En la edición pasada del Top #CineSinCortes dedicamos este espacio a hacer un recuento de algunas de las películas nominadas este año para la atípica entrega que se hará de los Premios Oscar. En esta continuación también hicimos un especial énfasis en mencionar únicamente las obras que representan un verdadero riesgo en las nominaciones de estos galardones cada vez más acostumbrados a premiar filmes sobre todo por su discurso ideológico o su agenda social y no por su propuesta formal o innovaciones narrativas. Quizá las películas que aquí mencionamos no se alzarán con los galardones a los que están nominadas si tenemos en cuenta que les falta ese ingrediente redentor que caracteriza a los Premios Oscar, pero creemos que son las obras que, con el tiempo, más allá de cualquier premio, seguirán siendo memorables.
El título kilométrico de esta película se tradujo al castellano simplemente como Borat, siguiente película documental o llanamente Borat 2, y se trata de la muy esperada continuación, después de 14 años, de las “aventuras” del personaje creado por el actor, comediante, guionista y productor británico Sacha Baron Cohen, que tenía por objetivo evidenciar el espíritu más racista, ignorante y xenofóbico tan arraigado en la sociedad estadounidense. Sobra decirlo, pero ambas entregas dieron justo en el blanco (valga la ironía fácil). Al igual que su antecesora, Borat 2 se presenta como un falso documental que en esta ocasión muestra al reportero kazajo Borat Sagdiyev, caído en desgracia en su país luego de su primera incursión en el "país más grandioso en el mundo", cuando es liberado de prisión y encomendado a regresar a Estados Unidos con una oportunidad de redimir su honor si logra entregar un soborno al vicepresidente Mike Pence, todo en medio de las elecciones presidenciales de 2020 y la pandemia de COVID-19. Para quien no haya visto la primera película, debe saber que por absurda que parezca la premisa, lo que se desarrolla después es más bien escalofriante. Porque lo que hace Baron Cohen es interactuar con estadounidenses comunes caracterizado como Borat, un kazajo misógino, ignorante y racista, que para sorpresa de nadie es más que aceptado, abrazado, por esas personas que no chistan ante las conductas más reprobables y absurdas del supuesto reportero extranjero. Para esta nueva película, Baron Cohen se salta la barda y no sólo deja en evidencia a gente común y corriente, a los republicanos más acérrimos y a partidarios del Ku Klux Klan, también a infames personajes del calibre de Rudy Giuliani, mano derecha de Donal Trump, en una de las escenas más incómodas y sorprendentes que se vieron en el cine del año pasado. Esta película es una joya tanto de comedia como de la más genial protesta, que además descubrió el talento de la actriz Maria Bakalova, quien interpreta a la hija de Borat. No cabe duda, Sacha Baron Cohen es la figura más inspirada e inventiva de la comedia en cine de la actualidad, y el primer comediante británico en irrumpir de tal manera el cine estadounidense desde Peter Sellers o Monty Python.
Borat 2 está nominada en la categoría de Mejor guion adaptado y Mejor actriz de reparto.
La siguiente es una de las películas más inquietantes de los últimos tiempos, pero es de igual manera cercana e inolvidable. También es quizá el reconocimiento más merecido y extraño que está haciendo la Academia en estas nominaciones, aunque muy probablemente no se lleve ningún premio. Se trata de una adaptación de la aclamada y premiada obra de teatro homónima, que presenta a Anne (Olivia Colman) quien está perdiendo la paciencia con su padre de 80 años, Anthony (Anthony Hopkins), cuyo control de la realidad se está desvaneciendo pero que se niega a permitir que un cuidador lo asista. Ella se va a mudar a París y necesita garantizar su seguridad mientras está fuera, así que antes de irse debe encontrar a alguien que lo aguante. Para Anthony, la vida se ha convertido en una fuente de confusión siempre desorientadora, y pronto comienza a dudar de sus seres queridos, de su propia mente e incluso del tejido de su realidad, y nosotros somos capaces de vivir esa confusión. Pues aquí es donde ocurre el giro magistral de este drama del guionista y director Florian Zeller (que creó la producción teatral original) cuando comienza a dejarnos experimentar cómo funciona la mente de este hombre a medida que los personajes y los lugares cambian y nos vemos tan confundidos como él. Es una manera ingeniosa de transmitir el horrible estado mental de alguien con demencia, cómo todos los días están llenos de conmociones repentinas y cuán imposible debe ser dejar que otra persona entienda por lo que estás pasando. No cabe duda de que se trata de una experiencia de visualización difícil, a menudo bastante brutal, no solo por la narración fracturada, sino por la devastadora actuación principal de Hopkins, en la que es llamada ahora la mejor actuación de su carrera, y eso es ya mucho, mucho, decir.
The Father está nominada en seis categorías: Mejor película, Mejor actor principal, Mejor actriz de reparto, Mejor guion adaptado, Mejor edición y Mejor diseño de producción.
Si no eres biólogo marino o aún no has visto My Octopus Teacher, es muy probable que no tengas un aprecio especial por los cefalópodos de ocho brazos. Uno puede asociar mejor sus tentáculos con películas de terror o simplemente comida de mar, pero difícilmente con temas tan conmovedores como la comunicación entre especies o la renovación física después de perder un brazo, por nombrar dos de los sorprendentes momentos en esta película de naturaleza poco ortodoxa. Hace unos años, el realizador de documentales sudafricano Craig Foster se sintió agotado por años de trabajar en arduas películas sobre la naturaleza. Buscando un reinicio, regresó a los bosques de algas marinas en el extremo suroeste de Ciudad del Cabo donde vivió su infancia. Foster se comprometió a bucear, sin traje de neopreno ni tanque de oxígeno, todos los días durante un año en esas frías aguas. El océano a veces estaba tan frío como 46 grados, pero su cuerpo se adaptó gradualmente. Las aguas estaban repletas de criaturas marinas, pero él narra que sus encuentros con un pulpo en particular se destacaron. Durante una serie de inmersiones, el pulpo comenzó a confiar en el intruso y a salir de su guarida para cazar o explorar mientras él observaba. El pulpo hembra en cuestión se desenvuelve en este paraje alienígena lleno de algas flotantes, peces de brillo eléctrico, crustáceos nudosos y tiburones pijama a rayas de Beetlejuice, una amenaza constante para nuestra amiga con tentáculos, y la razón por la que la encontramos por primera vez en un estado de camuflaje, apretada y cubierta con una capa improvisada de conchas para escapar de la atención del depredador. Para el documentalista y buceador devoto que comparte el centro del escenario con ella, esta es una historia de amor. Su interés por un pulpo común se convierte en una obsesión, y la película resultante -cubre casi toda su vida de menos de un año y medio-, se vuelve un bello recordatorio de lo poco que sabemos sobre las criaturas que comparten este planeta con nosotros y cuán erróneamente alardeamos de la jerarquía de especies que hemos ideado. Puedes pensar que estás viendo otra película sobre animales hasta que un tentáculo se desenrolla y se acerca para tomar la mano de Foster. Al igual que él, es posible sentir que las mareas cambian.
My Octopus Teacher está nominada en la categoría de Mejor largometraje documental.
Ocho años después de hacer juntos La cacería (Jagten,2012), también nominada al Oscar, Mads Mikkelsen y el guionista y director Thomas Vinterberg se han reunido para Druk (Otra ronda, 2020). Aquí Mikkelsen interpreta a Martin, un profesor de historia, quien junto con otros tres amigos y colegas llevan a cabo un experimento para ver si el alcohol puede ayudarlos a descubrir la alegría perdida y agilidad mental de su juventud. Los guionistas se inspiraron en una teoría presentada por el psicólogo noruego Finn Skårderud de que los seres humanos nacen con un déficit de alcohol en sangre del 0,05% y que, si lo consumiéramos y mantuviéramos todos los días, en sus palabras, aumentaría la creatividad, el coraje y la inspiración. Justo eso hacen los cuatro personajes que, animados por la creatividad y la pasión desatada por su elevado nivel de alcohol en la sangre, persiguen niveles cada vez más altos de embriaguez. En una cultura que se percibe a sí misma como reservada, incluso tímida, y que tiene poca tradición de conversaciones triviales, la bebida es un combustible especialmente importante para la conexión social. Eso podría ayudar a explicar por qué los daneses tienen las tasas más altas de consumo de alcohol "excesivo y episódico" de todos los países de la Unión Europea. Pero esta exploración sobre el significado del alcohol en Dinamarca adquirió una visión más matizada, que deja espacio para el lado oscuro del alcohol, luego de una tragedia personal que impulsó a Vinterberg a expandir el alcance de la película. Cuatro días después de que comenzara la filmación, su hija Ida, de 19 años, murió cuando un automóvil conducido por un hombre que enviaba mensajes de texto en su teléfono golpeó el vehículo en el que viajaban ella y su madre. Lo que comenzó como una película sobre el alcohol y la amistad, creció con la ambición de convertirla en la vida. No solo estar vivo, sino vivir. La película tiene lugar en su salón de clases entre los amigos de Ida, en su escuela, y de alguna manera es una celebración de la juventud y de la vida en la que estaba. Con nombrar la combinación Mikkelsen-Vinterberg quizá sobra decirlo, pero es una película maravillosa sobre tratar de enfrentarse a la vida, una comedia fusionada con la tragedia que puede representar mejor lo que realmente es la vida: un baile melancólico, glorioso y siempre caótico.
Druk está nominada en la categoría de Mejor película extranjera y Mejor director.