Ciencia y poesía unidas en La oveja eléctrica

Por: Federico Ricalde

La ciencia y la poesía usualmente son vistas como dos formas antagónicas de conocimiento. Por un lado, la ciencia suele identificarse con un conjunto de explicaciones racionales en torno a las causas de los fenómenos; por el otro, la poesía suele concebirse como una forma de comprensión intuitiva que nos pone en contacto con la dimensión estética de lo que nos rodea.

Sin embargo, para el poeta mexicano Alberto Blanco, esta oposición resulta ilusoria. En su opinión, el artista no tiene por qué renunciar a la racionalidad científica para escribir poemas, ni el científico debe prescindir de la guía de la intuición poética al construir modelos. Al contrario, ciencia y poesía, razón e intuición, no son caminos opuestos, sino vías complementarias de investigación que parten del mismo origen, la curiosidad por lo desconocido, y nos dirigen a un sólo destino: el asombro.

Un planteamiento similar al anterior, lo encontramos en la postura del astrofísico estadounidense George Smoot. Para él, la curiosidad es el punto de partida de una auténtica investigación y la experiencia del asombro su resultado. Lo anterior se ejemplifica de manera clara en la exploración cosmológica: una empresa que se ve motivada por el deseo de averiguar lo que existe en los confines desconocidos del universo, cuyos recientes resultados nos ofrecen una revolucionaria imagen del universo.

Y es que, como señala Smoot, los avances en cosmología han permitido a los científicos crear mapas que contienen datos sobre la constitución física y la distribución de miles de millares de galaxias: una información que hasta hace unas décadas era del todo desconocida para el hombre. Lo anterior ha permitido elaborar una nueva y asombrosa imagen del universo que nos invita a replantearnos viejos cuestionamientos, como el lugar que ocupa el hombre en el cosmos, la probabilidad de encontrar formas de vida inteligente en otros planetas o la posibilidad de comprender la estructura del universo.

Si lo anterior despertó tu curiosidad y quieres conocer más acerca de ello, La oveja eléctrica, la revista de ciencia y pensamiento de Canal 22, te ofrece una ventana para que puedas descubrir los asombros que plantean la ciencia y sus relaciones con el arte. No te pierdas los nuevos episodios en su 10° aniversario, donde a lo largo de esta temporada, José Gordon te adentrará en el mundo de la neurociencia y empatía cognitiva; los agujeros negros; las nanocomputadoras biológicas; los nuevos tratamientos contra el cáncer de próstata, entre otros temas.