Por: Mariana Casasola

Nick Cave. Una mala semilla

Tell them this world is full of danger

Al final de Lovely Creatures, una antología con lo mejor de Nick Cave & The Bad Seeds desde 1984 hasta 2014, Mick Harvey (seguramente el colaborador más cercano y longevo de Cave) hace una síntesis sinigual del músico australiano donde lo describe como “un compositor metódico con un intenso y profundo respeto por la canción como forma de arte, capaz de construirla y destruirla con el mismo conocimiento y resultados que están al alcance de unos pocos elegidos”.

Uno de los pocos elegidos. Compositor de lirismo oscuro, presencia teatral y magnética en el escenario, de voz profunda y lóbrega, Nicholas Edward Cave (Warracknabeal, Australia, 1957) cumplirá este 22 de septiembre 61 años, de los cuales ha dedicado la mitad a la creación de una música que le ha ganado el título de outsider de culto junto a nombres como Leonard Cohen o Tom Waits.

A pocas semanas de su próxima visita a México, aquí celebramos el genio de Nick Cave con un recorrido por algunos de los álbumes más importantes de una trayectoria que ha ido de los sonidos más punk rock a las baladas más románticas, una de las más complejas de la música contemporánea, imposible de definir o de ignorar.


From Her to Eternity (1984)

Desde el paso por su primera banda de rock gótico formada en Australia, The Birthday Party, era obvia la feroz presencia escénica de Cave. Pocos años después, una vez instalado en Europa, se consolida en su banda definitiva (aunque no la única) The Bad Seeds. Este, su álbum debut, que juega con el título de la película From here to eternity, mantiene muchas de las obsesiones religiosas, de muerte y sexo que Cave había explorado en sus letras y conceptos desde inicios de su carrera.



Murder Ballads (1996)

Este noveno álbum, que le dio a Nick Cave & The Bad Seeds definitiva fama internacional, es protagonizado por la muerte. Todas las canciones, en su mayoría escritas por Cave, giran en torno a crímenes pasionales y al amor en su forma más cruda y primitiva. Mucho del éxito de este disco fúnebre comenzó gracias a la colaboración de Kylie Minogue en el tema Where The Wild Roses Grow (gracias al cual la banda mereció un premio MTV que Cave rechazó cabalmente en una extensa carta).



The Boatman’s call (1997)

La vena más rockera y gótica de Cave parece fracturarse a mediados de los noventa para entregar baladas y canciones mucho más clasicistas. En sus letras la obsesión por el sexo es remplazada por el amor y los protagonistas ahora son sólo el piano y la voz intimista de Cave.



Push the Sky Away (2013)

Para el decimoquinto álbum de Cave y sus malas semillas, pareciera que la bestia se ha apaciguado por fin, pues se presenta ordenado hasta la quietud y relucen sus letras inquietantes que siguen reflejando la debilidad de Cave por las historias de amores monumentales y la presencia de lo divino. Un disco que parece reflejar el nuevo ritmo de vida de un Cave ya librado de muchos de sus demonios personales y su adicción a la heroína.



Skeleton Tree (2016)

Si bien toda la obra de Nick Cave se ha visto nutrida con reflexiones sobre los temores y las tragedias, propias y ajenas, reales o ficticias, ninguna obra contiene un asomo tan franco al dolor como este disco que Cave formó luego de la muerte de su hijo de 15 años. Sólo Cave es capaz de desnudar un luto tan complejo en una obra que exalta el dolor de forma explícita y también alegórica. La música es tierna y la voz de Cave nunca había sido tan quebrada, conmovedora y grave, un aullido directo de sus heridas e incertidumbre.