Por: Mariana Casasola

Saturnino Herrán. El genio inconcluso


Una de las mayores incógnitas en la historia del arte mexicano es el destino que hubiera alcanzado la obra de Saturnino Herrán (1887-1918), un joven pintor de Aguascalientes de principios del siglo pasado, que en tan sólo una década de trabajo realizó cientos de obras de gran maestría técnica, importantes precursoras de la pintura mural, ahondando por primera vez en la vida y las costumbres mexicanas y el indigenismo, sin oropeles o grandilocuencias, pero sí con profundidad y la expresión de una nueva belleza.

Herrán fue uno de los primeros pintores mexicanos que utilizaron colores vivos de forma expresiva y moderna. Sus composiciones se enfocaron sobre todo en temas como personajes mestizos o indígenas; y una constante idealización alegórica de lo prehispánico.

El año pasado se cumplió un centenario del súbito fallecimiento de este artista que murió de tan sólo 31 años a causa de una extraña enfermedad aún no esclarecida del todo. Para conmemorar tanto su genio como su legado, desde el pasado septiembre el Museo Nacional de Arte le dedicó la exposición Saturnino Herrán y otros modernistas, una oportunidad imperdible para disfrutar y conocer varias de las obras de este personaje esencial del arte mexicano.

Curada por Víctor Rodríguez Rangel, Curador de Arte del Siglo XIX del MUNAL, esta muestra se configura de acuerdo con la vida de Saturnino Herrán que, aunque fue corta, experimentó las drásticas transformaciones de México durante los últimos años del Porfiriato hacia la lucha revolucionaria.

Por lo tanto, el arte de aquella época reflejaba el contexto histórico, y Saturnino Herrán y otros modernistas ofrece un amplio panorama de lo que sucedía en la Academia de San Carlos, donde se formó Herrán al igual que muchos otros pintores mexicanos representantes de los distintos movimientos modernistas. Esta exposición reflexiona sobre la obra de Saturnino Herrán inscribiéndolo en su particular contexto sociocultural.

También abarca la evolución de su estilo desde el principio de su carrera y además la compara con las obras de varios de sus contemporáneos. Aparte de más de 80 piezas de Herrán (entre cuadros, dibujos, fotos y de colecciones institucionales y privadas), se incluyen obras de David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Francisco Goitia y Alberto Garduño, entre otros.

Esta muestra no sólo exhibe los óleos más famosos de Herrán (como La Ofrenda, de 1913, o Nuestros dioses, de 1915) también presenta muchas de las ilustraciones que Herrán hizo para distintas publicaciones de la época, una faceta poco conocida del pintor.

Saturnino Herrán y otros modernistas estará abierta al público hasta el 24 de febrero y representa una valiosa oportunidad de apreciar a este pintor fundamental que desafortunadamente no es tan conocido como los muralistas que le sucedieron y que, sin embargo, a pesar de su corta edad, logró retratar un carácter particular de lo mexicano.