Testigos de la historia, instrumentos para comprender mejor la diversidad de la cultura, los museos permiten un diálogo entre el patrimonio y la curiosidad. Son una herramienta de educación quizá mucho más efectiva que las aulas. También son un invento reciente, aparecieron como instituciones formales hace apenas un par de siglos y los primeros ejemplos fueron megamuseos que buscaban expresar la riqueza y fuerza de la cultura de cada nación — o incluso de la Humanidad— y aún hoy están enfocados a los grandes circuitos de público nacional e internacional. ¿Los más famosos? Louvre, El Prado, MOMA, Hermitage, MET de Nueva York, Museos Vaticanos, entre muchos otros.
En México, tan sólo la capital ocupa el segundo lugar entre las ciudades con más museos en el mundo, sólo por debajo de Londres. Entre los cientos de museos en nuestra ciudad se cuenta con importantes ejemplos de esos espacios monumentales con grandes acervos que reflejan la magnitud del patrimonio cultural del país. Quizá el más famoso y visitado, por extranjeros y mexicanos por igual, sea el Museo Nacional de Antropología e Historia, y le siguen Bellas Artes, Templo Mayor, MUNAL, etc.
¿Pero qué hay de los otros museos?, esos que no cuentan con espacios gigantescos o acervos de atractivo internacional, ¿por qué es importante conocerlos y apoyarlos? Basta con decir que la relación de un museo pequeño o mediano con su territorio es más natural y honesta, porque surgen de las necesidades e inquietudes propias de una comunidad que busca proteger su patrimonio, preservar su memoria colectiva o simplemente afianzar su identidad.
Con el Día Internacional de los Museos en puerta (18 de mayo), aquí hacemos un llamado a valorar y visitar no sólo los grandes y célebres museos, ésos donde hacemos filas interminables y les recorremos entre multitudes; y en cambio darles la oportunidad a espacios que, aunque son de menor escala, nos ofrecen una perspectiva igual de importante y quizá más cercana a nosotros mismos.
En el corazón de la colonia Roma se encuentra un espacio que depende de la UNAM, en el que se fomenta, investiga y difunde arte contemporáneo desde el diseño, la arquitectura y otras disciplinas. Lo especial del MUCA ROMA es que se plantea como un espacio de encuentro tanto para la comunidad universitaria como la urbana, así que además de distintas exposiciones, podrás encontrar debates y eventos en torno a prácticas artísticas desde el punto de vista académico al igual que de la participación ciudadana, pues, de hecho, desde 2015 este museo se presentó con el tema del Derecho a la Ciudad.
Tonalá 51, Roma Norte, Cuauhtémoc
Ubicada en la colonia Doctores se encuentra la colección de juguetes más grande del mundo, un espacio que exhibe cerca de 45 mil piezas, pero además conserva en sus almacenes más de un millón de objetos. Este impresionante acervo que comprende juguetes sobre todo de las décadas entre 1920 y 1960 (aunque cuenta incluso con piezas del siglo XIX), fue iniciado desde hace más de 50 años por el arquitecto mexicano de ascendencia japonesa Roberto Shimizu con la intención de revalorar esos objetos que servían para fomentar la imaginación y la sociabilidad de los niños. Justo por esta razón no es sorpresa que en los recorridos en este interesante museo se invita a no usar del celular, y en cambio, fomentar la curiosidad y creatividad de todo visitante.
Dr. Olvera 15, Doctores, Cuauhtémoc
Para los amantes del diseño industrial, mercadotecnia y las artes aplicadas está el MODO, considerado el primero en su clase, porque se basa en una colección de embalajes comerciales, dispositivos comunes y objetos que se exhiben desde un análisis de los principios del diseño y la comunicación, así como el uso de nuevas tecnologías. Fundado por el coleccionista Bruno Newman, en una casona de la colonia Roma, adaptada con este objetivo, este museo busca reflexionar a través de los objetos, sobre la historia de México desde inicios del siglo XIX: su sociedad, movimientos culturales, tendencias, formas de pensar y contacto con el extranjero. ¿Qué clase de cosas se pueden encontrar en sus exposiciones temporales? Su colección de más de 100 mil objetos incluye fotografía, propaganda política, documentos históricos, y objetos funerarios, así como interesantes ejemplos del diseño del empaque, el envase, la publicidad y las artes gráficas.
Colima 145, Roma Norte, Cuauhtémoc
Justo a un costado de la Alameda Central, en la Plaza de la Santa Veracruz parece que nadie toma en cuenta que hay otro museo además del famosísimo Franz Mayer, pero justo en el lado opuesto de la plaza, en una casona del siglo XIX, se encuentra el recinto dedicado a reunir, conservar, documentar y difundir obras de grabado, estampado y otras técnicas del arte gráfico, tanto de artistas mexicanos como extranjeros. Parece que se ha olvidado un poco, pero el género de la estampa es un medio de expresión que en nuestro país cuenta con una larga y definida tradición y tiene ejemplos impresionantes en la cultura popular. Quizá el más famoso de nuestros grabadores fue José Guadalupe Posada (al que el museo le ha dedicado destacadas muestras), pero te sorprenderá encontrar trabajos tan variados y reconocidos de muchos otros artistas en la colección de este museo que alberga alrededor de 12 000 obras. (Consejo: en las Noches de museos, este espacio ofrece actividades muy interesantes que incluyen música y hasta performance de manera gratuita).
Av. Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, Centro Histórico
Muy oculto en el sur de la ciudad entre las laberínticas calles de la colonia Santa Catarina está este museo creado por el pintor y acuarelista Alfredo Guati Rojo Cárdenas con el objetivo de promover, difundir, apoyar y conservar sobre todo obras hechas a partir de la técnica de pintura en acuarela, pues al contrario de otras técnicas como el óleo, no ha tenido el impulso, difusión y desarrollo que se merece. Aquí puedes encontrar un panorama visual tanto de esta técnica como de su manufactura, y lo más importante, del desarrollo histórico de la acuarela en México y el mundo. Dividida en salas, se muestran ejemplos de obras desde la etapa prehispánica hasta la contemporánea, además de una sala donde se presentan de manera temporal exposiciones de artistas acuarelistas actuales nacionales e internacionales.
Salvador Novo 88, Santa Catarina, Coyoacán