirmaran que el epíteto racista significaba la hermandad del gueto, Lennon probó sus privilegios con el coro de este manifiesto feminista, escrito con Ono, como primer sencillo del Sometime in New York City. Para darle más perversidad, Lennon canta desde una vigorosa explosión retro de R&B americano de los cincuenta.
La frase que da título al tema fue acuñada por Yoko Ono durante una entrevista en 1967. La canción protesta contra el papel tradicional e inferior de la mujer en la inmensa mayoría de las culturas. Fue prohibida en algunas cadenas de radio por el uso de la palabra "nigger" (que puede traducirse al español como "negro-esclavo"), si bien muchas personas de color, incluido el comediante y activista Dick Gregory, apoyaron el lema de la canción. En general, los oyentes tomaron la letra como una declaración de valor nominal, con un buen toque de humor negro.
Uno de los beneficios de tener una de las mejores voces en la historia de la música es que no necesitas muchos adornos para crear una rola rompecorazones absolutamente desgarradora. Al igual que la suave y escasa Julia que hizo junto a The Beatles, la oda de John a su madre, Oh My Love se reduce a sus huesos; poco más que una simple línea de guitarra (interpretada por George Harrison), piano y la voz de Lennon, todo es emoción, cruda y desnuda. Y por supuesto que está dedicada a Yoko.
Aquí Lennon dejó sobre la mesa algunas de sus propias fallas y debilidades, y en última instancia mostró el lado humano del personaje que muchos consideran un semidiós. “Me sentía inseguro / Puede que ya no me ames”, admite. "Soy solo un hombre celoso". La letra estaba originalmente inspirada por una conferencia dada por Maharishi Mahesh Yogi a principios de 1968, cuando los Beatles asistieron a su retiro espiritual en India. En plena euforia por Yoko Ono y ya independiente de la banda, John cambió la letra para hablar de sus errores como amante y esposo.
Podría decirse que el mejor momento de la carrera en solitario de Lennon se produjo en medio de su mejor álbum en solitario, el Plastic Ono Band. Brillante, dolorosa, Working Class Hero es una canción profundamente personal para el chico de la clase trabajadora de Liverpool y su triunfo más "dylanesco", una cruda balada acústica que muestra que sus simpatías se encuentran directamente con la clase trabajadora con la que todavía se identifica a pesar de las fortunas que había amasado hasta ese momento gracias a The Beatles.
John Lennon creía apasionadamente que la música popular podía y debía hacer mucho más que simplemente entretener. Al poner en práctica esta convicción, cambió para siempre el rostro del rock. Al tomar riesgos tan grandes, a veces fallaba o parecía absurdo. Sin embargo, en retrospectiva, incluso sus fracasos adquieren un brillo de nobleza: el hecho de que se preocupara tanto destaca a través de sus defectos ocasionales.