Por: Roberto Dorantes

MERCEDES SOSA, LA CANTORA LATINOAMERICANA

La canción es simiente
es de barro y de cielo
es semilla y espiga
es futuro y recuerdo

Mercedes Sosa


El 9 de julio de 1816, en Tucumán, se firmó la Declaración de Independencia de la Argentina, 119 años más tarde, en ese mismo lugar y ese mismo día, casi como un presagio de la importancia que tendría para aquel país, nació Haydée Mercedes Sosa, la negra, la cantora, aquella que sería una de las voces más importantes de Latinoamérica.

Mercedes vivó su infancia en pobreza, su padre era obrero y su madre se dedicaba a lavar y planchar ropa. A pesar de esto, tuvo una infancia feliz, jugando en un parque que estaba cerca de su casa junto a sus hermanos. Le decían la negra por su oscura cabellera, o la Marta, nombre que le quería poner su madre en vez de Haydée.

Su familia descendía tanto de españoles como de indígenas calchaquíes, Mercedes vivía en un entorno rural y por tanto siempre estuvo rodeada de gente trabajadora y humilde, cosa que no le era indiferente. Aprendió a través de la experiencia la importancia de la tierra, cómo era la vida de los campesinos, de los obreros y también las injusticias que vivían. Esto lo plasma en Cuando tenga la tierra.


Cuando tenga la tierra


Para Mercedes, cantar era algo natural, lo hacía casi sin darse cuenta. A los 15 años de edad, motivada por sus compañeras del colegio, entró a un concurso de canto en la radio de Tucumán —cambiándose el nombre por Gladys Osorio, para que sus padres no se dieran cuenta—, el cual ganó sin ningún problema. A parte de una compensación económica, el premio era seguir cantando en la radio durante unos meses más, así poco a poco la voz de Mercedes fue siendo conocida.

Después de su aparición en la radio fue buscada por algunas disqueras para grabar un par de discos. El canto de Mercedes era muy singular, tenía una voz fuerte y prodigiosa, optó por cantar música popular porque con este género era con el que se sentía más identificada. Durante ese mismo tiempo se unió al Partido Comunista y a pesar de que su voz y talento eran ya reconocidos, debido a su ideología, no era invitada a grandes eventos. Esto cambió cuando en el más importante espectáculo de música popular, el Festival Cosquín Folk de Argentina de 1965, Jorge Cafrune, quien era un cantante de folclor muy conocido, la invitó a subir al escenario. Su interpretación causó tal éxito y revuelo entre el púbico que a partir de ese momento se consolidaría como cantante.

El principal objetivo dentro de la música de Mercedes Sosa fue darle voz a las minorías, reivindicar y hacer notar a aquellas personas que no eran escuchadas, entre ellas, las mujeres. Por ello en 1969 sacó a la luz un álbum llamado Mujeres argentinas, en este disco cuenta la historia de ocho mujeres icónicas de la Argentina. Una de ellas es Alfonsina Storni, una de las mejores poetas de habla hispana, quien en 1938 se suicidó arrojándose al mar.


Alfonsina y el mar


Otra mujer con la que Mercedes Sosa tuvo una relación muy estrecha, a pesar de que nunca se conocieron, fue Violeta Parra. Esta cantante chilena, al igual que Mercedes, es una de las voces más importantes e icónicas de toda Latinoamérica. Violeta Parra tuvo una vida desafortunada que culminó con su suicidio en 1967. Sin embargo, su voz y canciones llegaron a muchas personas, una de ellas fue Mercedes, quien la consideraba una de sus más grandes inspiraciones. A Violeta le dedicó todo un disco, de este saldría Gracias a la vida, un himno que como su nombre lo dice celebra la vida, canción que Mercedes haría suya y con la cual sería muy reconocida.


Gracias a la vida


Una de las más grandes contribuciones de Mercedes a la música popular fue ser pionera y fundadora del Movimiento del Nuevo Cancionero de 1962, este proponía dejar de lado el aspecto comercial de la música para mostrar una canción que tuviera compromiso con los movimientos sociales y políticos, además de buscar reivindicar la música folclórica y con esto darle voz a los oprimidos.

De este movimiento saldría el término cantor. El cantor a diferencia del cantante, no es alguien que quiere cantar, sino alguien que debe cantar y tiene la responsabilidad de hacerlo. Ya que el canto más que una protesta es un testimonio de lo que sucede y el papel del cantor es exponer la realidad como es, de esta forma, si se calla al cantor, se calla la vida.


Si se calla el cantor


En 1976, Argentina sufrió un golpe de estado que posteriormente se convirtió en una dictadura militar. Esta situación hizo que las personas que tuvieran una ideología de izquierda fueran censuradas, encarceladas, e incluso asesinadas. Por obvias razones, Mercedes entró en este grupo indeseado para la dictadura.

Así, durante los años siguientes, sus canciones fueron prohibidas, y ella fue perseguida y acosada en cada presentación o concierto en el que cantaba, esto acompañado de constantes amenazas de muerte y exigencias de que dejara el país. Sin embargo, Mercedes no pensaba ni quería dejar su país, ni a su gente. Todo este hostigamiento llegó a su clímax cuando en 1978, durante una presentación, el ejército irrumpió en el edificio y detuvo a Mercedes, a sus músicos y las 350 personas que habían asistido al concierto. Esta fue la gota que derramó el vaso y con todo el dolor de su corazón, el año siguiente, Mercedes se exilió en Francia. Esta decisión fue una de las más difíciles que tomó a lo largo de su vida, tener que dejar su tierra ante esa situación fue un golpe muy duro, para esto tiene una canción muy conocida y hermosa, en esta dice:

“Solo le pido a Dios
Que el futuro no me sea indiferente
Desahuciado está el que tiene que marchar
A vivir una cultura diferente”


Sólo le pido a Dios


A pesar del exilio, el tiempo en Europa para Mercedes Sosa fue muy fructífero, en el extranjero grabó los discos Serenata para la tierra de uno (1979) y A quien doy (1980), ambos se convirtieron en plataformas de pensamiento que aludían a su origen latinoamericano. Los países del viejo continente acogieron a Mercedes y a su canto de una forma inesperada, durante su estancia, dio innumerables presentaciones, en las que siempre era ovacionada. A pesar del éxito, la cantora no soportaba vivir lejos de su tierra, de su gente, de su Latinoamérica, a este lugar tan amado para ella le cantó muchas canciones, una de ellas es Canción con todos.


Canción con todos


Aún con la dictadura presente, en 1982, con esa valentía que la caracterizaba, regresó a su país. En el Teatro Opera de Buenos Aires, uno de los recintos más icónicos de Argentina, dio una presentación, la cual abarrotó como nunca se había visto. Este concierto fue algo histórico, devolvió a los argentinos la esperanza, los hizo soñar, los hizo creer en el regreso de la democracia. Un año después, la dictadura terminó y algunos afirman que el hecho de que Mercedes Sosa se atreviera a regresar a su país tuvo mucho que ver. Esto confirmó lo que dice su canción Sube, sube, sube: “Los pueblos que cantan, siempre tendrán futuro”.


Sube, sube, sube


Mercedes Sosa murió el 4 de octubre del 2009, dejando un legando valiosísimo, con más de 50 años de carrera, cantó hasta el último año de su vida. Para ella cantar no era tener una buena voz, aunque sin duda la tenía, para ella la importancia de cantar era lo que se hacía con ese canto. Mercedes Sosa alzó su voz cuando era peligroso hacerlo, cuando decir lo que veía o pensaba valía la cárcel, ser torturada, asesinada o exiliada. Sin embargo, eligió ser una cantora, eligió retratar con su voz a Latinoamérica, cantar sus injusticias pero también su belleza; ella sabía que cantar era un acto muy poderoso y nunca dejó de hacerlo.


La canción es urgente