Para platillos, los tapatíos

Por: Nitzia Reséndiz Mondragón

Se avecina la Feria Internacional del Libro 2017, cuya sede es en Guadalajara por lo que, si decides asistir, no puedes dejar de lado la asombrosa gastronomía que emana de las raíces culturales de este estado, ya que su mezcla de sabores y tradiciones la hacen tan única y reconocida que trasciende fronteras.

Como en todo México, los mejores lugares en donde puedes degustar y conocer la gastronomía local es en plazas, mercados, tianguis, así como algunos restaurantes y fondas. Los platillos típicos tienen gran influencia indígena y se procura realizar con ingredientes locales y de temporada, por lo que aquí te va una cucharada de los platos más reconocidos de la región.

Torta ahogada

Lo primero que piensas si te preguntan por un platillo de Jalisco es, desde luego, la emblemática torta ahogada. La preparación consiste en rellenar un birote, -un tipo de bolillo, pero salado- con carnitas tradicionales de cerdo, bañado en salsa de jitomate especiada a base de chile de árbol, de ahí el nombre de "ahogada", por lo que no se come con las manos como una torta normal y se acompaña con gotas de limón y cebolla desflemada. Desde luego hay para todos los gustos, para los intolerantes al picante también hay opción y claro, hoy en día existen variedades como la torta ahogada con relleno de mariscos.


Birria

Este caldo que no se compara con nada, es una representación de la unión de culturas y mestizaje: se creó después de la conquista, en los pueblos y ranchos, volviéndose una tradición. Incluso, matar a un chivito es esencial para las bodas. Se cocina la carne de res, o chivo originalmente, en su propio jugo en un horno de tierra, con un adobo que le da el sabor característico, el cual lleva especias que aportaron los españoles como el clavo, jengibre, orégano, comino, pimientas, así como el chile guajillo y ancho asados, los cuales son la aportación mexicana a este plato. El secreto es comerla recién hecha, acompañada de tortillas hechas a mano.


Carne en su jugo

Con solo escuchar el nombre se hace agua la boca. Ya que Jalisco es una región que utiliza la carne en la mayoría de sus platillos, ésta es la materia prima de dicha receta. La preparación lleva ingredientes que le dan un gran sabor: maíz, frijoles, tocino, cilantro picado y cebollitas doradas. Se dice que se creó en un tianguis para alimentar de manera abundante y sencilla a los comensales con un sabor delicioso y es imperdonable comerlas sin tortillas recién hechas. Un plato con mucha identidad jalisciense que no puedes dejar de probar.


Jericalla

Este postre típico tapatío se remonta en el siglo XIX y fue una invención de las monjas para ofrecerles un postre a los niños huérfanos, con la finalidad de alegrarlos. Se hizo a base de azúcar, huevo, leche, canela y vainilla, pero accidentalmente al hornearlo se olvidaron de sacarlo a tiempo, por lo que estaba un poco quemado en la superficie. Aun así, se probó y es lo que le da el sabor característico a la jericalla, que poco a poco se fue popularizando a los alrededores y hoy en día se encuentra a lo largo y ancho de la República Mexicana.


Tejuino

Conocida como bebida de los dioses, debido a su inigualable sabor y frescura, dicen los rumores que fue otorgada por un dios a los indígenas labradores del campo. Se hace a base de maíz fermentado, lo cual genera el efecto embriagante, endulzada con piloncillo, que le da un sabor agridulce y como buena bebida mexicana, se toma con hielo y se acompaña con limón y chilito.



Cazuelas de tequila

También se les llama cazuelas voladoras, ya que su contenido alcohólico es considerable. Se preparan con rodajas de naranja, limón, toronja y el jugo de las mismas, agua mineral, refresco de toronja, sal y por supuesto el producto jalisciense por excelencia, el tequila. Sus ingredientes hacen que sea una bebida refrescante, deliciosa y festiva. Además, se sirve en cazuelas de barro -de ahí su nombre original- de Tlaquepaque, originarias de La Barca, Jalisco.