Por: Arody Rangel

A un año de Un mundo sin Toledo

Iguana, chapulín, colibrí, lagarto, mono… contemporáneo y ancestral, primitivista de vanguardia, un artista plástico excepcional, juchiteco que a través de sus trazos universalizó el espíritu de la región del Istmo de Tehuantepec y convirtió a Oaxaca en la capital artística de México, para México y el mundo. Francisco Toledo fue un maestro del arte al igual que de las causas éticas, políticas y humanas; comprometido promotor de la cultura y las artes fundó museos, bibliotecas y centros culturales; como activista político confrontó al gobierno por sus vejaciones y a los intereses de algunas de las grandes corporaciones del capitalismo rapaz.

Toledo no gustaba de los homenajes y tampoco solía hablar de sí mismo, sin embargo, su gran legado artístico, cultural y humano, tan imprescindible como es, hace imposible no echarlo de menos. Por esto, a poco más de un año de su partida, Canal 22 presenta el documental Un mundo sin Toledo, escrito y dirigido por el cineasta Gabriel Santander, el cual recoge el testimonio de un coro de voces integrado por familiares, amigos y expertos, así como material audiovisual que busca honrar la memoria del último gran artista de la plástica mexicana.

En esta coproducción entre el Canal Cultural de México y Sopa de Pato Producciones aparecen Natalia Toledo, poeta e hija del artista; la fotógrafa Graciela Iturbide, amiga de Toledo; la escritora y periodista Silvia Cherem, también cercana al pintor, el escritor Juan Villoro y los especialistas Cuauhtémoc Medina, curador y crítico de arte, y Jaime Moreno Villareal, escritor e investigador de arte. Sus testimonios se acompañan de material audiovisual en los que Toledo y su obra son los protagonistas, en tanto que la música interpretada por la Banda Santa Cecilia, con los sones La Llorona y Candela, o temas como Dios nunca muere, Canción mixteca o Guendanabi, termina por crear una atmósfera que transporta hasta la tierra del artista, a sus formas y colores.

De la mano de todas estas voces se traen a la memoria un sinfín de momentos que marcaron el camino vital de Francisco Toledo: su interés por los libros desde muy temprana edad; las imágenes de su natal Juchitán, del Istmo, de Oaxaca, como potencias creativas en su arte; su estancia en París, donde Rufino Tamayo le legó el lugar de su pincel y Octavio Paz lo guio en el mundo de las letras y la cultura; el carácter inescrutable y trasgresor de sus obras cargadas de un profundo erotismo; la relación entrañable con su hija Natalia y sus colaboraciones como en el Cuento del Conejo y el Coyote -del que la poeta lee un fragmento en zapoteca en el filme-; la profunda amistad con Graciela Iturbide, a quien se deben algunas de las fotos más icónicas del artista y a quien ella debe una de sus fotos más famosas, Nuestra señora de las iguanas; así como las andanzas activistas de Toledo, promotor cultural y defensor de causas sociales y ambientalistas.

Para conocer éstos y muchos otros detalles de la biografía única del maestro Francisco Toledo no te puedes perder la transmisión de Un mundo sin Toledo, este documental que remonta los cielos cual papalote y así tiende un puente entre el mundo marcado por la ausencia del artista y la memoria que lo recuerda y lo celebra. Estreno, este sábado 27 de marzo, a las 21:00 horas, a través de la señal 22.1, la página en Facebook de Canal 22 y la plataforma Contigo en la distancia.