La guerra es el rostro extremo y violento de la política, la manera de establecer un orden por la fuerza cuando no es posible el acuerdo o cuando se puede prescindir de él. Star Wars, ese pretendido cuento de hadas épico espacial podría no examinarse a la luz de la política, pero eso no quiere decir que ella no esté contenida en la saga, ya que, en el nombre, como dicen, lleva la penitencia. Sin embargo, la política en La guerra de las galaxias no es protagonista, los protagonistas son otros -Anakin en los episodios I, II y III; Luke en los episodios IV, V y VI; Rey en la nueva trilogía de Disney, episodios VII, VIII y IX-, pero de alguna u otra forma, la política es uno de los contrapesos u obstáculos en la historia de esos protagonistas.
Tampoco hay que forzar la lectura, a pesar de los paralelismos entre Star Wars y algunos momentos de la historia contemporánea, no hay que olvidar que la saga está narrada en pasado -Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana-, que los acontecimientos pertenecen al pasado, a un pasado mítico, son pura fantasía. Que se trata de un producto del entretenimiento y que entre sus muchas virtudes la más importante es ser uno de los mejores productos de la industria del entretenimiento de todos los tiempos. Hechas estas anotaciones, podemos echar un vistazo al contenido político de la saga, que no por ser sólo contextual, deja de ser interesante.