Por: Rebeca Avila

Del Toro, de crio temeroso a hacedor de fantasías

En El espíritu de la colmena, de Víctor Erice, la pequeña Ana se encuentra por primera vez con la muerte mientras ve El doctor Frankenstein y con ello se topa también con el descubrimiento de su propia percepción de lo sobrenatural y el enfrentamiento de sus miedos. Algo similar a la infancia de Guillermo del Toro, quien, de niño, veía monstruos escondidos entre los rincones de su casa o dentro de sus sueños.

Bien podría haber corrido a donde sus padres y refugiarse en ellos para sentirse menos asustado. En su lugar, decidió, con menos de 10 años, abrazar sus miedos y negociar con esas criaturas que lo acechaban, para, tiempo después darles forma, vida y voz, a través de su cine.

Se dice que conforme abandonamos la infancia y nos adentramos a la adultez, también dejamos atrás esa capacidad de asombro, de crear y de imaginar. Sin embargo, del Toro jamás ha renunciado a ello y esa etapa creativa que ha alimentado desde niño se ha agrandado con el paso del tiempo y esto es quizá lo que lo ha llevado ser uno de los directores más reconocidos de nuestro tiempo. No es sólo un director de cine, es un cineasta completo y, sobre todo, es un contador de historias que estremece, lo mismo por sensibilidad que por terror.

A propósito del cumpleaños número 54 del oriundo de Guadalajara, Jalisco, abordamos algunos terrenos explorados por Guillermo del Toro más allá del cine.


La trilogía de la oscuridad.

Nocturna, Oscura y Eterna, son los títulos de la saga escrita por del Toro en conjunto con Chuck Hogan. La trama va así: un avión aterriza en Nueva York con todos sus pasajeros muertos, es a partir de ese momento que un virus vampírico acaba con el dominio de la raza humana, la cual será sometida para satisfacer las necesidades de nuevo reinado de oscuridad, donde cinco personajes – un par de médicos, un exterminador ruso, un pandillero mexicano y un mestizo con deseos de venganza – lucharán por la libertad de la humanidad. Está trilogía tuvo su adaptación televisiva en el 2014 bajo el nombre de The Strain, donde tanto el tapatío como Hogan participaron en el guion de las cuatro temporadas.


La Guerra Civil Española

El catolicismo cómplice del ejército franquista, las vejaciones que sufrieron miles de personas durante los inicios del régimen, los niños que quedaron huérfanos a su suerte, y por supuesto la fantasía, son parte esencial de los dos filmes en los que el director aborda el conflicto bélico de España en la década de los 30, primero en El espinazo del diablo y después en El laberinto del Fauno, las cuales resultan ser parte de una trilogía sin concluir. La tercera parte es un proyecto que se vaticinaba su estreno desde el 2009 y que aún no se ha podido realizar. Se dice que la cinta titulada 3993, cuenta la historia de los fantasmas de desertores de guerra asesinados y se augura que será estrenada para 2020.


En casa con monstruos.

La genialidad de Guillermo del Toro para crear criaturas de otro mundo es reconocida desde sus inicios en Cronos y abarca a personajes iconos de su cinematografía como el hombre pálido, el fauno, Hellboy, vampiros varios y el ya inolvidable anfibio antropomorfo de La forma del agua. Algunas de estas y otras de sus creaciones, han sido curadas por Eugenio Caballero para integrar la exposición En casa con monstruos, en donde se podrán apreciar más de 500 objetos que representan también su pasión por el ocultismo y la dualidad de la vida y la muerte. Esta muestra ha pasado por Los Ángeles y Toronto y se espera que el próximo año visite nuestro país, primero en su ciudad natal, Guadalajara, y después en la Ciudad de México.


De del Toro para Los Simpson

Para el ya tradicional especial de Halloween de la serie animada de los personajes amarillos, en el año 2013 el director de La cumbre escarlata realizó la entrada de ese capítulo. En el episodio se pueden apreciar referencias de cintas de terror emblemáticas y algunas favoritas del director, además de incluir algunos de sus propios trabajos.


La hora marcada

Para cerrar este conteo, miramos muy atrás en el tiempo y nos remontamos a la época en la que el tapatío conseguía su boleto de entrada a las grandes filas del séptimo arte mexicano apadrinado por José Humberto Hermosillo. Durante los 80, del Toro participó en dos episodios de La hora marcada, el programa televisivo nacional que contaba relatos de terror -donde circularon otros talentos del cine como Cuarón y Lubezki-, titulados Les gourmets y Con todo para llevar.