Por: Rebeca Avila

“No más niñita tierna”: Alicia y sus mil caras en el cine

Cuentan que, desde una de las ventanas del Christ Church College, en Oxford, Charles Lutwidge Dodgson, mejor conocido como Lewis Carroll, observaba jugar en el jardín a las hijas de su jefe, el decano Henry George Liddell. De esas tres niñas, había una en particular de la que el escritor estaba prendado: Alice Liddell. Si era en un sentido romántico o meramente de la inocencia de alguien que se enternece con los niños ajenos, eso Carroll se lo llevó a la tumba, por más diarios y decenas de fotografías que evidencien la estrecha relación entre la cándida niña y el erudito inglés (aunque existen versiones que aseveran que pidió a la pequeña Alice en matrimonio).

Más allá del mito entre el creador de una de las obras más representativas del nonsense y de los clásicos de la literatura en general, y su musa, se encuentra el cine, ese arte donde los sueños manifestados se pueden volver una realidad por un par de horas.

Las adaptaciones fílmicas de Alicia en el país de las maravillas son tan viejas como el cine mismo; existen desde principios del siglo XX algunas versiones mudas de escasos 8 o 10 minutos como la británica de Cecil Hepworth y Percy Stow de 1903 y la estadounidense de Edwin S. Porter de 1910. De ahí en adelante, un sinfín de “aventureros” osarán hacer su propia interpretación de este clásico, algunos tratando de ser fieles a la historia; otros mezclando ideas de Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo; otros tantos reinterpretando el sentido de las palabras contenidas. Versiones para el cine, cortometrajes, largometrajes, animaciones, stop motion, series de televisión, historias alteradas, versiones para niños y para adultos (eróticas), la mundialmente conocida de Walt Disney y varias metidas de pata.

En este Top #CineSinCortes haremos una breve selección de algunas adaptaciones de Alicia en el país de las maravillas —libro que encierra en sus páginas disparates, inocencia y cierta oscuridad—, que salen de lo convencional, en el marco de la celebración del nacimiento y fallecimiento de su creador Lewis Carroll.


Image
Alice o la última fuga (1977)

La Nouvelle Vague parecer ser el correcto vehículo para esta adaptación libre de Claude Chabrol en la que Alice Caroll —interpretada por Sylvia Kristel, la protagonista de la famosa cinta erótica Emmanuelle— no es una niña, sino una mujer casada que, harta de su vida marital, decide abandonar a su esposo. En ese viaje que hace fuera de casa hacía la “libertad”, se dice que se realiza un guiño preciso a la Psicosis de Hitchcock, a quien Chabrol admiraba profundamente, cuando Alice conduce en medio la oscuridad buscando un lugar donde pasar la noche. Lo surreal del filme comienza cuando ella acepta el asilo de un hombre mayor y la mañana siguiente se encuentra sola en medio de una mansión donde ninguna puerta parece ser la salida.



Image
Alicia (1988)

Para historias sin sentido y estrafalarias, directores estrafalarios como el checo Jan Švankmajer. Lo grotesco y lo surrealista que caracterizan sus obras audiovisuales se inmiscuyen en esta versión de Alicia, en la que se mezcla la actuación de la pequeña Kristýna Kohoutová con la más tétrica animación stop motion. Aquí, la madriguera en medio del campo se convierte en el cajón de un escritorio en medio de una casa solitaria y gris. El conejo esponjoso que corre con un reloj en mano, se vuelve en un espécimen disecado que cobra vida. La liebre de marzo y el sombrero loco, son dos figuras viejas de madera. Hay quienes reflexionan que esta versión moderna de Alicia demuestra la soledad de la infancia en un mundo lleno de adultos indiferentes.


Image
Malice in Wonderland (1983)

Los sueños suelen ser un reflejo de nuestro subconsciente, y en este habitan también nuestros deseos más primitivos y subyugados. Las fantasías, las sexuales, han tenido una cabida perfecta en ésta ya, de por sí, retorcida historia y para muestra el cortometraje de Vince Collins. La animación de colores vibrantes logra en 5 minutos contarnos el delirante y grato sueño de una mujer, el cual comienza con un conejo escabullendose por una vulva. Luego, extrañas visiones eroticas, que a veces emanan y a veces se sumergen unas en otras, convergen con otros personajes: la oruga, la liebre, la reina y el grifo, entre otros.