Cultura para el paladar

¿Cualquiera puede cocinar?

Por: Frida Rosales V.

Poner cebolla y ajo finamente picados al fuego hasta acitronar; agregar a la olla carne picada y sazonar al gusto. Añadir el resto de los ingredientes, del más duro al más suave, y dejar que cada uno aporte sus sabores. La receta continúa con chiles asados y pelados, así como una valiosa salsa puramente blanca; y después de horas dedicadas, tendremos uno de los platos más hermosos de origen barroco: el chile en nogada.

Si en los motores de búsqueda tecleamos receta de… los primeros resultados advierten lasaña tradicional 100% casera; 10 recetas fáciles y rápidas; ¿Ya no saben qué hacer de comer? Receta fácil y bien sabrosa aquí y muchas opciones más que prometen la triada sagrada: variedad, sencillez y rapidez.

Si bien, la gastronomía que nos enorgullece es celebración, hogar y memoria, en este Cultura para el paladar te compartiremos la nueva cocina en manos de una generación que, por inmediatez, ha cometido (y sigue cometiendo) toda clase de barbaridades de las que, ni nuestras abuelitas, ni nuestras madres, pueden sentir orgullo… hasta parece que no las ayudamos a pelar, deshebrar o picar, no tienen perdón de Dios.

Advertencia: esto no es un recetario, y si algún paladar se estimula y lo prueba en casa, es bajo su propio riesgo.



Para los que les gusta el picante


  1. A un chile jalapeño le quitas el rabito, las semillas y lo rellenas de queso crema, hasta ahí todo suena medianamente decente; lo que sigue quizás no tanto… agregar de cuatro a cinco Takis (o las papas de tu preferencia), limón y salsa picante… ¡provecho!

  2. Mezcla tus salsas picantes favoritas; los polvos picosos de tu preferencia, las papas fritas que más te gusten, y mézclalas en un bowl con sopa instantánea preparada; a ese buen banquete agrégale un tanto de limón y la mezcla de salsas negras que más te convenza… ahora sí, rézale al dios de tu preferencia y ruégale para que la gastritis te deje dormir esa noche…


Para los que buscan lo acidulado


  1. En un recipiente pon uvas verdes sin semilla y exprime jugo de limón; luego espolvorea las uvas con azúcar y gelatina en polvo (sí, de la que viene en sobre, sin hacer); las llevas al congelador por dos o tres horas ¡y listo!

  2. Está opción será probablemente la más natural de este no recetario. Corta rodajas delgadas de limón Eureka (el amarillo pues), quítale las semillas y colócalas en un envase de vidrio con tapa, vierte miel de abeja hasta que cubra todas las rodajas y lleva la mezcla al refrigerador por dos o tres días. Pasado ese tiempo es momento del ¡bon appétit! – se dice que puedes agregar especias como cúrcuma para completar la atmósfera de sabor.


En bebidas le venimos manejando…


  1. Puristas del café, salgan de aquí ahora mismo; lo primero es agregar una cucharada de azúcar, una de café instantáneo y una más de agua hervida; bate como si hubieras comido hasta que se vaya espumando e incremente su volumen y en un vaso sirve hielos, leche y corona con la espuma, ¡salud!

  2. Seguimos en el café y si el iced shaken espresso es de tu agrado, presta atención. En un vaso con hielos, vierte un shot de espresso, agrega bolas de helado de vainilla y sumérgelo todo en el refresco de cola de tu preferencia, ¡bottoms up!

  3. Para esta bebida exótica del internet (sin café) se necesita un vaso con harrrrto hielo, un Yakult, una taza de té negro y refresco de limón; incorpora todo y arriba, abajo, al centro y pa’ dentro.


Final feliz


  1. Los postres no pueden faltar en este no recetario, y el primero es un mugcake. Basta con triturar tus galletas dulces favoritas en una taza, verter un poco de leche y agregar una pizca de polvo para hornear. Cuando esté todo mezclado, se lleva al microondas por 1:30 minutos y a disfrutar.

  2. Con tres ingredientes, esta promete ser una opción baja en calorías, así que pica fresas y en un bowl mézclalas con yogurt griego; colócalas en una bandeja y llévalas al congelador por una hora; mientras, derrite un poco de chocolate y pasada la espera, sumerge las fresas en el chocolate y vuélvelas a meter al congelador por otra hora. Ahora sí, lo único que queda es disfrutar.


Ya nos contarás qué opinas de esta nueva cocina que deja ver un principio que aplica sobre más de un ámbito, y es que es preciso evolucionar, es prácticamente una demanda, y la gastronomía, aliada imprescindible de la cultura, naturalmente debe hacerlo; sin embargo, estas recetas o pasos a seguir, parecen deformar paladares. Todo es bueno con medida, siempre darse un gustito es más que válido, pero sí es responsabilidad de nuestras generaciones no perder los platillos que con tanta devoción prepararon nuestros ancestros, porque perderlos, significa perdernos.



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