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Sellos y empaques: ¿es igual si como unas papas fritas que una pieza de pan?

Por: Redacción Gaceta Veintidós

Ir al supermercado, tiendas de abarrotes o de conveniencia, puede ser un calvario para quien se ha hecho el propósito de comer lo mejor posible, tratando de consumir productos bajos en grasa, en calorías o sin conservadores. Pero la realidad es que cuando hacemos la compra, resulta que incluso lo que parece saludable está lleno de sellos con advertencias de exceso de azúcares, calorías, grasas saturadas o trans y sodio. En ese sentido ¿da lo mismo comerse una bolsa de papas que un bote de nueces si ambos tienen sellos similares?, ¿tienen el mismo nivel nutricional?, ¿cómo saber qué alimentos son mejores que otros si la mayoría tienen estas advertencias?

Para poder entrar a detalle con este tema, nos apoyamos en una especialista, la nutrióloga María Antonieta Montaño Reyes, quien nos cuenta que, en México, desde 2020, el etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas nacionales o extranjeras es obligatorio de acuerdo con la NM-051SCFI/SSA1-2010. La medida está integrada por cinco sellos de advertencia, que indican cuando un producto contiene exceso de nutrientes e ingredientes críticos como calorías, grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sodio, además de dos leyendas sobre el contenido de cafeína y edulcorantes, no recomendables para niños. Además, la norma NOM 051 prohíbe que los empaques contengan personajes infantiles, dibujos animados, celebridades o elementos interactivos que estén dirigidos a las infancias.

Estos sellos, que proporcionan información directa, visible y fácil de entender para adultos y niños, han tenido un impacto positivo al disuadir a las personas al seleccionar ciertos alimentos. Aunque desafortunadamente tienen un carácter cuantitativo, pero no cualitativo, que puede ocasionar impresiones erróneas sobre la calidad de los alimentos al comparar las opciones que se ofrecen en los anaqueles.

Por ejemplo, los dos productos que aparecen aquí tienen el sello de exceso de grasas saturadas, la cual es muy distinta entre cada uno: mientras que las papas tienen grasa animal, lo que hace que tenga ese exceso, las nueces no tienen contenido de grasa animal, la composición de alguna nuez puede tener un poco de grasa saturada, pero la calidad y cantidad es muy diferente, por lo que las personas pueden pensar que los dos productos son iguales y preferir la papas.



¿Qué efectos tienen en la salud el exceso de estas advertencias?


El sodio es un nutriente esencial y nuestro organismo lo necesita para desarrollar diversas funciones. Su exceso tiene consecuencias para la salud, pues se asocia con cifras elevadas de presión arterial, problemas de corazón y riñones. Los azúcares aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, sobrepeso y obesidad (en particular en niños), hipertensión, hígado graso, problemas bucodentales e incluso cáncer. El exceso de calorías aumenta la grasa corporal, ya que cuando se consumen más calorías de las que nuestro cuerpo necesita, se convierten en grasa y se acumulan. Hay personas que necesitan mayor consumo de calorías, como los deportistas; pero este debe ser equilibrado y variado, para no afectar a su salud. Una dieta alta en grasas saturadas incrementa la acumulación de colesterol en las arterias. El colesterol es una sustancia suave y cerosa que puede causar obstrucción o bloqueo de las arterias. Un colesterol LDL (colesterol malo) alto incrementa su riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y aumento de peso. Las grasas trans se consideran el peor tipo de grasa que se puede consumir. A diferencia de otras grasas en la alimentación, las grasas trans, también llamadas ácidos grasos trans, aumentan el colesterol malo y, además, reducen el bueno. La mayoría de las grasas trans se forman a través de un proceso industrial que añade hidrógeno al aceite vegetal, lo que hace que el aceite se vuelva sólido a temperatura ambiente. En cuanto a la lista de ingredientes de los alimentos empaquetados, debemos poner atención en que no tengan muchos ingredientes que no conozcamos, entre menos ingredientes mejor y de preferencia, que no tenga colorantes.


Los errores más comunes en la alimentación mexicana


En la dieta del mexicano se han ido incorporando cada vez más alimentos industrializados y comidas rápidas, los cuales contienen altas cantidades de sal; exceso de frituras comerciales, sopas instantáneas, pastelillos, enlatados, palomitas de maíz, carnes embutidas y ahumadas, quesos (cheddar, mozzarella, parmesano, añejo, manchego), cereales, pizzas, hamburguesas, hot dogs, etcétera, hacen que la dieta no sea equilibrada, porque contiene mayor cantidad de ingredientes procesados que justamente contienen los elementos que los sellos tratan de evitar.

Además, estos alimentos procesados hacen que disminuya el consumo de alimentos naturales como las frutas, verduras, granos y leguminosas.


A ciencia cierta
¿Todos los alimentos nutren?


Empezaremos diciendo que no hay alimentos buenos, ni malos. Consiste mucho en la cantidad y la frecuencia en que los comemos.

Hay ciertos alimentos cuyo contenido de nutrientes es mayor, como en las frutas, verduras, cereales integrales, leche y productos lácteos bajos en grasa, huevo, carne, pescado, leguminosas, semillas, etc. Pero ningún alimento tiene todos los nutrientes necesarios, por eso la importancia de tener una dieta balanceada que contenga todos los grupos de alimentos para que se complementen.


¿Sabes qué son los picos de glucosa?


Los picos glucémicos se refieren a los incrementos súbitos y significativos en los niveles de glucosa en sangre, luego de consumir alimentos con alto contenido de hidratos de carbono, como por ejemplo: jugos de fruta naturales o artificiales, refrescos, dulces, pasteles, miel, azúcar, etc. Cuando una persona ingiere carbohidratos, especialmente aquellos que se descomponen rápidamente como los azúcares simples o los alimentos procesados, estos se convierten en glucosa en el organismo.

A medio plazo, las subidas y bajadas constantes de glucosa en sangre tienen un impacto negativo en la salud. La alimentación juega un papel fundamental en ello, al igual que en el desarrollo de diabetes tipo 2 y resistencia a la insulina, es decir, los tejidos no responden ante la insulina secretada por el páncreas y, por tanto, no pueden absorber la glucosa de forma correcta y diabetes tipo 2.

Los picos glucémicos también contribuyen al aumento del almacenamiento de grasa. Grandes liberaciones de insulina, que ocurren en respuesta a estos picos, generan aumento de peso y problemas asociados con la obesidad. Para evitar picos glucémicos, se recomienda consumir hidratos de carbono complejos, como granos enteros, verduras y leguminosas, ya que se digieren más lentamente.


Mitos de las dietas


La palabra dieta se asocia erróneamente a la práctica de restringir el consumo de alimento, para obtener solo los nutrientes y la energía necesarios para mantener cierto peso o bajar de peso. La dieta humana debe ser equilibrada, que aporte los nutrientes y energía en cantidades necesarias, que permitan mantener las funciones del organismo, tanto físicas y mentales. Esta dieta equilibrada debe ser individual, tomando en cuenta género, edad, peso y la situación de salud de cada persona. Existen diversos factores: geográficos, sociales, económicos, patológicos, etcétera, que influyen en el equilibrio de la dieta. Además, existen diversas dietas para distintos tratamientos y prevención de enfermedades.

El consumo de dietas milagro es por la obsesión que tienen muchas personas por encontrar una alternativa que les permita bajar de peso con rapidez mediante la ingesta de pastillas y productos milagros, muchos de ellos sin ninguna supervisión. Estas dietas consiguen una pérdida ponderal rápida, pero el peso se recupera pronto y con algún kilogramo de más, porque modifican una serie de parámetros corporales que luego pueden impedir adelgazar. Incluso, algunos de ellos tienen efectos adversos graves, como las deficiencias de proteínas, vitaminas o minerales por falta de consumo de ciertos alimentos. Además de que en grupos de población especialmente sensibles al tema del peso (jóvenes y adolescentes), se pueden desencadenar trastornos de la alimentación como la bulimia y la anorexia.


Sobre Maria Antonieta Montaño Reyes


Es licenciada en Nutrición con 20 años de experiencia profesional en diversas ramas, 10 años de experiencia dando consulta en nutrición en diversas patologías como obesidad, diabetes, hipertensión, gota, enfermedades gastrointestinales.

Especializada en nutrición del deporte, obesidad y cirrosis hepática, con diplomado en Nutrición Clínica, Máster en Nutrición y Dietética con especialidad en Enfermedades y Tecnología alimentaría.

Cedula: 4701387


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