Juan Rulfo: el fotógrafo de las letras

Por: Everth Bolaños


Acuérdate de Urbano Gómez, hijo de don Urbino, nieto de Dimas, aquél que dirigía las pastorelas y que murió recitando el 'rezonga ángel maldito' cuando la época de la gripe.

Acuérdate, El llano en llamas, Juan Rulfo

Este 2017 se celebra el centenario del natalicio de uno de los escritores más importantes dentro de la literatura universal: Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, mejor conocido como Juan Rulfo, quien nació el 16 de mayo de 1917 en Sayula, Jalisco.

Su vida estuvo marcada por dos acontecimientos ocurridos durante su infancia: la muerte de sus padres y su estancia en el campo que lo hizo presenciar fuertes enfrentamientos de la Guerra Cristera. Debido a lo anterior, no es difícil comprender de dónde viene la nostalgia que suele acompañar a sus textos.

A mediados de la década de los treinta, se trasladó a la Ciudad de México y es por esos días que comienza a escribir su primera novela, El hijo del desaliento, la cual destruyó por considerarla “retórica y rimbombante”. No obstante, de ésta rescató un apartado que posteriormente publicó en la revista América. Es a partir de este momento que comienza una serie de colaboraciones en gacetas.

Juan Rulfo es el escritor mexicano más traducido, sin embargo, es posible que te sorprenda saber que su obra se reduce únicamente a dos libros: El llano en llamas (1953) y Pedro Páramo (1955). ¿Por qué? Bueno, es muy simple. Para él, a diferencia de otros de sus contemporáneos como Carlos Fuentes, la escritura no era un trabajo profesional, sino un entretenimiento: Rulfo pensaba que su único oficio era vivir.

No obstante, su obra abarca muchos otros campos. Redactó un sinfín de textos introductorios para los libros del Instituto Indigenista y aproximadamente unos cuatrocientos acerca de arquitectura. Además, colaboró como guionista de algunas películas como El despojo (1969), La fórmula secreta (1965) y El gallo de oro (1964) la cual es una adaptación de su cuento del mismo nombre, hecha por Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. Asimismo, dejó un acervo de más de seis mil negativos de fotografías que tomó durante sus viajes por México, los cuales se han convertido en un invaluable testimonio antropológico.

A continuación, te dejo algunos datos sobre la obra de este magnífico literato.

El llano en llamas (1953)

Este libro se compone de nueve de los cuentos que Juan Rulfo publicó en diferentes revistas, a los cuales les añadió seis más. Quince años después, relanza este compendio, pero sin Paso del norte y le agrega otros dos. Sería hasta 1980, que reaparece el relato anteriormente eliminado, lo cual da como resultado una recopilación final de 17 títulos, entre ellos Acuérdate, Macario, Luvina y El llano en llamas.

Las narraciones se desarrollan durante la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera, en ellas, el autor describe paisajes áridos con un lenguaje popular, en los que se muestran las deficiencias de la época propios de los cambios políticos que enfrentaba el país, mezclado con duras emociones, soledad y violencia, mismas que se encuentran suspendidas en el tiempo.


Pedro Páramo (1955)

Seguro reconoces el famoso inicio de esta obra: Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Imagina que llegas a un misterioso pueblo a buscar a un familiar y con el paso de los días, conoces a diferentes personajes que te harán dudar sobre todo lo que conoces acerca de tu historia personal y la muerte, sobre esta idea gira la única novela publicada de Juan Rulfo.
Pero, ¿qué tiene este libro que lo volvió tan famoso? Al respecto existen una gran cantidad de análisis, por lo que la respuesta se vuelve bastante compleja, así que resumamos. Empecemos por decir que el escritor fue un hombre adelantado a su tiempo que hizo suyo el realismo mágico, corriente que tan de moda estuvo unos años después.

Otro punto, es la falta de cronología y mezcla de tiempos gramaticales. ¿Recuerdas cómo en Rayuela, de Julio Cortázar, puedes ir jugando con los capítulos? Bien, pues se dice que Rulfo cortó el escrito en fragmentos y los colocó al azar, lo cual genera que el único hilo conductor sea la estética del texto. Asimismo, emplea técnicas de diferentes campos, entre ellas el close up de la cinematografía, la multiperspectiva del cubismo, además de características de libros clásicos de autores como James Joyce, William Faulkner y Marcel Proust.

Como últimos apuntes te diré que la novela se encuentra dentro de las 100 obras de ficción más importantes en la historia de la humanidad según el Instituto Nobel y por si esto fuera poco, ésta es una de las más grandes influencias que recibió Gabriel García Márquez mientras escribía Cien años de soledad. Así que si no lo has leído, no dejes pasar más tiempo.