La muerte y el más allá en la pantalla grande
Por: Rebeca Avila
Dicen que la muerte es el mayor miedo del ser humano. El temor de que nuestra existencia, como la concebimos, se esfume, es inevitable, aunque existe la incredulidad. Desde el sufrimiento físico que conlleva la agonía, hasta las inquietudes de lo que nos depara el “más allá”, producto de las diversas acepciones religiosas, filosóficas, culturales y de unos siglos para acá, psicológicas, generan ese desasosiego ante lo que no conocemos.
Cielo, infierno o purgatorio; reencarnación en otros cuerpos, humanos o animales e incluso la idea del espíritu atrapado en el plano terrenal -fantasmas-. Sea cual sea el dogma que domina nuestra cultura, lo cierto es que para todos ellos el resultado post mortem, está directamente relacionado con nuestras acciones en vida. Un incentivo más para nuestros terrores.
En México, aún se comparte el legado ancestral mexica, en el que la muerte no es el fin, es sólo una continuación de la existencia hacia otro nivel. En esta ideología, la dualidad de vida y muerte no sufre de una connotación oscura, en la que la segunda indica partir hacia lo siniestro. Ya lo mencionó Octavio Paz en su célebre obra El laberinto de la soledad: “El mexicano la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente”, refiriéndose a la muerte.
En el mundo del cine, abundan los filmes que abordan el tema de la muerte, sin embargo, te presentamos una breve selección donde cada cinta abraza la mortalidad desde el enfrentamiento, la ciencia -ficción-, la cosmovisión cultural, el criterio propio y el amor.
Si la muerte en persona viene a reclamarte y tuvieras la oportunidad, ¿qué le preguntarías? Un caballero de las Cruzadas regresa a su hogar en Suecia, cuando ésta es azotada por la peste negra. En eso, recibe la inesperada visita de la muerte. Para ganar tiempo decide retarla a una partida de ajedrez, para así obtener algunas respuestas acerca de la existencia humana y su final. A través de varios simbolismos religiosos y filosóficos, el filme de Ingmar Bergman, alude a los siete sellos mencionados en el libro del Apocalipsis de la Biblia. Mientras que los primeros seis aluden a las desgracias y cataclismos que terminan con la vida en el mundo, el séptimo y último remite al silencio absoluto.
Dicen que los ojos son la ventana del alma ¿Y si más que una ventana, fueran la prueba de la vida después de la muerte, de la reencarnación? La cinta de ciencia ficción, muestra al investigador Ian Gray, un biólogo molecular obsesionado con la evolución del ojo, que busca evidenciar la inexistencia de Dios. En su camino hacia probar su teoría y con la certeza de que no existe un par de ojos igual a otro, se enamora de Sofi, quien a diferencia de él, cree en la espiritualidad y las vidas pasadas. Aunque al principio ninguno de los dos logra cambiar la percepción del otro, después de un trágico deceso, el protagonista comprobará que los ojos son la prueba física de que el alma existe.
Contextualizada en el México de la Colonia y en vísperas de Día de muertos, la cinta basada en el libro de B. Traven, relata la historia de Macario, un humilde vendedor de leña cuyo mayor deseo -casi imposible por su pobreza extrema- es comerse en soledad, un pavo entero. Cuando, gracias a su esposa, tiene la oportunidad de hacerlo, su compasión apela a compartir un trozo con la Muerte, quien a cambio le otorga un brebaje capaz de salvar a los moribundos. El relato del filme nominado al Oscar, deja varias lecciones acerca del egoísmo, el verdadero valor de la vida frente al dinero y los peligros de desafiar a la Muerte. Pero también, muestra la capacidad de la bondad humana.
El filme de Alain Resnais topa también con la necesidad del ser humano de creer, cuando no se tienen respuestas concretas ante ciertas situaciones como la improbable resurrección. El matrimonio ateo de Elisaberth y Simon, termina cuando éste último es declarado muerto. Sin embargo, al poco tiempo revive y debido a la experiencia adquirida durante su ausencia, las interrogantes sobre la existencia y cómo merece la pena estar en este mundo, surgirán y llevarán a los protagonistas a revalorar el amor, la vida y la muerte misma.
Si el miedo a la muerte es por la incertidumbre que genera su llegada y la posteridad a ella; el tener la certeza de la existencia del más allá, uno de los enigmas más grandes de la humanidad, ocasionaría que ese temor terminara y surgiera la necesidad de reunirse con aquellos que ya no viven ¿Cuál sería la vía más rápida para lograrlo? El suicidio. Con esta premisa ficticia, la cinta The Discovery, protagonizada por Robert Redford, Jason Segel y Rooney Mara, relata el hallazgo científico de lo que ocurre después de morir. Cuando esto es revelado a la sociedad la tasa de suicidios incrementa velozmente.
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