Sofia Coppola nació siendo una princesa de Hollywood. Hija de uno de los directores más importantes del cine estadounidense, creció dentro de una familia por demás exitosa, siempre rodeada de farándula y fama, pero también de grandes artistas y tanta libertad creativa como quiso.
Las expectativas que el mundo tenía de su carrera eran igualmente comparables a la importancia de su nombre y su familia. Por eso, cuando ella hizo sus primeras incursiones en el cine como actriz, y los resultados fueron tan desafortunados, nadie se esperaba que la niña de Francis Ford Coppola llegara a convertirse en la realizadora tan prominente que es hoy y tan independiente del canon familiar.
Con tan sólo seis largometrajes, Sofia Coppola ha afianzado un universo muy particular que refleja mucho de su condición de realeza del cine — pues su nombre le ha evitado la lucha por recursos o atención —, pero también muestran cómo ella se revela ante la posibilidad de ser confundida con su padre o de ser tomada como una simple aficionada.
Quizá es por todo ello que uno de los temas centrales de su cine son las mujeres, jóvenes, hermosas, famosas; pero crípticas, encerradas en bellas jaulas construidas de sus propios privilegios. Otra cualidad de sus historias, y esto se relaciona a su perspectiva de permanente y aguda observadora, es la ensoñación y fascinación alrededor de sus personajes. Su predilección por el uso de luz natural hace de sus filmes una paleta de colores pastel que envuelve la acción con suavidad casi etérea.
A pesar de que sus detractores la señalan como una cineasta de visuales vacíos y temas frívolos, lo cierto es que Sofia Coppola es dueña de una fuerza y estilo propios y singulares. Como eco de ello, este año se convirtió en la primer directora estadounidense en ganar la Palma de Oro en Cannes, por Mejor Dirección, la segunda mujer en toda la historia del Festival.
La cinta por la que recibió este galardón, uno de los más importantes en la industria del cine a nivel internacional, es El seductor (The Beguiled, 2017), un filme que retoma todos los elementos más distintivos de su cine: la feminidad privilegiada pero atrapada — en esta ocasión por la guerra — y las emociones manifestadas en imágenes, expresiones y sonidos, más que en diálogos.
Esta cinta imperdible tiene por protagonistas a cinco sorprendentes actrices, lideradas por Nicole Kidman y Kirsten Dunst — musa oficial de Coppola —, y ya la puedes encontrar en la cartelera de la Cineteca Nacional. Pero antes de ir a verla, adentrarte de lleno en el cine de Sofia Coppola y descubre su peculiar estilo con tres películas indispensables de su trayectoria: