Su trayectoria es el sueño de cualquier cineasta independiente: sus películas se vuelven de culto entre el público, cosechan excelentes impresiones entre los críticos de cine, además de los más altos premios internacionales y por si fuera poco, son éxitos en taquilla.
¿Cuál es el secreto de los hermanos Coen? ¿Cómo hacen para mantenerse como creadores originales en medio de una industria estadunidense donde el cine de autor pertenece a otros tiempos? Y, aparte, se salen con la suya, con todo el aplauso.
Los estadounidenses Ethan y Joel Coen, originarios de Minnesota, comenzaron su filmografía en la década de los ochenta y desde entonces han construido un universo muy particular de historias crudas pero disparatadas e irónicas, plagadas de humor negro y autoparódico. Son meticulosos controladores de su obra por completo, pues aunque han colaborado con grandes estudios hollywoodenses, ellos presentan la historia, el guion, el presupuesto y su reparto. Y el estudio siempre se los compra.
Han creado también una sólida familia con los actores más recurrentes en su obra, varios de los mejores talentos del cine norteamericano. Jeff Bridges, George Clooney, John Goodman, Steve Buscemi y John Tuturro para muestra. Y qué decir de Frances McDormand, quien obtuvo su primer Oscar gracias a estos cineastas y que además es esposa de Joel Coen desde hace más de tres décadas.
Es así como los Coen pueden considerarse de los dúos más queridos en la historia del cine. Desde su filme debut, Simplemente sangre (1984), se convirtieron en los consentidos de la crítica y quizá llegaron a la cima de su reconocimiento cuando se llevaron tres Palmas de Oro en Cannes con Barton Fink (1991). Pero fue hasta 1996 que se consolidaron en el gusto de público (y la taquilla), festivales y especialistas por igual, con el estreno de Fargo.
Ésta, la genial sexta película de los Coen, una mezcla perfecta de relato sangriento y la comedia más negra, se estrena en la cartelera de Canal 22 el próximo 22 de julio a las 23:00 horas. Para celebrar este estreno, quisimos recordar otros filmes esenciales en la carrera de estos genios del cine, tres ejemplos de la combinación preferida de los Coen: gente común y corriente envuelta en crímenes disparatados, criminales mediocres, pero también algún temible psicópata y mordaz humor que aun así no deja de profundizar en lo más oscuro y mezquino del ser humano.