Por: Roberto Dorantes

MICK JAGGER, EL ROCKSTAR ORIGINAL

"La banda más grande del mundo", así se autodefinieron los Rolling Stones en 1969, a 51 años de esto y casi 60 de su creación, nadie puede negar que lo son. Muchas son las razones por la cuales esta declaración no está a cuestionamiento: su enorme trayectoria; su forma de renovar el cómo se hacía rock, tanto musical como comercialmente; su apariencia, cabello largo, desalineados y glamorosos al mismo tiempo; los excesos, el uso de drogas, la liberación sexual. Con 30 álbumes de estudio y más de 100 canciones grabadas, los Stones son la agrupación más longeva de la historia y ya sin nada que demostrar siguen llenando estadios, haciendo música y realizando las más exitosas giras alrededor de todo el mundo.

Pero ¿por qué después de más de medio siglo esta legendaria banda sigue tocando?, la respuesta es simple, porque quieren y porque son los únicos que pueden, aunque esto no es gratuito, el que sigan juntos recae en cada uno de sus integrantes, en Ronnie Wood, en Charlie Watts, en Keith Richards y en su líder, Sir. Michel Philip Jagger, a quien debido a su cumpleaños número 77, dedicamos esta Pantalla Sonara.

Pocos nombres son tan reconocidos como el de Mick Jagger. Con tan sólo mencionar a los Rolling Stones, su imagen llega a nuestra mente, su inconfundible voz, su cuerpo delgado contoneando la cadera, los hombros y los brazos, moviéndose como sólo él puede hacerlo. A pesar de esto, Mick Jagger no siempre apostó por la música, la fama, los excesos y en rock and roll. Proveniente de Datford, Inglaterra, creció en una familia de clase media y tuvo una infancia y adolescencia no muy diferente a la de cualquier otro joven inglés, incluso gracias a sus buenas calificaciones obtuvo una beca para estudiar economía.

Sin embargo, la vida de Mick cambió cuando se encontró por casualidad en un andén de tren con Keith Richards, a quien había conocido en su infancia pero que no había visto hasta ese momento. Mike, como le llamaban en ese entonces, llevaba consigo unos discos de Chuck Berry y Muddy Waters, lo cual atrajo la atención de Keith, quien también era un apasionado del blues, allí mismo y por esa conversación se unirían las vidas de este par de jóvenes ingleses que sin saberlo formarían al más grande monstruo de la música contemporánea.

Un tiempo después de este encuentro, se formarían los Rolling Stones con su primera alineación integrada por Bill Wyman en el bajo, Ian Stewart en el piano, Charlie Watts en la batería, Keith Richards en la guitarra, Mick Jagger en la voz y Brian Jones como primer líder de la banda, al ser el más experimentado musicalmente, en la guitarra principal. Su primera presentación fue en el Club Maquee de Londres el 12 de julio de 1962, en donde la agrupación, que entonces tocaba R&B -principalmente covers de Muddy Waters, Chuck Berry y Bo Diddley-, impresionó a los presentes y aunque aún no eran la legendaria banda, este fue el primer paso que los encaminó hacia el éxito.

El rock británico a principios de los 60, sobre todo el más comercial, se caracterizaba por ser family friendly. En ese entonces las bandas que más pegaban eran las que vestían con uniformes idénticos y limpios, con el cabello bien arreglado, nombres jocosos y cantaban canciones más enfocadas al amor romántico, llegando casi a lo cursi. En contraparte aparecieron los Rolling Stones, que llegaron a la escena a representar el otro lado de la moneda y a tomar el rol de chicos malos. Esta imagen se la deben en gran parte a su primer representante, Andrew Loog Oldham, quien vio en los Stones, y principalmente en Mick Jagger, potencial subversivo y lo explotó al máximo, cosa que en realidad no le fue muy difícil.

Cuando Mick era joven, en una entrevista le preguntaron: ¿Te imaginas haciendo esto a los 60?, a lo que él contestó: claro, fácilmente; y aunque quizá al principio ni él mismo lo sabía, Jagger había nacido para convertirse en un ícono. Pero ¿qué es lo que hace al líder de los Stones tan atractivo? La verdad es que Mick Jagger lo tiene todo, tiene el estilo, los movimientos, la voz, el genio para componer, la energía en los conciertos; no existe presencia musical más irresistible que él, incluso a sus casi 80 años, sigue dominando el escenario como todo un jovenzuelo.

Como ya sabemos, la producción musical de los Rolling Stones es enorme y muchas son las canciones y éxitos de la legendaria banda. Gran parte de estas han sido compuestas por Mick Jagger, ya que además de sus dotes como cantante y showman, también es un gran músico y compositor. La primera canción que escribió Jagger fue As Tears Go By y lo hizo junto a Keith Richards. Andrew Oldham cuenta que para que compusieran esta canción los tuvo que encerrar en una cocina durante varias horas, esto con el fin de que dejaran de depender de los covers y de las canciones de Brian Jones, quien para ese entonces se estaba distanciando de la banda.



Mick Jagger y Keith Richards son la dupla más importante en la historia del rock and roll. Se dice que mientras Richards es el corazón de los Stones, Jagger es la mente. A lo largo de su historia, han tenido sus altas y sus bajas, sus acuerdos y desacuerdos, sin embargo, pese a todo han sabido dejar de lado sus diferencias y han mantenido a flote a la banda. Sin duda, cuando alguno de estos dos haga falta, los Rolling Stones por fin habrán terminado. (I Can't Get No) Satisfaction es una de las canciones más exitosas y conocidas de los Stones; esta no fue escrita por Mick, sino por Keith quien, al reproducir un cassette que se había grabado por equivocación, escuchó un extraño riff de guitarra con el cual, como dice la canción, no pudo obtener satisfacción. Posteriormente, Jagger también contribuyó a esta canción y así, una vez más, este par logró hacer una de las canciones más trascendentes en la historia de la música, con un riff que se convertiría en la base de muchas otras canciones de rock and roll.



Miss You, del álbum Some Girls (1978) es una de las mejores canciones que ha compuesto Mick Jagger a lo largo de su carrera musical; con la colaboración del tecladista Billy Preston, esta canción está influenciada por la música disco que estaba de moda en esos años. Con esta pieza, los Stones se arriesgaron a hacer algo diferente -incluso incluyeron un saxofón-, lo cual ayudó a que su estilo y música se renovara.



Como buenos rockeros, los Rolling Stones no estuvieron exentos de polémica, viéndose involucrados en el uso de drogas, siendo víctimas de arrestos o protagonizando escándalos debido a sus múltiples amoríos. Todas estas situaciones también eran proyectadas en su música. Una de las canciones escritas por Jagger que más controversia causó fue Brown Sugar, del álbum Sticky Fingers (1971); este tema, al igual que muchas otras canciones de los Stones, habla metafóricamente y usa analogías en torno a distintos temas tabú para aquella época. Algunos dicen que esta canción trata acerca de la esclavitud, el sexo interracial y la violación, sin embargo, también se le ha asociado con el uso de la heroína. A pesar de esto, en su momento fue éxito rotundo y actualmente es un clásico del rock.



Haciendo honor a su apodo, su satánica majestad escribió la canción Sympathy for the Devil en 1968, la cual es considerada una de las mejores canciones de rock. Esta canción habla de un hombre que repasa algunos momentos trágicos de la historia, como la crucifixión de Jesucristo o el asesinato de Kennedy, al final de esta canción nos enteramos que este personaje es nada más y nada menos que el mismo Lucifer. Debido a este tema muchos aseguraron que los Rolling Stones habían hecho un pacto con el diablo, sin embargo, Jagger dijo que la inspiración para esta canción fue un relato del escritor Mikhail Bulgakov.



Así como los Rolling Stones plantaron las reglas de cómo debía ser una banda de rock and roll, Mick Jagger lo hizo del cómo debía ser un rockstar. Antes de él la única figura que había causado tal ímpetu en el rock había sido Elvis Presley; sin embargo, a diferencia de Elvis, él no se vendía con una imagen ruda y varonil, Mick Jagger explotaba su sex appeal de una manera muy diferente.

En aquella época, el atractivo masculino se basaba en ser alguien fornido, bien peinado y aseado, siguiendo la tradición de los galanes hollywoodenses. Cosa que cambió cuando apareció este joven inglés, andrógino, despeinado, maquillado, con el cabello largo, con pantalones ajustados, la mirada perdida y con una actitud completamente despreocupada, quien además bailaba y se movía sin el mínimo pudor y que junto con su banda cantaba acerca del sexo, las drogas y el rock and roll. Actualmente, esta descripción es la imagen cliché del rockero promedio y en gran parte fue Mick Jagger quien la inventó. Él podía aparecer en un escenario usando un vestido -y de hecho lo hizo- y volver loca a la multitud. Simplemente siendo él mismo, corrompió y formó a la juventud de los 60 y 70 de tal forma que su influencia sigue hasta nuestros días.